Una tarde de gloria para Laredo Canalsa
La modesta peña pejina, que con una joven cuadrilla aspira a estar en la zona templada de Primera, se ha reivindicado eliminando a Peñacastillo de la Copa tras un mal comienzo de Liga
La temporada no había empezado bien para Laredo Canalsa. No ha empezado bien, de hecho. Pero desde el martes es por unos días el equipo revelación o el equipo de moda, como se prefiera. Con su capitán, Raúl Fernández, lesionado, solo ha sumado dos puntos de los diez posibles en Primera Categoría. Muy poco para un equipo cuyo hábitat natural es la zona templada de la clasificación. Pero el martes dio la sorpresa derrotando a Peñacastillo Anievas Mayba, uno de los grandes favoritos, en los dieciseisavos de final de la Copa. Una eliminatoria a partido único que también dejó otra sorpresa: el triunfo del filial costero, Noja Hermanos Borbolla, sobre Riotuerto Hotel Villa Pasiega, el vigente campeón del torneo.
Peñacastillo no dio facilidades más allá de una tarde en la que ni estuvo atinado en el juego ni tuvo suerte al cachi. Los de Cañas tenían la baja de Carlos Gandarillas, sustituido de nuevo por Senén Castillo, pero su partida es aun así muy poderosa, con Rubén Rodríguez, Víctor González y Pedro Gutiérrez. Tres figuras que cayeron en El Corro. Todo un éxito para una joven partida cuyos jugadores alternan en algunos casos estudios y trabajo con sus entrenamientos bolísticos en una categoría ya exigente.
La Plantilla
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Raúl Fernández Capitán «Estoy haciendo un máster y busco mis ratos para entrenar; no me es muy complicado»
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Samuel Fernández Titular «Soy administrativo y tengo que buscar tiempo, porque trabajo y también estudio»
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José María Cecín Titular «Trabajo en banca y tengo dos crías pequeñas que atender, pero se encuentra hueco para entrenar»
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Luis Vallines Titular «Me gustaría luchar por el ascenso. Mi sueño es subir con la peña de mi pueblo»
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EduardoHerrera Quinto «Como he jugado en lugar de Raúl he asumido sus funciones, también las de capitán»
«Planteamos el partido como un entrenamiento más para preparar los dos partidos de Liga de esta semana, pero al final nos vimos con posibilidades de dejarles fuera, nos quitamos de encima la mentalidad de preparar estas dos jornadas en cuatro días, pusimos el tiro en catorce metros y nos salió bien», explica Eduardo Herrera, circunstancial capitán de los pejinos por la lesión de Raúl, si bien su puesto natural es el de quinto. «Como he jugado en lugar de Raúl he asumido sus funciones, también las de capitán».
«Cuando de pronto nos vimos con posibilidades de echar a un grande les dije a los compañeros: 'Esto de prepararnos para la Liga está muy bien, pero ahora vamos a buscar el pase. Vamos a dejar de tirar desde 16 -como querían para preparar la jornada de Liga- y pedir catorce, a ver si nos sale una si jugada grande y les obligamos un poco. Salió 47, les mandamos 48 y no llegaron'».
Herrera, maestro de profesión y que se acaba de estrenar como uno de los nuevos monitores del aula Madera de Ser, reconoce que la victoria ha dado «mucha moral» a un equipo al que «no contar con el capitán ha obligado a cambiar de planes. Con solo dos puntos el comienzo no ha sido nada bueno, pero sabemos cuál es el verdadero nivel de la peña y no estamos preocupados».
Una de las armas pejinas es la presencia de un zurdo, una figura tan cotizada como escasa. Y en este caso un joven bolista que llegó a debutar en División de Honor con Oruña. Es Samuel Fernández, que tiene tiempo para todo - «soy administrativo y tengo que buscar tiempo, porque estudio y trabajo a la vez»-. A su juicio el martes «se juntó todo. La suerte, que jugamos bien y que ellos no estuvieron a su nivel habitual. También acertamos con los chicos de emboque en mitad y eso también tiene mucho de fortuna, porque ellos no embocaron».
Otra «alegría inesperada» se llevó José María Cecín, canterano de Riotuerto que tras varias temporadas como quinto de los cañoneros decidió pasar a Primera Categoría para ser titular y sentirse importante en Laredo. Empleado de banca, su horario de mañana le permite compatibilizar los entrenamientos, aunque tiene también «dos crías pequeñas que cuidar, pero al final se encuentra un hueco para entrenar».
«De antemano no contábamos con una eliminatoria así de igualada y mucho menos que cayera de nuestro lado. La clave fue el chico de desempate, donde acertamos al bajar a 14 y tiramos muy bien», explica el de La Cavada, que a sus 37 años aporta experiencia a la peña.
Todo lo contrario que Luis Vallines, que apunta como una de las grandes promesas de futuro del bolo palma. Un alumno aventajado de esa generación que encabeza José Manuel González, que ni siquiera ha alcanzado los veinte años y alterna los estudios con los bolos en la antesala de la élite o ya, en algunos casos, inmersos de lleno en la alta competición.
«A primera vista se veía que obviamente éramos un equipo inferior, pero a medida que iba pasando el tiempo nos vimos con fuerzas y que ellos tenían mal día. Empezamos a hacer chicos y al final ganamos», explica la joven promesa, que no descarta siquiera luchar por el ascenso: «Mi sueño es ascender con la peña del pueblo».
Estudia Administración de Empresas en la Universidad de Cantabria, con lo que tiene más de una hora de autobús diaria de ida y vuelta a su Laredo natal, de modo que encontrar tiempo para los bolos le resulta «bastante complicado»: «Por las tardes tengo clase y por la mañana suele hacer malo, así que saco tiempo de donde puedo. Los lunes entrenamos en Maliaño a cubierto y los miércoles, si la lluvia lo permite, en casa, en Laredo. Y si algún domingo hace bueno y no tengo que jugar intento entrenar yo solo», explica el pejino.
Regreso
Aún desde la grada vio la eliminatoria Raúl Fernández, capitán pejino aunque santanderino de 1994. «Fue un partido muy serio que nos puede servir para coger confianza en Liga, que nos hace falta porque no hemos empezado bien». Recién recuperado y reincorporado al equipo, aunque el martes aún no jugó contra los de Cañas, volverá a asumir las funciones tácticas para intentar liderar la remontada laredana en Liga mientras continúa con sus estudios: «Estoy haciendo un máster de experto contable y sé que los jueves y viernes por la tarde y los sábados por la mañana tengo clases, así que tengo que buscar mis ratos para entrenar, aunque no me es muy complicado».
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