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Cedric y Satrústegui, durante el partido. lof
De futuro ascendido es ser agradecido

De futuro ascendido es ser agradecido

calahorra 1 - 2 racing ·

El Racing da un importante paso hacia el título tras aprovechar un regalo del meta local y tumbar al Calahorra

Sergio Herrero

Calahorra

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Sábado, 19 de marzo 2022, 16:29

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El nombre de Calahorra, dicen, viene del euskera antiguo 'Kalagorri': castillo rojo. Por eso no es casualidad que el equipo riojano llegase a la cita de ayer sin perder en su estadio desde mediados de octubre. Ayer se rompió la racha. ¿Por mérito del Racing? En parte. También porque el equipo cántabro es un visitante agradecido. El regalo del meta Iricibar, con empate a uno, lo aprovechó y lo guardó como oro en paño el líder de la categoría para dar un enorme paso hacia el ascenso.

Como en los juegos de Super Mario, cuando llega lo complicado, cambia la sintonía. Música de suspense. Por eso en este sprint final del campeonato Guillermo Fernández Romo ha decidido que su once se mueve sólo lo indispensable. Arturo Molina en el extremo izquierdo y el regreso de Soko en el derecho. Lo demás, ya deberían saberlo de memoria. Su once de cabecera para tratar de derribar el portón del fuerte.

Hierba larga, viento en contra... El Racing buscó la misma puesta en escena de las últimas semanas. La vía del cloroformo. No hay tiempo que perder. Una falta colgada al área por Pablo Torre acabó dentro de las redes tras ser el balón empujado por Bobadilla. Minuto 3. El asistente levantó la bandera y aguó la fiesta verdiblanca. Aunque, como declaración de intenciones, no estuvo mal.

CALAHORRA

Iricibar, Cristian Fernández, Manu Gómez, Manu Ramirez, Jesús Álvarez, Albert Torras (Álex Arias, min. 59), Zubiri (Carlos Vicente, min. 68), Tarsi Aguado, Jon Madrazo (Baracde, min. 76), David Soto y Zabaleta (Zoilo, min. 76).

1

-

2

RACING

Parera, Unai Medina, Satrústegui, Bobadilla, Pol Moreno, Íñigo Sainz-Maza, Fausto Tienza, Soko (Marco Camus, min. 77(, Arturo Molina (Álvaro Bustos, min. 15), (Mantilla, min. 87), Pablo Torre (Sergio Marcos, min. 77) y Cedric (Harper, min. 87).

  • Equipo arbitral: Etayo Herrera (Comité Vasco).

  • Goles: 0-1, min. 52: Cedric. 1-1, min. 80:Carlos Vicente. 1-2, min. 85 Jesús Álvarez, en propia puerta.

  • Amonestaciones: Amarilla al local Zubiri y al visitante Pablo Bobadilla.

  • Incidencias: La Planilla. Césped en largo y en irregular estado, en una tarde soleada pero ventosa.

Pablo Torre andaba revoltoso. Un par de regates por aquí; un control genial por allá; un pase preciso de repente... El canterano se metió en el área, caracoleó, superó a un par de rivales y en el tercero fue al suelo. Todos los de verde, blanco y negro, los de dentro y los de fuera, pidieron penalti. El de azul, el colegiado, no se dio por aludido.

Un centro cerrado de Soko le creó algún problema a Iricibar, pero para contratiempo, el que le cayó a Guillermo Fernández Romo. En el minuto 13, Arturo Molina lesionado. El murciano hizo ese gesto internacional que significa: «Me ha pegado un tirón». Álvaro Bustos, a calentar. Antes de que el asturiano entrase al césped, Tarsi, de volea, estuvo a punto de aprovechar la superioridad numérica. Su tiro se marchó rozando el poste.

El recién ingresado también anda con la mecha corta. En su primera opción, encontró el hueco para soltar un latigazo directo al lateral de la red. Acto seguido, tres centros peligrosos desde la izquierda. Quiere volver a ser importante en este momento decisivo. La práctica totalidad del partido transcurrido se estaba jugando en campo riojano, pero...

