Melendi también es de primera
El asturiano, que celebró desde El Malecón cómo su Oviedo lograba el ascenso, regaló un espectáculo sencillo, cercano, eficaz y emotivo
Tiene un punto de crueldad. Celebrar en El Malecón, delante de muchos de los aficionados que, un fin de semana sí y un fin de ... semana no, se acercan al estadio a sufrir con la Gimnástica, el ascenso de tu equipo a Primera División. El de Melendi, cabeza de cartel de la tercera y última jornada Música en Grande, tuvo que ser un concierto de los buenos, porque al bajarse del escenario hasta los más forofos del club torrelaveguense ya se lo habían perdonado. Perdón para aquellos que piensan que el fútbol está hasta en la sopa, pero esta vez las referencias están justificadas para resumir un espectáculo en el que el asturiano repasó sus 22 años de carrera y demostró que, tras muchos cambios de registro musical y estilístico -de las rastas pasó al estilo quinqui y luego al pijo antes de continuar sus evoluciones, como se vio en el vídeo de presentación-, ya se ha convertido casi en un clásico de la música nacional, con fans de todas las edades.
Un clásico sencillo que también fue de primera. Salió con vaqueros y camiseta negra básica. Sin una gran puesta en escena, ni brilli-brilli, ni un equipo de baile… Ni falta que le hacía, porque lo que sí hubo fue una gran conexión con el público. Para los de más de 30 o 35 años -esos a los que el fenómeno de la argentina Emilia que actuó el viernes ya se les queda un poco lejos y que empezaban a comprar discos cuando Melendi debutaba-él y no ella ha sido el plato fuerte de esta edición del festival. A ojo, en número de espectadores, ganó el asturiano.
«Se nota que hoy está feliz», decía un joven desde el césped. Para comparar y saber si el subidón emocional se tradujo en un mayor espectáculo habría que estar en el resto de conciertos de la gira, pero quizás algo influyó la victoria del Oviedo. En los primeros minutos, medio en broma medio en serio, entre canción y canción, Melendi no se quitó el tema de la boca. «Hoy estamos un poco nerviosos aquí arriba», dijo al salir al escenario a las 23.27 horas. En plena prórroga y con ventaja de los suyos. El arranque estaba previsto a las once de la noche y se había extendido el rumor de que no saldría hasta que acabara el partido, pero más o menos cumplió. «¿Aguantamos?», bromeaba tras 'El parto', el primero de los temas que interpretó. Después 'Tocado y hundido', 'Con la luna llena', 'Mi primer beso'. A ratos rumbero, a ratos popero y a ratos rockero, por cantar, cantó hasta el alirón. Fue tras el cuarto tema: «Definitivamente ya es de Primera. Esto pasa una vez cada 25 años. No voy a olvidar este concierto nunca». De lo que sí se olvidó fue de saludar a Torrelavega y a Cantabria -no pronunció ninguna de las dos palabras-. Aunque estuvo tan cómplice con el público, que tampoco importó demasiado.
A partir de ahí, ya sí, solo música, no fútbol. Melendi no tocó una guitarra ni un piano, los dos instrumentos que maneja. Ni falta que hizo. Sin bailar, recorrió muchas veces el escenario, se sentó solo en dos ocasiones y hasta tuvo que parar para toser porque se tragó un mosquito. 'Barbie de extrarradio', 'Como una vela', 'Loco', 'Arriba Extremoduro'... Antes del broche y apogeo con 'Lágrimas Desordenadas', escogió 'Gracias por venir' el tema de su último disco en el que recopila estrofas de todos los anteriores y que cerró con una reflexión: «Hagamos que no todas las mismas opiniones tengan el mismo crédito. Que todas las guerras sean en la cama. Que no todas las despedidas sean amargas».
Por poner alguna pega, hubo quien echó en falta algún tema más del primer disco, el que le catapultó. Solo cantó uno y, al menos a los de 35 para arriba, les supo a poco. Así tiene excusa para volver a Torrelavega y se podrán redimir los que tenían entrada y decidieron quedarse en casa porque los truenos y relámpagos amenazaban con una lluvia que apenas se hizo notar. ¡Menudo conciertazo te has perdido, Sara!
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.