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¿Sabías que…? 5 datos curiosos sobre la Eurocopa femenina que te sorprenderán
La Eurocopa Femenina rompe moldes. Más que un torneo, es una fuente inagotable de historias, récords y sorpresas que revelan la fuerza y evolución del fútbol femenino en Europa. ¿Listo para descubrir cinco curiosidades que quizás te hayas perdido?
La Eurocopa Femenina vive un momento de máxima efervescencia. Más allá de la competición en sí, este torneo se ha convertido en un escaparate donde se entrelazan historias fascinantes, hitos que rompen moldes y momentos que evidencian la profunda transformación del fútbol femenino en Europa.
Cada edición suma nuevos récords, revela talentos emergentes y consolida la pasión de millones de seguidores que ya no solo ven el fútbol femenino como una alternativa, sino como una fuerza imparable. En este contexto vibrante, te invitamos a descubrir cinco datos curiosos que seguramente te sorprenderán y te harán ver la Eurocopa desde otra perspectiva.
1. La jugadora más joven en marcar en una Eurocopa
Con apenas 18 años y 342 días, Vicky López ha hecho historia al convertirse en la jugadora más joven en marcar con la selección española en una Eurocopa, concretamente ha sido en el primer partido de este 2025 contra Portugal. La delantera del Barça fue titular en su estreno en un gran torneo continental y no desaprovechó la oportunidad: firmó un tanto que, además de inaugurar su cuenta con la absoluta en una gran cita, la ha colocado en lo más alto de la estadística.
Hasta ahora, el récord lo tenía Alicia Fuentes, que marcó con 19 años y 33 días ante Francia en la Eurocopa de 1997. Por detrás quedaba Alexia Putellas, que anotó su primer gol europeo con 19 años y 158 días, en la edición de 2013. Eso sí, el récord absoluto de precocidad en la Eurocopa sigue siendo para la noruega Isabell Herlovsen, que marcó con 16 años, 11 meses y 17 días frente a Francia en junio de 2005.
2. Máximas goleadoras históricas de la Eurocopa Femenina
Cuando se habla de artilleras de la Eurocopa femenina, hay nombres que se imponen por pura contundencia. La máxima goleadora histórica del torneo es la alemana Celia Okoyino da Mbabi, con 19 goles. Su olfato goleador y su capacidad para aparecer en los momentos clave fueron decisivos en la hegemonía de Alemania durante varios torneos.
Le sigue su compatriota Birgit Prinz, con 17 tantos. Más allá de su instinto para el gol, Prinz fue liderazgo, inteligencia táctica y presencia. Una jugadora que marcó una época y dejó una huella profunda en el fútbol europeo. En tercer lugar, aparece la danesa Gitte Krogh, con 14 goles, una figura clave en una Dinamarca que peleaba por abrirse paso cuando el fútbol femenino apenas recibía atención mediática.
3. Italia y Noruega, las selecciones más presentes en la Eurocopa Femenina
Desde la primera edición oficial de la Eurocopa Femenina en 1984, dos selecciones han marcado su constancia en el torneo: Italia y Noruega. Hasta 2025, estas dos potencias del fútbol europeo solo se han perdido una edición cada una.
Italia no participó en la edición de 1995, mientras que Noruega fue ausente en la inaugural de 1984. Esto significa que ambas selecciones han disputado 10 Eurocopas cada una, lo que las convierte en las más presentes y consistentes en la historia del campeonato. Esta última, además, cuenta con un palmarés destacado, con dos títulos de campeona (1987 y 1993) y un subcampeonato (1991), mientras que Italia ha ido ganando protagonismo y mejorando su nivel competitivo, acercándose cada vez más a la élite del continente.
4. España y la espera más larga para volver a la élite
La selección femenina española debutó en una fase final de la Eurocopa en 1997, pero tras esa primera participación tuvo que esperar 16 años para volver a clasificarse para el torneo, no logrando su regreso hasta la edición de 2013. Esta espera sigue siendo la más larga entre las selecciones europeas que han disputado la Eurocopa femenina.
Desde entonces, España ha vivido una transformación espectacular. Aunque todavía no ha logrado conquistar la Eurocopa –su gran asignatura pendiente que puede lograr próximamente–, la Roja femenina dio un salto cualitativo y competitivo que la llevó a proclamarse campeona del mundo en 2023, un hito histórico que ha impulsado aún más el crecimiento y la popularidad del fútbol femenino en el país.
Esta evolución demuestra que, aunque la espera para asentarse en la élite europea fue larga, la apuesta por el talento, la formación y el profesionalismo ha llevado a España a ser hoy una potencia mundial, con un equipo joven y dinámico que apunta a conquistar la Eurocopa en un futuro cercano.
5. Alemania, la gran ganadora histórica de la Eurocopa femenina
Hablar de la Eurocopa femenina es hablar, inevitablemente, de Alemania. Ninguna otra selección ha dominado el torneo con tanta autoridad: ha ganado 8 de las 13 ediciones disputadas hasta 2025. Y lo más sorprendente es que entre 1995 y 2013 encadenó seis títulos consecutivos, una hegemonía casi irrepetible en el deporte de selecciones. En otras palabras: durante casi dos décadas, cada vez que se jugaba una Eurocopa femenina, el trofeo ya tenía destino reservado.
Su dominio no fue solo cuestión de títulos, sino también de estadísticas apabullantes. En 2009, por ejemplo, Alemania marcó 21 goles en una sola edición, el mayor registro ofensivo jamás logrado por una selección en este torneo. Y en 2005, selló su campeonato sin encajar ni un solo tanto, lo que refuerza su imagen de equipo prácticamente imbatible.
Esta supremacía convirtió a las futbolistas alemanas en referentes globales mucho antes del boom mediático del fútbol femenino. Nombres como Birgit Prinz, Inka Grings o Ariane Hingst no solo levantaron trofeos: construyeron una identidad. Y aunque en los últimos años otras selecciones como Inglaterra, Países Bajos o España han emergido con fuerza, el legado alemán sigue siendo la vara de medir.
La Eurocopa Femenina 2025 no es solo fútbol: es historia viva, identidad, talento en estado puro. Detrás de cada gol, cada récord y cada debut, hay un largo recorrido de evolución, de lucha por el reconocimiento y de conquistas silenciosas que hoy hacen ruido en los estadios. Y lo mejor, quizá, es que aún queda mucho por contar.