Tuvo que aparecer Miquel Parera. De amarillo fosforito, se hizo más largo que un verano sin Racing para tapar en el mano a mano el remate de David Soto. Oportuno, mantuvo la cosa como estaba. Aviso anotado. Yel susto en el cuerpo. Los verdiblancos perdieron bravura y los locales se animaron. Madrazo prácticamente cerró la primera parte con una buena maniobra y un tiro que atrapó el meta racinguista. Las ocasiones las tuvieron los riojanos.

Con el viento a favor de la segunda parte, la carrera de Soko probablemente no sería registrada como marca válida, pero el camerunés dejó tirado a Zabaleta tras un buen balón a la espalda de la defensa de Cedric. Le sacó cuatro metros en cinco. Sin embargo, el disparo, solo ante el arquero Iricibar, fue un auténtico horror. Al muñeco. No se puede perdonar eso. Soko se disculpó del error regalándole el gol a un compañero. Control fantástico, vuelta, tarascada solventada, cambio de ritmo, línea de fondo y balón atrás. Ahí estaba el renacido. Cedric, balón al larguero y gol. Hace tres semanas, habría pegado en el travesaño antes de irse a la grada. Ahora entran todas. De Camerún a Nigeria. Porque esto es África.

El tanto verdiblanco no apaciguó los ánimos del equipo local. Tampoco los del tipo del megáfono, con una voz genial para escribir a máquina. Se mantuvo fuerte. Los riojanos se volcaron y le sacaron a Bobadilla una falta peligrosísima al borde del área. Por fortuna, Manu Ramírez no anduvo fino. Pero el choque parecía estar en ese punto en el que el Racing se mete en su campo y ya no vuelve a salir si no es para irse al autobús. Eso sí, la magia siempre está ahí. Y las cosas han cambiado en este equipo desde el triunfo en Riazor. Mucho. Un aficionado racinguista contaba en una pancarta que se casa. Otro, que le apetece un lamacum. Para el primer evento, Pablo Torre le hizo un traje de boda a Zubiri en la banda izquierda. Con faja incluida. El centro no llegó por el canto de un duro a un Cedric afincado en el mismo enclave que en el tanto racinguista.

Los cántabros se sacudieron a un pegajoso Calahorra que comenzó a ponerse muy nervioso en la salida del balón desde atrás. Un centro de Álvaro Bustos estuvo a punto de meterlo en su portería Mario Gómez en su intento de despejar. Ydel consecuente córner, Soko sacó un remate de cabeza que se marchó alto.

Si alguien pensaba que el Calahorra estaba muerto, lo llevaba claro. En el primer paso atrás que dio el Racing, el conjunto local aceptó la invitación para bailar un tango. El tiro desde la frontal de Tarsi se fue, centrado, al pecho de Parera. El posterior de David Soto, durísimo, no encontró portería. Con Soko agotado y con los locales dejando tres defensas, Romo se apresuró a llamar a Marco Camus. Y con él, a Sergio Marcos, que sustituyó a Pablo Torre.

A saber si buscaba algo más que dar descanso el míster con esos cambios, pero lo que encontró seguro que no le gustó nada. Un balón colgado al segundo palo por los rojillos lo enchufó de volea, con un excepcional remate, Carlos Vicente. Empate.

Alegría en Calahorra. Por poco tiempo. Iricibar no gana para disgustos. En Riazor, ya le hizo un regalo al Deportivo. Ayer, en la lucha por el título, puso el contador a cero. Jesús Álvarez le cedió un balón ante la presencia de Álvaro Bustos. El portero, demasiado atrevido, temerario incluso, intentó hacer un control orientado con el exterior del pie y la lío parda. Ni lo tocó. Adentro. Al Racing le sale todo. Hasta sin intervenir.

Asaltado el castillo, aceptado el regalo y aprendida la lección, con tres minutos más el añadido por delante, Romo decidió cerrar todas las puertas. Retiró a Cedric y a Bustos y metió a Harper y Mantilla. Línea de cinco atrás. Fue suficiente para aguantar la desesperación calagurritana hasta el final.

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