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The Rolling Stones, durante su concierto en el festival Desert Trip.
Una década no es nada

Una década no es nada

The Rolling Stones no han descansado ni un año en los once que separan su último disco del siguiente, recién anunciado para diciembre

j. mikel fonseca

Martes, 11 de octubre 2016, 17:42

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Pusieron a la venta 'A Bigger Bang' el 5 de septiembre de 2005. En diciembre de este año, vuelven a la carga con 'Blue And Lonesome', su vigésimoquinto elepé. Lejos de tomarse un descanso -esa palabra no cabe en su vocabulario- The Rolling Stones han invertido estos once años en distintos proyectos y sobre todo, en mucho rock'n roll. Ya lo advirtió Ronnie Wood, guitarrista de la banda: «Vamos a seguir tocando, seguro. Somos como los viejos monjes, esos que nunca abandonan. Vamos a tocar hasta que nos caigamos del escenario... Los Rolling Stones no se separarán hasta que todos los miembros no hayan fallecido».

Aunque lo de nuevo disco tiene su trampa. Primero porque no es un álbum con canciones compuestas por ellos, si no tributo con versiones de temas legendarios del blues -de ahí que el logotipo de la banda, una lengua saliendo de un labios carnosos, aparezca teñidos de azul- para la que cuentan con la inestimable colaboración de otra figura atemporal de la musica: Eric 'slowhand' Clapton.

Y segundo, porque en estos once años no han faltado las reediciones (en 2010, del 'Exile on Main Street' con 10 canciones adicionales); recopilaciones ('GRRR!', editado en 2008 para estrenar su cambio de discográfica, ya que en 2008 cambiaron de la malograda EMI a Universal); remasterizaciones (2010, 'The Rolling Stones Box Set' que incluye sus 14 álbumes posteriores a 1970) y directos ('The Rolling Stones: Some Girls Live In Texas '78', publicado en 2011 y 'Muddy Waters & The Rolling Stones Live at the Checkerboard Lounge, Chicago 1981', en 2012, son los más relevantes, pero no los únicos). La maquinaria de 'The Rolling Stones Inc.' no ha parado en esta década, ofreciendo jugosos extras a sus fans pero sin descuidar su producto principal: los directos explosivos.

Que se lo digan si no a los 75.000 asistentes del Desert Trip, el festival californiano celebrado el pasado fin de semana. Con un cartel de leyendas supervivientes -Dylan, McCartney, Young, Waters y The Who, además de los Rolling- el evento se perfiló como un 'revival' de Woodstock, demostrando que el rock no entiende de edades.

Pero, al final, los años suman, y durante estos once años a los Stones les ha tocado soplar velas. Cincuenta, concretamente. El 12 de julio de 1962, Mick Jagger y Keith Richards, junto a Dick Taylor, Tony Chapman y los fallecidos Brian Jones e Ian Stewart, ofrecieron su primer concierto en el Marquee Club de Londres. Entonces eran unos desconocidos. Medio siglo más tarde, 2012, lo celebraron por todo lo alto con un disco recopilatorio con jugosos extras, un álbum de fotos y, por supuesto, una supermasiva gira bautizada como 'Cincuenta y sumando'.

Los conciertos se han sucedido uno tras otro en tres extensas giras -la de 'A Bigger Bang' ostenta el récord Guinness como la más exitosa de la historia- durante este hiato de nuevo material. Un listado con todos los directos de esta incombustible banda daría para un artículo en diez volúmenes, pero hay algunos que merecen mención especial. El 4 de junio de 2014, Sus Satánicas Majestades tocaron por primera vez en la Tierra del Señor: Israel. Justo un año antes, habían tocado, también por vez primera, en el festival patrio Glastonbury. Toda una institución de los eventos musicales que, por alguna razón, se les resistía a los Stones. Jagger lo celebró con una canción compuesta la noche anterior: 'Glastonbury Girl'.

