Cuatro miradas con arte

Hay un armazón casi invisible que sustenta las próximas miradas de Femenino plural. A modo de relatos muy definidos, la nueva exposición anual propone un trayecto de collage, fotografía, dibujo, técnicas y formatos que compone cuatro lecturas artísticas que buscan su lugar en el mundo y una interpretación del entorno. Esta ecuación mujer y arte propicia desde finales de este mes la nueva propuesta de una veterana serie. Es ya la decimotercera muestra bajo esta concepción y criterio que ha permitido trazar una panorámica durante estos años de la creación plástica surgida por artistas de la comunidad. La Sala Mauro Muriedas de Torrelavega inaugura esta cita, tras una idea de Luis Salcines, el próximo día 26 que, durante más de un mes, permanecerá abierta al publico.

Diversidad de miradas, técnicas, también de trayectorias e intenciones, constituyen el fundamento de esta cita colectiva en cuanto a su génesis, pero individualizada por la personalidad creativa de cada una de las participantes. Visualización poética, objetos, imágenes, lo sensorial y lo plástico, lenguajes y habitaciones propias plasmadas en las obras de Sara Huete, Teresa Vivas, Veronique Sobrado y Eva Palazuelos. En la serie Femenino plural confluyen, desde su puesta en marcha, objetivos como los de visibilizar y difusión del trabajo profesional de las mujeres en el arte, acercamiento para evitar la brecha profunda entre el púbico y el arte y, sobre todo, la existencia de una ventana más en favor de la igualdad. Un dato revelador indica que pese a que entre el 60% y 70% de los licenciados en Bellas artes son mujeres, las artistas no se encuentran representadas de la misma manera en las programaciones de los museos, centros de arte o galerías.

Ironía existencial, poesía visual, ilustraciones de territorios lingüísticos y yuxtaposición de imágenes capturadas en hemerotecas, rastros, tiendas, archivos... se funden en la inconfundible mirada personal y el universo de la artista santanderina Sara Huete. En Torrelavega reunirá una selección de sus últimas piezas. Creadora, bibliotecaria y licenciada en Filosofía, Sara Huete, actual directora el Centro Cultural Doctor Madrazo en Santander, eligió el collage como principal forma de expresión artística, que ha mostrado en galerías de toda España. Su trabajo como ilustradora también puede verse en distintas publicaciones.

Sara Huete (Santander, 1958) pasó el confinamiento rodeada de tijeras, revistas y una serie de objetos con los que hace sus collages. Cuatro de esas obras, en una limitada y cuidada edición impresa por Bedia Artes Gráficas, formaron parte de una carpeta benéfica para la Cocina Económica. Sus 'historias recortadas' dominan una iconografía plástica inconfundible.

Sara Huete cuenta historias «recortando papeles, rescatando pequeños objetos, fruslerías, de una muerte segura». Desde los ochenta continúa trazando un mapa y reinventando una geografía de cosas y lugares. Durante sus muestras individuales, proyectos colectivos y presencia en ferias (Madrid, Sevilla, Lisboa, Barcelona, Turín y Frankfurt....), ha mostrado su contundencia poética a través de reconstrucciones, rescates, objetos revitalizados, afán de vocabulario, disciplina destinada a la emoción y palabras resucitadas que configuran una coreografía singular y sensible, exenta de modas.

Por su parte, Teresa Vivas (Madrid, 1974), que vive y trabaja en Santander desde 2004, es una artista principalmente autodidacta que se considera «en constante formación».

Ha realizado estudios y cursos en varias academias de arte en Madrid y Santander. Entre sus exposiciones más recientes destacan colectivas como 'Quijotes del Arte, la capacidad de la mirada' en la Biblioteca Central de Cantabria; 'La Grúa de Piedra: Icono Cultural' (Palacete del Embarcadero, 2017), integrARTE' en Matadero, Madrid, 2018) e individuales como 'Perversos Polimorfos' en la Sala Miriñaque, y en la Fundación Bruno Alonso. En Femenino Plural presenta la serie 'Militium Superbia', que consta de 17 obras realizadas combinando diferentes técnicas. Todas tienen como base el dibujo, aunque la autora emplea otros métodos como el grattage, collage y técnicas de encuadernación. Una de sus principales características consiste en introducir objetos reales (en su mayoría auténticos), «buscando dotar así a sus obras de un matiz aún más real». Basada en la Primera Guerra Mundial, su finalidad no deja de ser otra que la de plasmar de una forma personal el horror que supone cualquier guerra, principalmente a través del personaje del soldado. Como especímenes observados a través de un telemicroscopio por un experto entomólogo, «expone la homogenización y la imposición de una identidad uniforme y simplificada a la que, en ocasiones, se ve sujeta el ser humano, especialmente durante los periodos de crisis».

En Veronique Sobrado siempre ha primado esa necesaria pausa antes de elegir el territorio idóneo para las expresión de emociones. La plástica, con el legado de su padre, parece imponerse. Es un microcosmos nostálgico con referencias a viajes y ciudades. Pero la creadora, desde los años noventa especialmente, se ha asomado a través, no sólo de la pintura, sino de la fotografía, la literatura, lo audiovisual.

En la sala Mauro Muriedas reúne bajo el epígrafe 'Del interior' una serie de acrílicos sobre lienzo. Son cajas que realiza desde hace un tiempo con material reciclado (de zapatos o de botellas, además de cartones, cajas de medicamentos, cerillas etc.), más cinco retratos fotográficos en blanco y negro de años atrás (entre ellos uno de Pedro Sobrado). Y en su obra prima la minuciosidad del dibujo y un intenso trabajo del color y composiciones armoniosas en las que nunca falta alguna referencia a la vida cotidiana. La Sala Bretón, Caja Cantabria, Espacio Garcilaso y Galería Este han acogido su obra. En este arranque de año precisamente expone con el colectivo Kirguise en el Centro Madrazo.

'Caminando' fue el epígrafe de la primera muestra individual de la santanderina Eva Palazuelos (1984) celebrada en la Fundación Bruno Alonso.

Ahora mismo, su fotografía comparte espacio el curioso diálogo con su padre, el fotógrafo Pedro Palazuelos, en la muestra 'De tal Palo, Tal Astilla' en la propia Sala Muriedas. Antes sus miradas ya formaron parte de 'Retratos de Poetas', en la Librería Gil; en '25 años de fotografía social' y 'Autorretrato', ambas en la desaparecida galería Zoom. Eva Palazuelos vive y trabaja en Londres desde 2015. Cuenta con más de una década de experiencia como fotógrafa especializada en retratos, arquitectura, fotografía documental y de eventos. Su trabajo se centra en «explorar estados anímicos y emociones en las personas y lugares». Y ha trabajado como fotógrafa en Richard Caplan Photographic (St James´s, Londres) durante los últimos cuatro años.