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El dique de contención de los centros de salud
Médicos y enfermeras siguen atendiendo por teléfono, 'in situ' y en los domicilios para evitar que vayan a los hospitales los casos leves, a los que hacen seguimiento
Todos salimos a aplaudir a las ocho de la tarde a los profesionales sanitarios por su enorme esfuerzo por combatir el Covid-19. Los hospitales están en primera línea de batalla, pero para evitar su colapso está el dique de contención que suponen los centros de salud, que permanecen todos abiertos, y los 41 consultorios rurales activos, los SUAP y el 061. Médicos como Fernando Quijano, que acaba de llegar a la edad de jubilación, y Roberto Garrastazu (SUAP), y enfermeras como Mar Campo son algunos de los profesionales que están al pie del cañón en Atención Primaria.
Cantabria, que cuenta con 42 zonas de salud, organizó sus centros de salud y consultorios para hacer frente a la atención de la emergencia sanitaria, explica la gerente de Atención Primaria, Alicia Gómez Pérez, quien destaca que la decisión de cerrar buena parte de los consultorios se realizó tras conversar con los municipios para centralizar la atención y preservar la seguridad de usuarios y profesionales. «Estamos realizando triaje para separar a los que acuden con síntomas respiratorios y evitar que se vaya a los hospitales. Se trabaja sobre todo por teléfono y en los domicilios y, en estos momentos, hacemos el seguimiento de más de cinco mil cántabros en aislamiento doméstico», apunta.
Fernando Quijano es el coordinador del Covid-19 en el centro de salud Dávila, el más grande de Cantabria, que atiende a cerca de 30.000 habitantes. «Nos hemos reorganizado para atender la emergencia sanitaria y vemos a los pacientes urgentes o indemorables. La mayor parte de la asistencia la realizamos por teléfono, somos como 'Las chicas del cable', aunque también vamos a los domicilios», apunta el médico. Recuerda que la actuación está recogida en el plan de contingencia del centro y que el principal objetivo es no sobrecargar a los hospitales «para que no tengan más enfermos de los que tienen que tener».
Recepción y triaje
Quijano explica que en la recepción hay un médico y una enfermera que se van turnando y también personal administrativo, porque algunos usuarios van a buscar documentación. Insiste en que ya no es necesario acudir a por recetas, ya que basta el código para los casos de los que padecen patologías crónicas. También se ha logrado que las bajas laborales se puedan tramitar telemáticamente.
«Nos hemos reorganizado. Hacemos triaje a los que acuden a los centros de salud y atendemos por teléfono y en las casas»
Alicia Gómez PérezGerente Atención Primaria
«Atendemos para no sobrecargar los hospitales y que a éstos solo lleguen los enfermos que tienen que llegar»
Fernando Quijano - Médico centro de salud Dávila
«Atención Primaria es el dique de contención para evitar que las olas rompan con fuerza en la 'playa' de los hospitales»
Roberto Garrastazu - Médico SUAP Alto Pas
«La gente se está portando muy bien y nos trae material de protección. Hay que seguir trabajando, pero con más medios»
Mar Campo - Enfermera centro de salud Dávila
«Es importante el pequeño triaje que realiza enfermería a la llegada del paciente para descartar que pueda estar infectado por el coronavirus. En cuanto hay un mínimo síntoma respiratorio se considera como posible afectado», señala el facultativo y añade que si hay esos síntomas la persona se traslada a una zona aislada con dos consultas con dos médicos que determinarán la situación y que generalmente envían a estos pacientes a sus casas con todas las pautas necesarias para combatir la enfermedad. Luego, se realiza el seguimiento telefónico o a domicilio. «El pasado fin de semana es el primero que hemos trabajado para llamar por teléfono y poder realizar el seguimiento. Hemos bajado un médico y una enfermera cada día», recuerda Quijano, que cree que de cara a la Semana Santa se tendrá que hacer lo mismo.
«Generalmente una de cada veinte personas atendidas son derivadas al hospital; al resto les hacemos seguimiento nosotros», añade el médico. En este sentido, apunta que desde Atención Primaria y en toda la región se hace el seguimiento de más de cinco mil pacientes posiblemente contagiados. «Estamos funcionando bien en equipo, con vocación. Destacaría especialmente el papel que está realizando la enfermería. Además, la gente está respondiendo bien a las medidas. Nos emociona sobre todo el aplauso de las ocho de la tarde. Hay que tirar para adelante», valora Quijano.
«La Atención Primaria es como un dique de contención que está en alta mar para impedir que las olas rompan con fuerza en la playa, que serían los hospitales», reflexiona Roberto Garrastazu, que forma parte del SUAP de Alto Pas. Muestra su preocupación por la seguridad del personal sanitario, que se está enfrentando a situaciones complejas, sobre todo cuando acude a los domicilios. El SUAP entra en funcionamiento cuando deja de hacerlo el centro de salud, es decir, cuando cierran por la tarde y los festivos y fines de semana. «Estamos atendiendo al teléfono y acudiendo a los domicilios cuando es necesario. Se trata de evitar que los casos lleguen a los hospitales. Junto con el 061, nos encargamos de tranquilizar a muchas personas y mantenerlas en casa mientras sea posible», apunta Garrastazu.
Mar Campo, enfermera de Pediatría en Dávila, confiesa que el trabajo está siendo muy duro, sobre todo porque sigue faltando material de protección. «Nos hacemos batas con las bolsas de basura, aunque nos traen pantallas protectoras y otros productos los propios usuarios. La mayoría de la gente se porta con mucha generosidad porque quieren que estemos protegidos», explica.
De otro lado, la enfermera explica que «lo importante que es que la gente sea consciente de que la tos e incluso los mocos son síntomas respiratorios y que nos lo tiene que comentar cuando le preguntemos. También cuando se trata de los niños, ya que aunque no se contagian pueden transmitir el virus». Y señala: «No tengo miedo. Hay que seguir trabajando, pero necesitamos más medios de protección».
Los centros de salud funcionarán también en Semana Santa
No habrá Semana Santa en los centros de salud y la fiesta del sector (7 de marzo) ha quedado cancelada. El Servicio Cántabro de Salud ya ha comunicado a toda la plantilla que los días 9, 10 y 13 de abril se deberá garantizar la actividad asistencial como el resto de jornadas laborables, dadas las circunstancias excepcionales provocadas por la pandemia de Covid-19. Así, los centros y consultorios que permanecen abiertos (el cierre de recursos se concentra en las áreas rurales) atenderán en horario de 08.00 a 15.00 horas para garantizar la misma actividad que se viene realizando a diario, a excepción de las extracciones, que no deben realizarse en esas fechas. Los profesionales descansarán uno de los tres festivos. Por su parte, los SUAP harán jornada de 17 horas el jueves y el viernes (de 15.00 a 08.00 horas) y de 24 horas el fin de semana. También los hospitales funcionarán durante la Semana Santa como el resto de los días