Pero si hay un concierto de The Rolling Stones para enmarcar es el que ofrecieron el pasado 25 de marzo en La Habana, que luego retransmitieron, el 23 de septiembre, en cines y solo durante ese día. Este concierto tiene el honor de estrenar el aperturismo de Cuba al mundo y al rock 'n roll. Porque como Keith Richards resumió acertadamente, «los Rolling Stones logran lo que los gobiernos no».

Exhibiccionismo puro

  • Durante tres años, los Stones estuvieron maquinando su propio museo-instalación. Ubicado en los dos pisos de la Kensington's Saatchi Gallery, en el londinense barrio de Chelsea, y bajo el acertado y sugerente título de

  • 'Exhibicionism'

  • , la muestra es una recopilación de más de 500 artículos relacionados con los Stones, desde fotos a diarios, pasando por grabaciones extraviadas. Y los leotardos de Jagger, por supuesto.

  • La exhibición, concebida como un tour interactivo y preparada minuciosamente por la propia banda, incluye colaboraciones de otros iconos culturales como Andy Warhol, Alexander McQueen y Martin Scorsese. Como puntualizó Richards en la inauguración, «si bien la exhibición es sobre The Rolling Stones, no es únicamente sobre los miembros de la banda». La galería se ubica en el mismo barrio donde crecieron sus integrantes, y la zona más 'in' del Londres de los sesenta. La exposición es, a la vez, un tributo y una mirada a sus entrañas.

  • La muestra tuvo sus puertas abiertas durante cuatro meses, entre abril y agosto de este año. Y durante los próximos cuatro, viajará a distintos destinos como Nueva York, Los Angeles o Tokio. Casi, solo casi, tanto como Jagger y compañía.

Juntos y por separado

The Rolling Stones no es lo único para The Rolling Stones. Las férreas personalidades -o ego desmedido, según se mire- de sus integrantes les ha llevado, en estos once años de sequía discográfica, a varios proyectos paralelos. Mick Jagger, que ya contaba con una carrera en solitario, debutó en 2009 junto a Joss Stone y Damian Marley en 'Superheavy', una interesante propuesta de reagge que, sin embargo, no terminó de cuajar en el público de masas, a pesar de que su voz encajaba sorprendentemente bien en el estilo jamaicano.

A parte de esta aventura, Jagger ha colaborado con will.i.am y Jennifer López, y el 21 de febrero de 2012 actuó junto a B.B. King y Jeff Beck en el ala este de la Casa Blanca, para disfrute personal de Barack Obama. El presidente estadounidense no pudo ante la insistencia de Jagger y finalmente acabó subiendo al escenario para entonar 'Sweet Home Chicago'.

A Jagger también le ha picado la mosca del cine, ejerciendo de productor del biopic sobre James Brown 'Get on up' en 2014 y co-produciendo junto a Martin Scorsese la recién estrenada serie de televisión 'Vinyl' (su hijo, James Jagger, interpreta a uno de los protagonistas), sobre el auge de una discográfica americana en los 70. Scorsese también firma 'Shine a light', imprescindible documental sobre esta banda estrenado en 2008.

Keith Richards tampoco ha perdido fuelle durante esta década larga. El pasado años estrenó su tercer álbum de estudio en solitario 'Crosseyed Heart', veintitrés años después del 'Main offender'. Pero lo más destacado para el guitarrista de los tacones altos -aparte de su estrepitosa y comentada caída de un cocotero en Fiji en 2006, que les obligó a cancelar la gira- es su caracterización como padre de Jack Sparrow en los últimos episodios de la saga 'Piratas del Caribe'.

Además de la música y el cine, Richards también a coqueteado con la literatura, firmando en 2010 'Life', su descarnada autobiografía. Su hijo en la ficción, Johnny Depp, presta la voz para la versión en audiolibro. Con su hija en la realidad, Theodora Richards, también ha editado un libro: 'Gus & Yo', sobre sus recuerdos de infancia y cómo aprendió a tocar la guitarra junto a su amado abuelo.

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