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'La Marinera' celebra su victoria en casa, que le sirvió para ascender a ARC1.
REMO

«Queremos estar en la ACT solo con castreños»

Castro, formalmente Castreña, mantiene su proyecto de futuro tras el ascenso a ARC 1 con remeros de la casa

Aser Falagán

Santander

Domingo, 4 de octubre 2020, 07:42

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Algo se mueve en Castro. Y tiene buena pinta. En 2013 terminó un ciclo en Brazomar. 'La Marinera', uno de los pocos barcos que había bogado en la ACT desde su nacimiento, descendía víctima de la crisis que se llevó por delante un modelo de remo cántabro que tal vez no fuera sostenible, pero que devolvió la ilusión a los aficionados. Lo hizo ya como Castreña, sin poder utilizar la licencia de Castro. Bajó como después lo harían Pedreña y Astillero. Caída libre para el remo cántabro, víctima de los ciclos del deporte. Ahora uno de los grandes del banco fijo surge de sus cenizas, por echar mano de un tópico que define mejor que nunca la situación. Un club que siempre ha tenido una cantera inagotable se ha reinventado y reconstruido con un proyecto de casa. Está en ello, de hecho. Sin grandes fichajes no solo porque no haya dinero, que tampoco lo había, sino por plena convicción: «Queremos estar en la ACT solo con gente de Castro», aventura un ilusionado Eduardo Lazcano, presidente rojillo y unos de los artífices de la reconstrucción.

Ocho banderas se ha llevado a casa 'La Marinera' en el año del covid para abandonar la ARC 2, la última categoría del Cantábrico, y plantarse en la ARC 1, antesala de la ACT en la que se encontrará, además de Camargo, con dos viejos conocidos: Astillero y Pedreña. Bien lo merecía un Castro que incluso tuvo el premio de ascender en casa, en una regata en la que aventajó en seis segundos a Lapurdi, la otra tripulación ascendida, en aguas de Brazomar.

«Queremos estar en ACT en cinco años; con un proyecto de cantera pensar más a corto plazo es complicado. Este año queremos mantenernos de una forma cómoda, ir creciendo y a partir del tercero buscar algo más, pero para el ascenso nos ponemos cinco años», explica Lazcano. Algo coherente con una filosofía de formación que busca que los remeros locales crezcan con el club. Un modelo que, no oculta, se mira en el espejo de Hondarribia.

65.000 euros ha tenido este año de presupuesto 'La Marinera' para ascender a la ARC1, un presupuesto muy marcado por la compra de la nueva Amilibia

Más complicado será hacer regresar a los grandes remeros castreños repartidos por otros clubes. Frente a aquellos 2.000 en los que Cantabria importaba remeros, ahora son muchos los que bogan en Vizcaya, imposible como es para los clubes retenerlos. Será un proceso lento y complicado; un proceso que el propio presidente reconoce inabordable en 2020, pero no renuncia a recuperar a medio plazo a los grandes nombres de 'La Marinera'. Los de dos patrones como Iker Gimeno y Cristian Garma, ambos ganadores en La Concha, son los primeros que vienen a la cabeza, pero no los únicos.

Quique Vitoria es otro de los artífices del éxito. El remo le debía una desde hace mucho; al menos desde que tuvo que asistir hace poco más de una década a la desintegración de Laredo, aportando profesionalidad a 'Pejinuca' que descendió como digna pero descolgada colista. Ahora vive una cara más amable, construyendo su proyecto desde abajo. Ilusionado con el futuro y consciente, eso sí, de que queda mucho por hacer. «El ascenso era un objetivo claro, pero ya se sabe cómo son las cosas, sobre todo después de la mala experiencia. El invierno fue muy duro con el confinamiento, pero la temporada muy bonita, aunque un poco triste por no haber casi aficionados», explica.

«Buscar la ACT antes de cinco años es un objetivo muy complicado. Tenemos que pensar a largo plazo»

Eduardo Lazcano | Presidente

«Cuando hay problemas en un club y prácticamente cierra lo suelen recuperar los de casa. Ha salido todo bien, también porque hemos vuelto a trabajar la cantera, que lo habíamos perdido. Si Castro quiere volver a ser lo de antes necesita chavales. No podemos depender del talonario o de otros clubes», reflexiona. Y es que en Castro lo de remar va de serie. Incluso el campeón de España de lanzamiento de peso, Carlos Tobalina, probó en La Marinera.

