Cambio de año y de más cosas
La actualización de impuestos y tarifas, y las nuevas normas traen una serie de cambios en un año que tendrá a todos pendiente de los precios
Pongamos por caso que en Año Nuevo, después de otra comilona, un par de brindis y una discusión con su cuñado, por la noche le toca buscar una farmacia para comprar Almax y tiene que ir en taxi porque no anda como para conducir. Pues bien, si está usted en Santander, la farmacia nocturna ha cambiado –ahora es la de Los Alcornoques, 5, en El Alisal– y la carrera le saldrá algo más cara (el servicio mínimo en tarifa diurna se fija en 4,60 euros y en tarifa nocturna y festivos, en 5,80 euros). No es que el 2023 le cambie a uno la vida, pero, como cada paso de año, sí hay cosas que cambian. Gasolina, transporte, impuestos, alquileres, autopistas, bolsas de plástico... Nuevas normas. Decisiones políticas, de otros. Lo de ir al gimnasio o dejar de fumar sí es cosa suya. Y si va a comprar un rosco para Reyes, que sepa que será bastante más caro que el año pasado. Y eso, en general –los precios–, es justo la gran incertidumbre del año que empieza.
A partir de aquí tendrá una enumeración de modificaciones –una selección, porque hay muchas más– o cuestiones que conviene recordar. Si va a repostar gasolina antes de ir a la compra, ya no está vigente la bonificación de los veinte céntimos por litro (las ayudas quedan sólo para transportistas, agricultores, pescadores y navieras). Si va en bus (con bono o tarjeta), el descuento puede llegar a ser del 50% y si coge el tren de Cercanías, ese abono le saldría gratis. Ya en el súper, baja hasta junio del 4% al 0% el IVA de pan, harinas panificables, leche, queso, huevos, frutas, verduras, hortalizas, legumbres, patatas y cereales. En el caso de aceites y pasta, la bajada es del 10% al 5%. Si cumple los requisitos –que no son pocos– a partir del 15 de febrero podrá pedir el cheque anticrisis de 200 euros. Para encender la luz o no pasar frío en casa, se prolonga la rebaja del IVA en estas facturas (o en la leña, por ejemplo) y la reducción del impuesto de electricidad. Pero, ojo, en la compra, en la gasolinera o ante la factura de la luz, más allá de estos intentos de hacerlo más llevadero, seguirá usted temblando pendiente a diario de la evolución de los precios. La clave, sin duda, del año.








Adiós al descuento general de los 20 céntimos
La bonificación por litro generalizada de estos últimos meses al repostar desaparece y quedará restringida sólo a transportistas, agricultores, pescadores y navieras.
Cae el IVA de los alimentos básicos
Baja durante seis meses del 4% al 0% en pan, harinas panificables, leche, queso, huevos, frutas, verduras, hortalizas, legumbres, patatas y cereales. Y en el caso de aceites y pasta, la bajada será del 10% al 5%.
Con rebaja de impuestos y miedo a la factura
Se amplía seis meses la rebaja de los impuestos de la electricidad y el gas, aunque los consumidores seguirán mirando de reojo las oscilaciones del mercado y temblarán ante las renovaciones de contratos.
Topes para las subidas del precio del alquiler
Se renueva el límite del 2% al aumento de los alquileres en la actualización anual ligada al IPC y se establece una prórroga de seis meses para los contratos que acaben antes del 30 de junio para evitar subidas.
Ayudas para la agricultura, la pesca y la cerámica
Son 300 millones para compensar el encarecimiento de fertilizantes. Para la industria cerámica y de uso intensivo de gas, ayudas y créditos ICO. Y también se prevén 120 millones para los pescadores.
Impuestos: los que llegan y los que se ajustan
Impuestos a las energéticas, entidades financieras y grandes fortunas. También al plástico de un solo eso. Y rebajas en los tramos autonómicos del IRPF para combatir la inflación.
Una carta en España saldrá más cara
Correos sube un 4% el precio de los sellos para el envío de cartas y tarjetas postales normalizadas y de hasta veinte gramos a destinos nacionales. La tarifa será de 0,78 euros, tres céntimos más.
Abonos en Cercanías y rebajas en la tarjeta para el bus
Gratuidad en los abonos de Cercanías y en las tarjetas de transporte público interurbano los ahorros pueden llegar hasta el 50% hasta el mes de junio, en función del municipio.
AUX STEP FOR JS
Con el año entran en vigor nuevos impuestos extraordinarios sobre las energéticas, las entidades financieras o las grandes fortunas. Y se modifican distintas normas tributarias (ojo a la letra pequeña). También arranca el nuevo impuesto del plástico. En Cantabria, para combatir la inflación, se crea una nueva deducción en el IRPF: supondrá un ahorro de 100 euros en tributación individual, y de 200 en conjunta, con límites de renta máximos de 30.000 y 40.000 euros. Además, suben un 50% las deducciones sociales por acogimiento familiar de menores, gasto de guarderías, cuidado de familiares, nacimiento y adopción de hijos o a las familias monoparentales.
Para los que alquilan o viven de alquiler, se renueva el límite del 2% al aumento del coste fijado en la actualización anual ligada al IPC y se establece una prórroga de seis meses para los contratos que acaben antes del 30 de junio para evitar subidas.
En Santander, se congelan las tasas municipales excepto las del agua y alcantarillado, a las que se debe aplicar el IPC. Además, decaen las medidas covid que se pusieron en marcha en el año 2020 (exención de pago de las tasas por terrazas, quioscos y mercadillos, las bonificaciones a empresas por el IBI y el IAE...). Además, el precio de los aparcamientos subterráneos sube un 10,2%.
Y quedan detalles. Si viaja, se limita al 4% el alza de los peajes en once autopistas de pago. Si manda cartas, los sellos para los envíos nacionales serán un 4% más caros (la tarifa será de 0,78 euros, tres céntimos más). Si tiene que pasar la ITV, la factura le saldrá un 7,76% más cara. Y si fuma, recuerde que –como ya ocurrió en pandemia– queda prohibido hacerlo en la playa.
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