«España no cree en sus diseñadores de moda»
VIVIR LA MODA ·
Nuevo director creativo de Pertegaz, denuncia el daño al medio ambiente de la moda 'low cost' y promete espectáculo en la pasarelaMARIANA CORES
SANTANDER.
Sábado, 7 de diciembre 2019
Jorge Vázquez (La Coruña, 1972) es el niño bonito de la alta costura española del momento. Su marca se ha vuelto internacional y su prestigio ... se encuentra en la cresta de la ola. Le acaban de fichar como director creativo de la marca que fundó en 1954 Manuel Pertegaz. Su misión: lanzar al estrellato la línea 'prêt-à-porter' con una nueva colección. Seguro de sí mismo y de su equipo, no le asusta el trabajo ni los días sin fin, pero se sabe bajo la lupa de la crítica. Perfeccionista, apasionado y tenaz, se siente muy a gusto en el norte. Por ello ha terminado haciendo de Santander también su ciudad. «La descubrí de verdad gracias a dos personas de mi equipo que son de aquí, Lara Vidal de la Peña y Pablo Galán. Ya tengo pandilla con la que disfrutar en verano de la playa y de comer en sitios ricos, como La Bombi. La gente en esta zona viste muy bien».
-Pertegaz (1918-2014) vistió a Jacqueline Kennedy, Audrey Hepburn o a la Reina Letizia en su boda. Hoy es usted su director creativo. ¿Cómo fue ese momento en el que se lo propusieron y usted dijo que sí?
-¡Fue una mezcla de ilusión, nervios, miedo y orgullo! Me llamaron en junio, pero fue más como una consulta. Me comentaron los cambios que querían hacer, pero en ese momento yo estaba inmerso en la separación de mi socio de Scalpers y sólo podía pensar en recuperar mi marca y retomar las riendas de mi empresa, ya que no me gustaba cómo se estaba llevando. A la vuelta de vacaciones, en septiembre, volvieron a contactar conmigo, pero era como si me hablaran de otra persona. Como si quisieran saber mi opinión para contratar a otro. Finalmente me dijeron que de quien estaban hablando era de mí. Que me querían como director creativo. Me habían estado tanteando. Fue muy bonito.
-Va contra reloj. Jealfer, empresa que se quedó con la licencia 'prêt-à-porter' femenina de Pertegaz, ha anunciado que su primera colección se mostrará en la próxima Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, en enero. ¿Vértigo? ¿Qué ocurrirá con la colección de Jorge Vázquez? ¿Se queda sin pasarela?
-Vértigo a raíz de haberse hecho público. No contaba con esta repercusión tan brutal. También por la responsabilidad. Sé que van a mirar con lupa mi presentación. Es verdad que vamos contra reloj, pero eso a mí no me da miedo. Es cuestión de echarle horas y al final todo sale. El problema es que la marca Jorge Vázquez también sigue a su ritmo habitual. Y, por supuesto, también tendrá su desfile, aunque no dentro de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid. Retomaremos las presentaciones en las embajadas o en lugares emblemáticos, como el Jardín Botánico, con una cena. Será un evento más reducido y mucho más exclusivo, tres o cuatro días después del desfile de Pertegaz.
-Sus desfiles son los más espectaculares por la escenografía. ¿Disfrutaremos también de ello en esta ocasión?
-No depende solo de mí este tema, sino de los financieros de la empresa, que no es la mía, donde soy yo el que tiene la última palabra. Pero de todos modos, tengo una propuesta y a ver hasta dónde me dejan llegar. Pero seguro que va a ser algo muy bonito. Creo que una colección hay que envolverla en algo maravilloso, no sólo pueden ser unos trajes en una modelo. Hay que darles magia, que la gente sienta que se les está vendiendo una fantasía y un sueño del que no se van a olvidar.
