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La 'patrulla canina' de Cantabria
Historia visual

La 'patrulla canina' de Cantabria

Conoce a la plantilla. Doce perros, unos expertos en búsqueda de explosivos y otros en drogas, forman parte de la Unidad de la Policía Nacional

Ana del Castillo

Santander

Domingo, 11 de mayo 2025

Roxy es obediente y muy disciplinada. Es verdad que quienes tratan a diario con ella reconocen que su carácter es «algo arisco», pero eso le sirve para centrarse más en su labor: encontrar explosivos en los lugares más recónditos. Tan eficiente es en lo suyo, que el año pasado fue uno de los diez perros seleccionados de toda España para participar en el dispositivo de seguridad de los Juegos Olímpicos de París.

Esta pastor belga forma parte de la Unidad Canina de la Policía Nacional en Cantabria. Junto a ella hay otros once perros-agentes, como Uri, Día, Lisye (que se jubilará próximamente), Dita, Frodo... En total, doce perros, dos para cada uno de los seis guías caninos que forman el departamento.

Un equipo de El Diario Montañés se ha acercado a las instalaciones de la Jefatura Superior de Policía, en la avenida del Deporte, en Santander, para conocer cómo funciona el equipo.

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AUX STEP FOR JS

Sería extraño, aunque no imposible, encontrar un chihuahua en el cuerpo de Policía porque las razas más demandas (por instinto, tamaño, energía y aptitudes) son pastor alemán, pastor belga malinois, border collie y pastor holandés. Por tanto, no son las únicas razas que se adecúan a la labor policial, pero se encuentran entre las que ofrecen mayores garantías.

Como curiosidad, la especialidad de acelerantes de fuego se inició con un perro de queño tamaño, un jack terrier. Era hembra y se llamaba Greta.

En Santander hay dos clases de perros de búsqueda, uno dedicado exclusivamente al rastreo de sustancias explosivas y otro que localiza diferentes tipos de droga, billetes de curso legal y armas de fuego. A nivel nacional, hay más especialidades, como rescate, defensa y acompañamiento, detención de acelerantes del fuego (DAF), localización de personas ocultas (LOPO), restos humanos (REHU) y búsqueda de armas de fuego. «El hecho de que un mismo perro realice búsquedas de drogas, armas y dinero tiene su explicación en que en las investigaciones de delitos del crimen organizado pueden aparecer cualquiera de ese tipo de sustancias/objetos, lo que supone que las búsquedas sean eficaces y con mayores posibilidades de éxito», explica el subinspector Jesús Cotera.

Hacer una foto de familia para el periódico con los seis perros del turno de mañana -«que no se llevan muy bien», señalan los agentes-, parece una tarea compleja. Sin embargo, cuando llega el momento, dan muestra de su obediencia y disciplina. Sus guías los llaman a formar fila, doblan las patas traseras y, estilizados, yerguen su cuerpo.

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Foto de familia con la mitad de la plantilla

McKenzie (el segundo por la izquierda) es el perro más joven de la patrulla. Es un pastor belga de tan solo dos años. La más veterana es Lysie (no aparece en la imagen). Un pastor alemán de 10 años.

AUX STEP FOR JS

Animal y guía pasan casi todas las horas del día pegados, ya que la mayoría de ellos también conviven juntos. Dice el agente Eduardo Salas que los perros, que además de buenos amigos son sus compañeros de trabajo, a través de la correa te sienten: «Saben cómo estás», señala.

No hay una edad concreta para comenzar a trabajar con el can, pero como regla general, no debe ser mayor de un año y medio. ¿Cómo se captan nuevos agentes caninos? A través de compra, cría propia y adopción. «También se obtienen en la Yeguada Militar de Cría Caballar de Ávila, donde se especializan en la cría de perros de trabajo con progenitores de calidad», apunta el subinspector Jesús Cotera.

Etapas desde que llegan al cuerpo

Incorporación

Formación

Trabajo

Jubilación

Etapas desde que llegan al cuerpo

Incorporación

Formación

Trabajo

Jubilación

Etapas desde que llegan al cuerpo

Incorporación

Formación

Trabajo

Jubilación

Etapas desde que llegan al cuerpo

Incorporación

Formación

Trabajo

Jubilación

Una vez en plantilla, el trabajo inicial es la socialización y el vínculo perro-guía, básico para el éxito del adiestramiento. El objetivo de la primera fase, nada más llegar al cuerpo, es que el perro adquiera experiencias, enfrentándole a toda clase de situaciones y estímulos. De este modo, se evita que aparezcan miedos e inseguridades y se consigue un perro equilibrado y sociable. El siguiente paso es potenciar sus instintos de caza, presa y búsqueda a través del juego, para más tarde introducir las sustancias objeto de búsqueda. «Hacemos entender al perro que localizando el olor y señalizando adecuadamente obtendrán su premio (mordedor, petola…). La mayor dificultad estriba en introducir el primer olor, los sucesivos van un poco más rápidos», explica el oficial de Policía Diego Agüero.

