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Los bikers cruzan el río, a la altura de Carmona, en la edición de 2019.

El Soplao estudia cambiar su estructura y disputarse por modalidades

La cita está prevista para el 20 y 21 de mayo y la organización se da de plazo hasta febrero para optar por un calendario diferente o posponerlo a 2022

Marcos Menocal

Santander

Sábado, 23 de enero 2021, 07:27

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En cuatro días distintos y por modalidades deportivas. Este es el formato que ahora mismo baraja la organización de Los 10.000 del Soplao como alternativa para poder sacar adelante la edición de 2021, prevista inicialmente para el fin de semana del 20 y 21 de mayo. «El deseo es lograr que la gente pueda competir y participar, pero es evidente que el clima de incertidumbre es absoluto y no tenemos certeza de nada», asegura Jesús Maestegui, organizador de la prueba y el verdadero promotor de un acontecimiento que trasciende a lo deportivo. «Estamos haciendo todo lo que podemos, dándole vueltas, buscando fórmulas, hablando con las autoridades... Estamos trabajando más que nunca sin la verdadera garantía de que podamos celebrarlo. Es una lástima, pero es lo que ahora mismo toca», lamenta Maestegui.

La prueba, que engloba hasta diez modalidades deportivas distintas -BTT, ciclismo de carretera, combinada, maratón, ruta a pie, ruta adaptada, ultramaratón, soplaoman, aguas abiertas y eBike-, se tuvo que aplazar en 2020 tras el anuncio de la pandemia y el consiguiente decreto de estado de alarma en el mes de marzo, apenas a dos meses de su celebración. En aquella ocasión, los responsables tomaron la decisión de posponer las pruebas a los meses de septiembre y octubre, antes de que finalmente se vieran obligados a posponerlo todo a 2021.

«Este año no queremos que esto suceda. Nos vamos a dar de plazo hasta finales del mes de febrero para tomar una decisión firme y no marear ni ocasionar trastornos a la gente», explica el máximo responsable del evento.

Actualmente ya se han inscrito 4.500 participantes, pese a la incertidumbre de la celebración del evento

Desde Los 10.000 del Soplao se plantean en estos momentos dos alternativas: la primera, presentar un calendario con las pruebas, que se celebrarían en fechas distintas para evitar la aglomeración que supone habitualmente su celebración. La otra, como última opción, «sería de nuevo la de aplazar hasta 2022».

Pese a la incertidumbre sobre si verá la luz esta edición de Los 10.000 del Soplao, ya hay inscritos más de 4.500 participantes, lo que es algo completamente inédito. «Recibimos todos los días nuevas inscripciones y llamadas de deportistas preguntándonos qué es lo que va a pasar y nos da mucha impotencia no poder precisarles. Aún así, muchos de ellos se inscriben porque tienen muchas ganas de estar presentes», señala Maestegui, quien también reconoce que algunos han preferido que «se les devuelva el dinero de la inscripción al no poder asegurar su presencia».

Dada la evolución de la pandemia y el aumento exponencial de los contagios, Maestegui entiende que «será casi inviable poder cumplir con la primera de las previsiones y celebrarlo el 20 de mayo». Por tanto, el mes de febrero será clave para desvelar el futuro de la prueba deportiva y acontecimiento social que más personas reúne de la región.

Una vez que se fijen nuevas fechas o se proceda finalmente al aplazamiento definitivo para 2022, la organización ofrecerá varias alternativas; la primera, que los participantes que no decidan estar presentes en ese nuevo calendario puedan recibir el importe de su inscripción. La segunda, que se les reserve una plaza para la próxima edición. Esta doble posibilidad es la que ha puesto en marcha otra de las Marchas más representativas de cicloturismo del país, La Quebrantahuesos, que recientemente hacía público su aplazamiento del mes de junio al de septiembre ante la imposibilidad de garantizar que la cita se pueda celebrar antes del verano.

Devolución o reserva

Así las cosas, si la pandemia da un respiro y el sistema de vacunación empieza a sacar del túnel a la sociedad, Los 10.000 del Soplao se podrían dividir en cuatro fines de semana la puesta en marcha de las distintas disciplinas deportivas que comprenden su programa. «Esta iniciativa conllevaría multiplicar la infraestructura por cuatro. Se juntarían menos personas a la vez, pero habría que dar cobertura y reunir todas las medidas de seguridad cuatro días y no uno. Pero eso no nos importa, lo que queremos es que la gente pueda competir y sacarlo adelante», insiste Maestegui.

El promotor del evento entiende perfectamente «la situación de excepcionalidad. Nunca ha ocurrido algo así y la salud es lo primero». Sin embargo no deja de lamentar que «debemos hacer lo que podamos y esté en nuestra mano; darle vueltas, pensar en la fórmula, lo que sea... Para evitar que se pierda la esencia. Hay cosas que si se dejan de hacer dos o tres años luego desaparecen. No podemos asumir riesgos y las autoridades sanitarias nos dirán lo que se puede y lo que no, pero nosotros lo vamos a intentar».

Todavía se encuentra en un garaje buena parte de la infraestructura y del material -maillots, trofeos, medallas...- por valor de 150.000 euros que estaba preparado para completar la edición de 2020 y que fue suspendida dos meses antes. «Ahora mismo el trabajo es burocracia, pero también tenemos que hacer una previsión de muchas de las cosas que se necesitan. Tenemos que estar preparados aunque luego se vuelva a suspender y se quede todo en el garaje otra vez», explica resignado Maestegui.

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