El retrato colectivo de 'Un siglo de piel y poesía'

Chema Prieto es insistente y tiene tanta fe en su objetivo que se ha propuesto ser una especie de retratista-historiador del arte y la creación. Mira, nombra y compila. Su faceta está tan adherida al collage y la miscelánea como lo son sus imágenes. Los artistas de Cantabria ya pasaron en su mayoría por el cedazo de su cámara y son numerosas las muestras y publicaciones que plasman el paisaje configurado por la nómina de creadores de la comunidad. Ahora el punto de mira lo ha fijado en las voces poéticas en un itinerario vertebrado por la figura de Julio Maruri, fallecido hace apenas dos años , y hasta ese momento decano de las letras de Cantabria. Bajo el epígrafe 'Un siglo de piel y poesía', Prieto trabaja en este nuevo proyecto que se reflejará en una muestra organizada por la Consejería de Cultura y la Dirección General de Acción Cultural, y en una publicación.

Chema Prieto, nacido hace 56 años en la localidad lebaniega de Dosamantes, ha estado siempre ligado a la creación plástica fruto de una innata inquietud y curiosidad artística que le fueron llevando a experimentar con distintas técnicas y soportes donde plasmar su obra. Esas raíces, su tierra y sus experiencias, le llevaron de forma inevitable a la fotografía. Pero no a una fotografía ortodoxa, donde los encuadres, la exposición, el enfoque o la luz son la base de las grandes obras. Sino impregnada de influencias de pinceles, óleos y lienzos, combinando la cámara oscura con la luz del aceite y la trementina.

De esta forma, Chema se fue embarcando en varios proyectos gráficos, alguno de ellos con intención de rendir un merecido homenaje a artistas de Cantabria, 'Herederos de Altamira', que se exhibió en la Biblioteca Central de Santander en 2016.

Prieto que, en las últimas muestras tuvo ocasión de contar con la colaboración de algunos poetas y escritores cántabros o afincados en la región, los cuales se prestaron a realizar interpretaciones literarias inspiradas en la obra visual que se presenta, cuenta que ello propició su nuevo proyecto. «La experiencia resultó muy emocionante y enriquecedora, lo cual le hizo plantearse la posibilidad de rendir homenaje también a estos artistas de la palabra».

Para prepararlo tuvo que bucear en los archivos y catálogos disponibles para localizar escritores y poetas, descubriendo la gran herencia literaria de la región: se confirmaba la impresión recibida ya de la exposición sobre pintores, 'Herederos de Altamira', de que «Cantabria tiene en sus genes mucha calidad, y hasta cantidad, artística».

Sin ánimo de recopilación, Chema Prieto destaca un trayecto desde el Beato de Liébana para seguir a través de la nómina de los imprescindibles como Amós de Escalante, Marcelino Menéndez y Pelayo, Manuel Llano, Macías Picavea, José María Pereda, Concha Espina, José María de Cossío, Gerardo Diego, José Hierro, entre los que ya no están. «No nos olvidaremos de otros grandes contemporáneos como Julio Maruri o Álvaro Pombo. También la relación con nuestra tierra de algunos de los clásicos, como Lope de Vega o Quevedo. Es decir, que «bien podemos decir que nuestra región es un buen semillero o refugio de grandes escritores y poetas», apunta Prieto.

El nuevo proyecto se ha titulado 'Un Siglo de piel y poesía: 1920-2020', coincidente con los cien años del nacimiento del escritor, poeta y pintor Julio Maruri. Meses antes Chema Prieto, que ya preparaba esta muestra, tuvo ocasión de fotografiarle y sumarle a la iniciativa. Hay que recordar que Maruri fue integrante de la Quinta del 42 y colaborador del Grupo Proel, Premio Nacional de Literatura en 1958 y Estela de Oro de las Letras de Cantabria en 2018.

En síntesis, la muestra de Chema pretende homenajear no sólo a Maruri sino en general a la poesía de autores cántabros de origen o de adopción. Serán 45 obras visuales basadas en retratos de gentes que dedican su vida a la poesía. «En la muestra, desde luego, no están todos los que son sino sencillamente los que se han querido sumar, cediendo su imagen y su obra, pero también su arte, su ilusión, su creatividad, su amor por la palabra y el verso...». Prieto para esta muestra utiliza fotografía impresa en aluminio dibond. El formato de las piezas es 60 por 40. Los retratos los realiza siempre de acuerdo con los poetas, añadiendo fondos o poses que rompen la posible monotonía de la obra y le otorgan dinamismo y expresividad.

Es habitual también en sus obras algún tipo de instalación, montaje o escenario. En la obra actual ha previsto lo que él denomina 'El Cementerio de la Poesía'. Construido sobre un archivador metálico antiguo, reciclado y adaptado para este fin, se trata de un montaje en el que los poetas y artistas puedan dejar su impronta. Será requisito para participar, que el escrito o poema esté manuscrito, de puño y letra del autor. Tiene capacidad para acoger hasta 500 poemas. Además lleva emparejado un libro de citas o visitas donde participan diferentes críticos literarios y artistas gráficos, al que ya se han sumado, entre otros, Peridis, Francisco Díaz, Carlos San Vicente, Vanessa Amutio, María San Segundo o Alberto Muñoz.

Por último, hay que señalar que Prieto prepara la impresión de un libro-catálogo, diseñado por Raúl Reyes, que llevará textos de Luis Alberto Salcines y Juanjo Prior. Incluirá una obra poética de cada autor retratado, con lo que será una verdadera recopilación de autores. Los poetas y autores participantes abarcan diversas generaciones, estilos y creaciones, desde Álvaro Pombo a Lorenzo Oliván, de Rafael Fombellida a Ana García Negrete, de Fernando Abascal a Gloria Ruiz, de Maribel Fernández Garrido a Miguel Ibáñez, entre otros muchos.