La valla del último tramo antes de llegar a Torrelavega es un larguísimo mural de firmas.
Las vallas más altas tienen grafitis en dos alturas, unos encima de otros.
Los grafiteros han 'desvirgado' la zona del nuevo vial elevado a medio construir en Rinconeda.
Las pintadas llegan a la parte trasera de radares y paneles informativos.
Vista de la zona de obras del nudo de Torrelavega.
Los coches circulan entre los grafitis, que llaman la atención de los que pasan.
Imagen del nuevo vial, aún en construcción y ya tomado por las firmas.
Los últimos kilómetros, antes de llegar a Torrelavega, concentran buena parte de las firmas.
En el último tramo de valla (con algunos paréntesis) hay más de cien firmas.
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