«Si no te emocionas al escribir, tampoco podrás conmover al lector»

La de ayer, según señaló, también fue la primera vez en la que dio a conocer a lectores detalles de su nueva historia: 'El camino del fuego' (Destino) en un acto que organizó el Aula de Cultura de El Diario Montañés y que fue presentado por Luis Revenga, presidente de El Diario; Manuel Ángel Castañeda, presidente del Ateneo, y Javier Menéndez Llamazares, escritor y crítico literario del periódico.

Siete años después de dar a conocer a esta teniente, que durante las cuatro entregas anteriores no ha salido de Cantabria para resolver sus crímenes, en esta ocasión se encuentra de bruces con uno de ellos durante sus vacaciones en Escocia, algo que según reconoció ayer María Oruña, «es un riesgo que he querido asumir porque de alguna forma me gusta sacar a mis lectores de su zona de confort». Unos lectores entregados que ayer llenaron la sala del Ateneo y que esperan cada uno de sus libros casi con devoción. Por eso, según señaló: «Intento escribir una novela detectivesca bien distinta cada vez en la que cada uno de los lectores se vaya haciendo preguntas a medida que va avanzado en la historia».

En esta ocasión, les vuelve a proponer un misterio independiente y autoconclusivo, que les permitirá acompañar a sus protagonistas -la teniente Valentina Redondo y su pareja Oliver Gordon- desde las Highlands del siglo XIX hasta las del siglo XXI, viendo cómo las memorias de Lord Byron, supuestamente destruidas hace ya doscientos años, podrían haber permanecido intactas en un pequeño cuarto oculto del castillo de Huntly. «Todo el mundo tiene derecho a irse de vacaciones y con este libro quería deshacer los roles habituales de mis personajes, que sus seguidores conozcan cómo se desenvuelve Valentina fuera de su entorno y de su comisaría», explicó María Oruña, quien también reconoció que ella misma estaba de vacaciones en Escocia cuando cayó en sus manos un libro de asesinatos que, de alguna forma, inspiró una de las tramas de la novela.

El otro gran personaje del libro, que aunque no aparece está presente en toda la trama, es Lord Byron. Un autor que María Oruña considera fascinante y al que rodea un gran misterio pues al parecer sus memorias se perdieron para siempre durante un incendio. Así que en su ficción, la autora decide 'buscar' ese manuscrito. «Hay muchas teorías acerca de esa desaparición y sí fue o no verdadera y me gusta pensar que en algún archivo o en alguna librería hay algún 'tesorillo' escondido con esa firma», aventuró la autora que lo que sí tiene claro es que «parece que los libros de memorias daban mucho miedo». Una teoría que sostiene con varios ejemplos: «A lo largo de la historia de la literatura los libros eróticos, de humor y memorias han sido siempre los más censurados», afirmó.

Otra de las novedades de este libro, según destacó su propia autora, es que ha querido hacer un guiño a las novelas románticas y, por su puesto, vuelve a mostrar su pasión por las novelas históricas. Un género que ya abordó en 'El bosque de los cuatro vientos' y que, en el caso de que algún día se decida a dejar los crímenes literarios, le gustaría volver a abordar.

En 'El camino del fuego' también hace un guiño a la narrativa epistolar, si bien reconoce que no se debe confundir la publicación de la correspondencia con un libro de memorias. «Concibo las novelas como un artefacto, como una maquinaria que está concebida para que sea mostrada al público. Con un principio y un final que cierra todo lo que se cuenta desde las primeras páginas y no creo que las cartas personales se escriban con ese fin. A veces me pregunto ¿qué pinta la correspondencia privada de Emilia Pardo Bazán por ahí?», dijo

En lo que no tiene ninguna duda es que «si no te emocionas al escribir no podrás conmover al lector» y por eso asegura que se lo ha pasado en grande viajando con su protagonista a Escocia. y documentándose para el libro. Y antes de despedirse hizo un avance sobre su próxima novela que fue recibido con aplausos: «Valentina Redondo volverá a Cantabria, a un sitio que no esperáis y en el que va a pasar una cosa alucinante».