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Kenesaw, Georgia, 2019. Imagen de Javier Vila.
'Desde donde estoy', las miradas del encierro

'Desde donde estoy', las miradas del encierro

Photo Art Festival ·

El proyecto de Torrelavega. 'Fotografías para un encierro', impulsado por la Concejalía de Cultura, ha reunido más de 600 imágenes y textos

Guillermo Balbona

Santander

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Jueves, 21 de mayo 2020, 07:11

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Las imágenes del confinamiento han propiciado relatos, historias visibles y agazapadas. Miradas diversas a modo de un álbum colectivo edificado con retratos, escenas, rincones y metáforas de luz y sombra. El cuaderno de campo de la cuarentena ha estado copado por cientos de iniciativas con la fotografía como lenguaje prioritario. El reto ha sido, desde el fotoperiodismo al testimonio personal, pasando por el retrato intimista y la visión artística, lograr resumir en una imagen una forma de vida inédita e insólita provocada por la pandemia del coronavirus. Desde el vínculo con la naturaleza hasta la extrañeza, desde lo cotidiano a la vida nunca detenida, del paso del tiempo a la supervivencia.

En este contexto se ha insertado el proyecto 'Fotografías para un encierro. Desde donde estoy', organizado por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Torrelavega e impulsado desde Photo Art Festival como una manera de responder, tras la sucesión de ediciones anteriores del certamen y el cambio de formato, a la nueva realidad. La iniciativa ha contado con una participación masiva y una implicación cifrada en cerca de 650 imágenes. Además de la singularidad de contar con textos paralelos o complementarios que han sumado otras connotaciones al espíritu de la convocatoria. La exitosa respuesta contribuye a la preparación de una publicación y una exposición que servirá de exponente selectivo y representativo del trabajo.

El Festival, antes incluso del decreto del estado de alarma, ya decidió cambiar el rumbo y trasladar los contenidos, que ya estaban en la calle al año 2021. A su vez y por iniciativa de la Concejalía se impulsó este nuevo proyecto que pudiera recoger, desde la fotografía, «los momentos de enclaustramiento que se preveían largos y donde se iban a producir situaciones nunca vividas, así como experiencias personales de todo tipo».

El éxito de la convocatoria se traducirá en un libro con cien fotografías y otros tantos textos

En su génesis estaba la idea de convocar una acción consistente en tomar fotografías a través de los diversos aparatos o dispositivos en uso, casi todos ellos presentes en la mayoría de los hogares. La idea tenía en cuenta que «las excepcionales circunstancias propiciaban un recurso precioso -el tiempo- que de alguna manera también invitaba a gestionar de una forma creativa, reflexiva, lúdica y participativa», explican los organizadores.

Sin embargo, «a medida que meditábamos sobre su carácter, entendimos que la fotografía necesitaba ir acompañada de un texto que reflejara las sensaciones, emociones, pensamientos, reflexiones y procesos de introspección que en un encierro colectivo podría producir a unos y otros en forma y profundidad distinta». Feliciano López Pastor, director de Photo Art Festival Torrelavega, al frente del proyecto, destaca la calidad de muchas de las imágenes enviadas y el valor sociológico.

«Entendimos que era oportuno incorporar las tesis de los semiólogos que consideran que la imagen y la palabra pueden llegar a completar mejor el mensaje implícito de una escena o situación; de esta manera adoptamos las aportaciones de la semióloga francesa Martín Joly, decidiendo incluir, en las bases del proyecto, el texto como compañero de viaje de la imagen».

La propuesta ha estado acompañada por un diseño de Pepe Terán, que «ha sabido poner simbolismo a las bases, siempre un tanto áridas como suelen ser las premisas, obligadas por otra parte, para una participación de este tipo». Las más de 640 imágenes han llegado al certamen de Torrelavega desde distintos lugares de España. Con una participación muy notoria de Madrid, Cantabria, Barcelona Sevilla, Valencia, Alicante, Zaragoza y Murcia, entre las de más de 30 localizaciones de los trabajos.

Además hay que incluir a los españoles que en el momento del encierro se encontraban en otros países y que, desde sus distantes confinamientos, se han sumado al certamen.

El libro previsto, con motivo de la selección de este proyecto, se ha concebido como una publicación que atenderá a la diversidad temática de las imágenes, de tal modo que la mirada documental, la abstracción, los testimonios, las fronteras entre lo visual y lo poético y las calles que hemos visto», estén representadas. En la obra se incluirán, junto a las imágenes, los textos que los autores han enviado.

El objetivo es celebrar una exposición con las imágenes y, en paralelo, presentar la publicación

Sobre la calidad de los trabajos los organizadores destacan la participación de creadores y autores de reconocimiento nacional, caso de Ciuco Gutiérrez, Manuel Sonseca, Julio Álvarez Yagüe, Xavier Mollà, Luisa Pastor, Vicente López Tofiño, a los que habría que añadir Javier Vila, Santiago Sagredo, Enrique Gutiérrez Aragón, Roberto Anguita, Lucía Lainz, Julia García, entre otros.

En lo que se refiere a la calidad de los textos la pluralidad de formatos y géneros ha caracterizado la respuesta con «construcciones que son pura poesía, prosa poética y otros escritos de gran valor literario que han incorporado una notoriedad especial a este proyecto». Desde los textos, más descriptivos, que «nos daban pistas claras sobre las imágenes, a aquellos en los que la conjunción entre texto e imagen creaba una nueva forma de entender a las personas y esos momentos tan especiales vividos». El libro con las cien fotografías y los otros tantos textos será un reflejo de los sentimientos que han permitido conocer y que «podrían ser una buena base de partida para un trabajo antropológico».

Finalmente se celebrará una exposición en el CNFoto con las imágenes seleccionadas y, en paralelo, se presentará el libro. El objetivo es inaugurar la muestra a mediados de septiembre, en función de las recomendaciones y exigencias sanitarias por la evolución de la pandemia.

La concejala de Cultura, Esther Vélez, ha mostrado su agradecimiento a los participantes en un proyecto que siempre ha pretendido «ayudar a mantenernos unidos y a crear una base documental sobre la cuarentena». Los trabajos recibidos revelan, subraya la concejala, la importancia de una iniciativa que «ha servido de expresión de las emociones, sensaciones y emociones en un periodo complicado».

El fruto tiene un valor doble, a su juicio, el documental e histórico. A modo de base visual y archivo documental su contenido tendrá más notoriedad en el futuro como testimonio y estudio. Y, por otro lado, las imágenes y, sobre todo, los textos «han servido de terapia, reflexión, expresión poética y prosa para contar e interpretar la realidad».

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