En Santander, el adiestramiento de los perros está centrado en las dos especialidades que más trabajan:

-Drogas, armas y billetes de curso legal. Se realiza mediante señalización tipo lapa. El animal se queda quieto con la nariz en el punto donde sale el olor de la sustancia.

-Explosivos: Una vez detectados, el perro se sienta en el lugar que desprende el olor. No toca nada y tampoco ladra.

En la Unidad trabajan en turno de mañana o tarde, existiendo las 24 horas un servicio de incidencias ante cualquier emergencia que surja. Nada más llegar a las dependencias, el trabajo diario comienza con el esparcimiento de los perros que duermen en las instalaciones. Entrenamientos, juegos, cepillado si fuera necesario y requisas preventivas de explosivos en edificios oficiales o instalaciones críticas.

Esta plantilla, formada por los 12 perros y los seis policías, colabora con la Brigada de Extranjería y Fronteras en operativos de su competencia, por eso es habitual verles en zonas como el ferry o el aeropuerto Seve Ballesteros.

Aunque no todos duermen en las instalaciones de La Albericia, poseen un dormitorio individual donde poder descansar

Cada perro tiene una placa (tallada en madera) con su nombre, raza, fecha de cumpleaños y especialidad

Además de enfermería, donde se les realizan pequeñas curas (las enfermedades graves se llevan desde el Ministerio), tienen zona de aseo, para el cepillado, y baño

Los caniles en los que viajan llevan botiquín de primeros auxilios, aire acondicionado, marcador de temperatura, agua y alimentos.

Aunque no todos duermen en las instalaciones de La Albericia, poseen un dormitorio individual donde poder descansar

Cada perro tiene una placa (tallada en madera) con su nombre, raza, fecha de cumpleaños y especialidad

Además de enfermería, donde se les realizan pequeñas curas (las enfermedades graves se llevan desde el Ministerio), tienen zona de aseo, para el cepillado, y baño

Los caniles en los que viajan llevan botiquín de primeros auxilios, aire acondicionado, marcador de temperatura, agua y alimentos.

Los caniles en los que viajan llevan botiquín de primeros auxilios, aire acondicionado, marcador de temperatura, agua y alimentos.

Cada perro tiene una placa (tallada en madera) con su nombre, raza, fecha de cumpleaños y especialidad

Aunque no todos duermen en las instalaciones de La Albericia, poseen un dormitorio individual donde poder descansar

Además de enfermería, donde se les realizan pequeñas curas (las enfermedades graves se llevan desde el Ministerio), tienen zona de aseo, para el cepillado, y baño

Los caniles en los que viajan llevan botiquín de primeros auxilios, aire acondicionado, marcador de temperatura, agua y alimentos.

Cada perro tiene una placa (tallada en madera) con su nombre, raza, fecha de cumpleaños y especialidad

Además de enfermería, donde se les realizan pequeñas curas (las enfermedades graves se llevan desde el Ministerio), tienen zona de aseo, para el cepillado, y baño

Aunque no todos duermen en las instalaciones de La Albericia, poseen un dormitorio individual donde poder descansar

Muro de honor con los nombres, tallados en madera, de todos los perros que han trabajado en la Unidad. Juanjo Santamaría

Desde que la Unidad se creó en 2003, aunque no fue hasta el año siguiente cuando quedó totalmente operativa, con la llegada de guías canino y perro de especialidad, ha habido 52 perros policia, como atestigua el 'muro de honor' que decora de las paredes de las instalaciones de La Albericia.

El merecido descanso

Aunque hay excepciones, como ocurre con las razas, la norma general marca los 8 años como edad de jubilación de estos perros. «El hecho de elegir esa edad no es porque ya no pueda trabajar, sino para darles un retiro tras unos años de servicio y que así puedan disfrutar del merecido descanso», señala el subinspector Jesús Cotera. Tras su servicio en el Cuerpo, los perros se quedan con su guía o se dan en adopción. Eso sí, tras un estudio pormenorizado de la familia de acogida y con un seguimiento de las condiciones en las que se encuentra el animal. Hay dos asociaciones que se encargan

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Fotos: Juanjo Santamaría. Vídeo: Pablo Bermúdez.

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