También ha ayudado la nueva trainera. Competir en igualdad de condiciones nunca viene mal, y tener el mismo material tampoco. Una subvención del Gobierno de Cantabria permitió obrar el pequeño milagro de comprar una nueva trainera, encargada de nuevo a los emblemáticos; casi míticos, Astilleros Amilibia. Con el nombre de 'La Marinera' estampado sobre el rojo castreño, como lo han tenido todos los cascos rojillos desde los años setenta, la nueva Amilibia de 2020 ha sustituido, que no jubilado, a la de 2005; aquella gran trainera que ganó La Concha y la ACT, pero a la que le pesaban los años... y los kilos, porque el nuevo barco es más ligero y manejable. También los remos son nuevos y tampoco ha venido mal.

La tripulaciónfemenina trabajacon el objetivo decompetir el próximo curso en la ACT.

Equipo femenino

Relevado y no retirado porque la vieja Amilibia es el barco elegido para otro de los grandes proyectos castreños: competir el año que viene el la ACT femenina. Para ello cuentan con el apoyo de otro programa del Gobierno de Cantabria, la convicción de Lezcano y Vitoria y, de nuevo, el trabajo de cantera.

En la nave quedarán otra vieja trainera, una Cuesta aún en condiciones de navegar y competir, y una Fontán a punto de jubilarse. Otra vez, nuevos aires en Castro para rememorar los años felices; esos que dejaron el sabor agridulce de las grandes e históricas victorias con los problemas económicos que lastraron al club casi hasta la inanición.

«Ha salido todo muy bien porque hemos vuelto a trabajar la cantera; algo que en parte habíamos perdido»

Quique Vitoria | Entrenador

Este año Castro, o Castreña, ha ascendido con un presupuesto de aproximadamente 75.000 euros. Poco, muy poco incluso para la ARC2. No hay dinero para pagar a los remeros ni, por supuesto, para fichajes, lo que confiere más mérito a esta gran temporada, y aunque en 2021 el presupuesto necesariamente tendrá que crecer no lo hará de modo exponencial. Lezcano lo tiene claro: su plan para devolver a 'La Marinera' al lugar que se merece pasa también por no repetir los errores del pasado. Por la estabilidad económica y el crecimiento sostenible. Lo de la identificación viene de serie, porque con canteranos o con fichajes la rojilla es una de las aficiones más fieles del remo, siempre entregada a su trainera. Porque Castro rezuma remo. Tanto que durante la mayor crisis rojilla se formó incluso un nuevo club, Actividades Náuticas de Castro, para mantener la actividad cuando las desavenencias en Castreña eran más notorias. Los dos barcos castreños, cuya relación nunca ha sido buena, han compartido este año grupo en la ARC, aunque el año que viene sus caminos volverán a separarse. «Al final ellos no van a salir -explica Vitoria- y nosotros vamos a incorporar a algunos».

De los 23 remeros que conformaban la plantilla de 2020, nada menos que 17 son canteranos, otro propio (así se considera a los deportistas que, pese a no haberse formado en el club, llevan ya un determinado número de años bogando en él) y solo otros cinco palistas no formados en 'La Marinera'.

Quique Vitoria celebra con su familia el ascenso rojillo. En 2021 seguirá al frente de 'La Marinera'.

Si todo transcurre con normalidad, y como adelanta su propio presidente, Mikel García continuará un año más a la proa de 'La Marinera', si bien Lezcano busca un segundo patrón que pueda suplir cualquier eventual ausencia o descanso en un calendario de 2021 que será mucho más largo que el de este atípico verano. Cristian Alegría debe ser de nuevo el proel habitual y el veterano Quique Vitoria deberá decidir si vuelve a embarcar como marca de estribor en las tostas de 'La Marinera', en la que habitualmente le acompaña a babor otro castreño como Sergio Colino.

Eso sí, el asalto a la ACT exigirá presupuesto. No ya para fichar o no, sino para retener a los propios remeros y evitar la fuga a otros clubes, tanto, a los adversarios cántabros como, en especial, a los vascos. Por ganas no será, porque sin ninguna compensación económica, en una temporada en la que el covid les ha dejado incluso sin premios por las banderas, que es el aliciente que les queda a los remeros de los clubes modestos, Castro ha destilado compromiso e ilusión. El año que viene les verá la ARC1. Más cerca de donde merecen. Del que es su lugar. La champa por la ACT ha comenzado. Será larga.

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