La 'vuelta al cole' de los abuelos
La Asociación de Pediatría Española advierte del 'síndrome del abuelo esclavo' y pide que «no se les sobrecargue» con el cuidado de los nietos
Suena el timbre que pone fin a las clases y en las puertas de los centros escolares de Cantabria la figura del abuelo cobra protagonismo. Algunos tienen 65 años y están en plena forma. Otros superan los 75 y los achaques pasan factura y restan facultades. Se calcula que «el 33,1% de los mayores españoles colabora con su familia en el cuidado de menores», según la 'Encuesta sobre Personas Mayores' del Imserso del año 2016. Ante la mayor implicación de la tercera edad en las funciones de los padres, la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (Aepap) alerta de que la 'vuelta al cole' de los abuelos puede generar «el síndrome del abuelo esclavo» con síntomas de «angustia, fatiga y estrés».
Los abuelos son conscientes de que el modelo de familia actual se sustenta con dos salarios, por lo que se muestran comprensivos. «Nos toca ahora tirar del carro». Además, aseguran que disfrutan del cuidado de sus nietos, con quienes surge «más complicidad» y, lejos de cansarse, les revitaliza. «Me vuelvo más activa y eso me encanta», asegura una abuela, María, que cuida por las tardes a su nieta de ocho años desde que nació. «Mi hija estudia y trabaja», añade. «Yo me ocupo de su hija para que ambas tengan un futuro mejor».
Geriatras y psicólogos de la Aepap señalan que existen ciertos riesgos para las personas mayores que realizan este cometido si se produce «una carga excesiva, situación de tensión o sentimiento de culpa». ¿Dónde está el límite? Hay consenso entre sociólogos, gerontólogos, psicólogos y representantes de mayores en que, para no abusar de los abuelos, «el límite está en respetar sus aspiraciones y capacidades». «El cuidado de los nietos debe ser una actividad placentera y no una carga», apunta la doctora Ana Lorente García-Mauriño.
Ciuco Antón, de 66 años, 42 de ellos dedicado a la docencia, ya se ha jubilado y ahora tiene «tiempo de sobra para dedicarle a los nietos y ayudar a los hijos». Al más pequeño, Luka, le lleva y le recoge en el periodo de adaptación del aula de dos años. «Si no vengo yo, con este horario de la adaptación, no sé cómo los padres pueden organizarse», comenta. Padre de cuatro hijos y con siete nietos, él y su mujer han colaborado mucho en la crianza de la familia. Por suerte, «me han pillado físicamente bien, me gusta hacer deporte, así que no me cuesta tirar de los nietos. Esto me coge dentro de diez años y no podría», asegura. «Lo que está claro es que los abuelos mimamos más a los nietos, eso es así, y si no les gusta, pues ya saben...».
Con 75 años cada uno, el matrimonio compuesto por Antonio y Sabrina recoge cada día puntual a su nieto de dos años en el Colegio Salesianos. «Sus padres trabajan y no pueden venir. La vida nos ha dado este nieto y tenemos que luchar por él», señalan. «Le recogemos de la guardería desde que el pequeño tenía un añito y no he visto niño más inquieto y más extrovertido», dice su abuelo. Reconocen que les pilla mayores y que el crío tiene más energía que ellos, «pero también estrechamos el vínculo» y «surge entre nosotros mucha complicidad», añaden orgullosos de poder poner su granito de arena. «En nuestro caso, es la abuela la que mima al nieto y yo soy más firme. Cuando quiere algo sabe adónde ir. Nos tiene cogidos el punto», ríe.
Hábitos saludables
Según esta asociación, un estudio del año 2017 detectó «más problemas de peso, dieta inadecuada y menor actividad física en niños cuidados por sus abuelos». También existe «una mayor tendencia a la exposición pasiva al tabaco». En el lado positivo, en caso de separación de los cónyuges, la figura del abuelo «aporta estabilidad a los nietos» y, con frecuencia, ellos acompañan a los menores a las consultas médicas.
Recomendaciones
Desde la Aepap recomiendan establecer una especie de 'pacto' interfamiliar, que incluye algunos puntos clave:
1- Es importante que los padres valoren el trabajo de sus propios padres (los abuelos). No deben pedir al mayor más de lo que quiere o puede hacer. Depende de la edad y del estado de salud del abuelo. Los padres son los responsables de sus hijos y no pueden delegar sus funciones.
2- Por otro lado, los abuelos deben respetar las decisiones de sus hijos respecto a la alimentación, el ejercicio físico, etc.
3- Es conveniente que hablen con confianza, sin miedos ni chantajes y resuelvan sus diferencias.
4- Si hay un conflicto, se debe solucionar de manera positiva. Hay que llegar a acuerdos, sin discutir y menos delante de los niños, como señala la pediatra Teresa Valls Durán en un artículo publicado en la web de la Aepap.
5- Se deben establecer algunos límites razonables en la crianza de los niños, comunes para padres y abuelos. Los límites serán pocos, razonables, rígidos, irrenunciables, firmes y puestos en un momento en el que se está sereno.