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'Este medicamento no le tenemos ahora'. ¿Le suena? A quienes frecuentan las farmacias se lo habrán dicho más de una vez en el último ... año. Y es más que probable que se la hayan repetido en diferentes boticas si es de los que ha peregrinado por la ciudad en busca de las últimas existencias. Porque el problema del desabastecimiento persiste sin solución a la vista. Repercute en las 22.000 farmacias repartidas por todo el país y se empieza a notar cada vez más en los hospitales, y Valdecilla lo sabe bien. «A día de hoy tenemos problemas con alrededor de 25 medicamentos, aunque calculamos que este año probablemente se extienda a unos 60. Hasta ahora no se había notado demasiado porque afortunadamente en Valdecilla tenemos bastante stock», apunta el gerente, Julio Pascual, que a renglón seguido matiza que «ningún paciente se ha quedado sin tratamiento, porque la mayoría de las veces existen alternativas terapéuticas o la Agencia Española del Medicamento habilita la importación de un comercial extranjero». Pero aún así, reconoce que «es un problema que supone un quebradero de cabeza y una sobrecarga de trabajo y gestión importante». Así lo confirman desde el servicio de farmacia hospitalaria de Valdecilla: «En ocasiones disponemos del mismo medicamento en otra formulación –como la fludarabina que se usa para el trasplante, ahora la damos vía oral–. Y, a veces, aunque nos faciliten el medicamento desde el extranjero tenemos que reacondicionarle porque puede que las instrucciones de uso no sean idénticas o vienen en una lengua no común». En definitiva, esa escasez creciente de fármacos que sufre el país «nos está obligando a ser creativos», añaden.
60 medicamentos faltan en las farmacias cántabras, según el recuento del Cismed, que varía cada semana.
El Ministerio de Sanidad ha elevado la lista de fármacos afectados por la carencia de suministro a 510, según informa en su web en tiempo real, aunque desde el Colegio de Farmacéuticos de Cantabria aclaran que en la región «las faltas reales» rondarían el medio centenar, porque «buena parte de los que se han notificado desde otras comunidades no se utilizan aquí».
EnEspaña se comercializan más de 18.700 presentaciones. Entre los que más cuesta encontrar figuran algunos de los medicamentos más demandados, como el antiagregante Adiro (el de 100 miligramos «llega con cuentagotas» y enseguida se vende, pero del de 300 hace tiempo que ni siquiera se recibe); el ibuprofeno infantil más famoso, Dalsy, un imprescindible en los hogares con niños; el broncodilatador de Terbasmin (inhalador), el mucolítico llamado Fluidasa, las píldoras anticonceptivas marca Loette, el antibiótico en comprimidos de Augmentine... Hasta sesenta presentaciones constan en el registro de faltas de la última semana, recopiladas a través del Centro de Información sobre el Suministro de Medicamentos (Cismed) en Cantabria.
El popular Dalsy, en formato de 20 mg/ml (150 ml), con color y sabor a naranja, ha sido la ausencia más mediática en las farmacias de toda España. Es el ibuprofeno infantil por excelencia. Pero hace meses que encontrarlo es misión casi imposible.Ni otros jarabes parecidos ni siquiera la versión concentrada, con sabor a fresa, ha reducido las peticiones diarias que se registran en las farmacias. En octubre la Agencia Española del Medicamento comunicó los problemas de suministro por cambios en la formulación del medicamento, que sólo afectaba a esta presentación. Pero no era la primera vez que se rompía la cadena y dejaba de llegar a las boticas. Ya en abril de 2018 se agotó.Entonces se achacó a un problema en el prospecto. Hace más de un año que Dalsy dejó de estar entre los fármacos financiados por la Seguridad Social. A propuesta del laboratorio fabricante (Mylan) salió del sistema, lo que se tradujo también en un aumento de su precio. Fue tras este cambio cuando casualmente empezó a escasear el producto. Este año, además, el problema en el suministro ha afectado también a la presentación de 150 ml de Dalsy 40 mg/ml suspensión oral.Ahora, la firma comercializadora BGP Products Operations prevé que se restablezca la dispensación a partir del próximo mes de junio. Esa es al menos la fecha marcada en el registro de incidencias del Ministerio de Sanidad. El Dalsy contiene ibuprofeno como principio activo y está indicado como alivio sintomático de los dolores ocasionales leves o moderados y, sobre todo, para combatir la fiebre. Se utiliza en lactantes mayores de 3 meses y niños hasta 12 años.
«El desabastecimiento se mantiene, es una constante», admite Rita de la Plaza, presidenta de los farmacéuticos cántabros, que tranquiliza de nuevo a la población «porque la mayoría de los medicamentos que no podemos dispensar en las farmacias cuentan con una alternativa que sí podemos ofrecer», y casi siempre sin necesidad de que los pacientes acudan al médico. «Ahora mismo únicamente tenemos problemas con cinco fármacos para los que no tenemos alternativa, siendo el más preocupante el de Apocard (flecainida)», utilizado para tratar la fibrilación auricular (FA), la arritmia cardiaca más frecuente. «En este caso, los pacientes sí que tienen que ir a la consulta de su médico para cambiar el tratamiento porque no podemos dispensarle otro», añade. Y lo mismo ocurre si no disponen de Cafinitrina, la pastilla para prevenir un infarto que se coloca debajo de la lengua, que la semana pasada era imposible de encontrar en más de 2.000 farmacias de España. Empezó a faltar en junio del año pasado y en la actualidad su distribución está limitada, de ahí que figure en el listado cántabro del Cismed. Los otros tres fármacos en la misma situación son Konakion, ampollas de vitamina K para prevenir procesos hemorrágicos; el inhalador de Terbasmin y Kreon, que se utiliza para tratar la insuficiencia pancreática.
Rita de la Plaza | Colegio de Farmacéuticos
Consciente del malestar que transmiten los ciudadanos cuando no encuentran el medicamento recetado, De la Plaza recuerda que «los farmacéuticos no somos responsables, sino parte de la solución, les damos alternativas cuando no hay el medicamento que solicitan. A veces el paciente se enfada, pero no hay que fijarse en el color del comprimido o de la cápsula; tiene que entender que no somos la causa del problema, sino que le estamos dando soluciones al indicarle con qué se puede sustituir el fármaco que necesita y que no tenemos». Además, admite que aún hay gente que se resiste a cambiar a un genérico.
La presidenta del Colegio explica que este desabastecimiento responde a varios factores, que van desde «los bajos precios de los medicamentos en España, que hace que la industria amplíe mercado en aquellos países donde le resulta más rentable»; a problemas en las plantas de fabricación, roturas de stock o escasez de algunos principios activos a nivel mundial. «También puede repercutir el 'Brexit'», por el acopio de fármacos del Gobierno británico antes de abandonar la Unión Europea, «pero es una causa más».
Julio Pascual | Gerente de Valdecilla
Al igual que ha demandado de forma reiterada la Organización Farmacéutica Colegial, De la Plaza insiste en que «el Ministerio de Sanidad y la industria farmacéutica deben llegar a un acuerdo para frenar esta situación. No puede estar el libre comercio por toda Europa» mientras en España los precios los marca el Estado, habiéndose registrado varias bajadas en los últimos años. La ministra de Sanidad,María Luisa Carcedo, planteó la semana pasada la posibilidad de multar a la industria si persiste la falta de suministro en las boticas. Según la patronal del sector, Farmaindustria, la práctica que genera la falta de suministro es que comercializadores ajenos a la industria farmacéutica compran los medicamentos en España para revenderlos después más caros en terceros países.
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