«Nadie se preocupa de lo que contamina la moda 'low cost', de usar y tirar»
-Pernas, Ángel Schlesser, Adolfo Domínguez... Ninguna de estas firmas cuenta ya con el trazo en sus diseños de sus creadores. ¿Qué ha pasado con los diseñadores? ¿Se siente como el último mohicano?
-Esto es algo que sólo pasa en España. En el resto del mundo, en las grandes ciudades de la moda, como París o Milán, al diseñador, aunque la firma la compre una empresa mayor, si es bueno, lo mantienen o van a buscarlo. Quieren a las cabezas visibles, a los realmente buenos. Pero dada la situación actual de España ¡verdaderamente me siento como si yo fuera el mayor, cuando era el jovencito! (risas) Ahora soy yo el que está en primera línea. Tenemos una cantera muy buena. En España no se cree en los diseñadores. Algo impensable en lugares como París, donde incluso compañías como Louis Vuitton hacen concurso para nuevos talentos, a los que les dan la oportunidad de trabajar en grandes marcas. Es una pena.
-El 'low cost' ha democratizado la moda. Sin embargo, empuja a un consumo rápido y poco exigente. ¿Es un buena aliado, si se ve como complemento, o es un lobo con piel de cordero?
-Este consumismo desorbitado de ahora, no es bueno. Tanto hablar del medio ambiente, de la necesidad de protegerlo, de la Cumbre del Clima... y, sin embargo, nadie se preocupa de lo que contamina la moda 'low cost'. Todas esas toneladas de ropa mala que cada día se tira a la basura en todo el mundo va a pasarnos factura. Hay que comprar prendas buenas, que nos vayan a durar varios años y no de usar y tirar, que no hay forma de reciclar. Hay que retroceder y volver a la mentalidad de consumir menos y mejor calidad.
-«Si no se vende, es un fracaso». Esta frase es suya. ¿Lo creativo depende más de lo que le gustaría de lo comercial?
-Sí, lo he vivido en mis propias carnes. He hecho colecciones súper aplaudidas por la crítica, que después no se han vendido bien. Y al revés. Al final, esto se mantiene gracias a la venta. La creatividad está reñida con la comercialización. Hay que llegar a un equilibrio. Hay que crear cosas nuevas y bonitas, pero que gusten.
-¿Y cómo lo hace para encontrar lo que gusta? ¿Se fija en la gente cuando viaja, por ejemplo, o cuando va a algún festejo?
-No. Porque soy muy crítico. Creo que cada vez se viste peor. ¡Voy a una boda, y me desespero! Voy a un concierto al Teatro Real y me pongo de los nervios al ver cómo va la gente vestida. Casi prefiero ir como los burros, con orejeras y mirar sólo para el frente, porque me frustro. Prefiero ver esas películas antiguas, maravillosas, en blanco y negro, en las que iban a la oficina con tocado y a la opera con plumas, joyas y vestidas de largo. Ya se que no es la realidad, pero es que la de ahora es muy dura.
-¿Qué queda del Jorge Vázquez que se formó con Pernas?
-Todo. Fue mi escuela. Luego aprendí a base de esfuerzo y de palos. Pero tengo la misma ilusión y ganas. Sigo trabajando las mismas horas o más. Pero lo que se valoraba en aquella empresa, la calidad, cómo estaban hechas las prendas, el patrón, las telas..., todo eso sigue siendo para mi fundamental.
-Tiene una estrecha relación con Santander, donde se pueden encontrar sus diseños. ¿Cómo ve a la mujer cántabra?
-En el norte se viste muy bien y en Santander, especialmente. Por ello, la línea Pertegaz se vende en la tienda Percha, del Paso de Pereda, y la colección Jorge Vázquez, en Yowe, en Castelar. Pienso que la gente es muy elegante en esta ciudad, que me han descubierto mi mano derecha, el santanderino Pablo Galán, que lleva nueve años en mi equipo, y también Lara Vidal, responsable de compras de JV. En las ciudades pequeñas, a la gente le gusta cierta exclusividad, para no encontrar a cinco igual vestidos que ellos.
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