«Huyo de lo que está de moda, creo en potenciar el estilo propio»
La charla del sábado ·
Paula de Vicente es dueña de dos tiendas en Santander, acaba de instalarse también en Bilbao. Los nombres de sus proveedores son «secreto», fruto de «mucho oficio y amor»
Paula de Vicente (Santander, 1972) se guía por el taoísmo en alimentación y estilo de vida; es positiva y con un punto rebeldía que delatan sus tatuaje en manos y brazos. Es propietaria de las tiendas de moda Colette y Zona Coolto, ambas en la calle Arrabal de Santander, y acaba de inaugurar otra tienda, Zona Coolto, en la calle Rodríguez Arias de Bilbao. Está ligada a la moda desde niña. Su madre es Araceli Núñez, que desde hace 40 años se dedica al mundo de la moda con su boutique Percha. En sus inicios, Paula empezó los estudios de diseño, pero resultó «demasiada disciplina». Ella es más libre, y le funciona. Detrás de su éxito empresarial sin escuela hay «mucho oficio, trabajo y amor».
-¿Cómo surge su interés por la moda?
-Desde niña, por mi madre. He crecido siempre rodeada de moda. Empecé a estudiar diseño en Barcelona, pero no era para mí la escuela y no lo acabé. Demasiada disciplina. Yo funciono de otra forma, es difícil encarrilarme. Así que decidí volver a Santander y lanzarme con la primera tienda, que supuso ilusión y también miedo.
-¿Bajo qué premisa decide crear su tienda multimarca Colette?
- No creo en la revista 'Vogue' ni nada parecido. Yo creo en potenciar el estilo propio. Me gusta la mujer con prendas atemporales, no sólo tendencia. Para mí una mujer sexy no es la que va ceñida. Veo más lo sexy en la calidad de los tejidos amplios, cómo envuelven el cuerpo y cómo el cuerpo se mueve dentro de ellos.
-¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?
-La relación que tengo con mis clientes en Colette, que confían en mis consejos. Cuando compro colecciones, las visualizo y sé lo que les sentará bien. Rara vez me equivoco. Esto te lo dan los años y el trato con el cliente. También disfruto con la gestión de las tiendas. Me vuelco con los escaparates y cuido mucho las redes sociales, que me han venido genial porque no requieren mi parte presencial en reuniones sociales, ya que soy algo tímida y muchas veces me pasa que no sé qué decir. Me ocupo del márketing, el 'visual' y el estilismo.
-¿Qué diferencia hay entre sus dos firmas?
-En Colette está mi sello, con colecciones muy libres y donde la calidad prima por encima de todo. Zona Coolto abarca más rango de edades y tallas y sin la barrera del precio. La horquilla es desde 14 a 104 euros. La relación calidad precio es muy buena.
-¿Quiénes son sus proveedores?
-Para Colette compro en la Semana de la Moda de París y Milán. Viajo mucho, cuatro o cinco veces al año acudo a ver colecciones, luego regreso, respiro mi ciudad, pienso lo que quiero y vuelvo a encargarlo. Tengo firmas muy conocidas italianas y francesas a partes iguales y mi relación con los diseñadores es muy estrecha. El estilo étnico está presente, pero apuesto por tejidos de alta calidad y prendas atemporales más que por las tendencias. Los proveedores de Zona Coolto son secreto, fruto de mucho oficio, mucho patear y trabajar con amor.
La conocerás por la tinta de su piel
No se los volvería a hacer, pero los tiene y hablan de ella. El primero de sus tatuajes es una flor «con el que mis amigas y yo marcamos el final de la etapa del colegio». Paula de Vicente estudió en un internado inglés donde se hizo amigas multiculturales que le ha dado «mayor grado de tolerancia» y «una visión amplia del mundo». Una amiga china le introdujo en la filosofía taoísta que rige su vida, en cuanto a alimentación y estilo. París fue la ciudad donde se tatuó «para celebrar la apertura de la tienda Colette». El tercer tatuaje (de los que no le importa hablar) se lo hizo en Etiopía, país al que viajó con una de sus mejores amigas, que es de allí.
-¿Cómo de importante es la ubicación de una tienda?
-El primer Colette lo abrimos, junto a mis socios entonces, en la calle Ruamayor. Fue ilusionante, nos divertimos mucho, pero no pasaba público. Después, me trasladé, ya por mi cuenta, a la calle Arrabal. Cuando me instalé en esta calle se notaba cierta efervescencia comercial, algo palpitaba. Cuatro meses más tarde, se quedó vacío el local de enfrente y vi la oportunidad de montar la otra línea Zona Coolto. Estar enfrente me permite controlar las dos tiendas. No nos hacemos competencia, al contrario, se complementan muy bien.
-¿Cómo fue la separación con sus socios?
-Siempre bien, no van conmigo los conflictos. Cuando se acaba una relación profesional o sentimental, no rompo la relación de personas. Siempre mantengo la cordialidad e intento hacer las cosas fáciles para todos. No me guío por reglas o imperativos, sino más bien, de una forma libre.
-¿Cómo fue la inauguración de su nueva tienda en Bilbao?
-Fenomenal, vino mucha gente a la que quiero y sé que otros no pudieron ir pero les habría encantado. Recientemente he cerrado la tienda que teníamos en Castro Urdiales, que ha resultado una plaza complicada. Creo que en Bilbao va a ser más fácil de llevar y casi está a la misma distancia.
-¿Cómo será la gestión de las tres tiendas?
-Con mucho estrés, pero yo soy estrés, he aprendido a vivir con ello. Cuando quiero quitármelo, abrazo a mis hijas, aunque espero no pasárselo (ríe).
-¿Qué es tener estilo?
-Personalmente, huyo de lo que está de moda. Puedes llevar todas las firmas del mundo encima, que si no estás cómoda con lo que llevas y no te sientes segura, no transmitirás estilo. Mis clientes arriesgan y tienen mucho estilo. De hecho, mis blogueras son mis propias clientes.
-¿Qué peso tiene la venta por internet en sus negocios?
-Cuido mucho la parte digital, que me permite mantener un contacto directo con mis clientes y ofrecer un buen servicio. En mi caso, no compro por internet porque me gusta tocar la ropa y ver la sensación que se crea en uno mismo.
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