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Fútbol | Racing

No iba a ser tan fácil

El Racing acaba con su racha triunfal tras empatar ante un Talavera en descenso y no aprovecha el pinchazo del Deportivo

Sergio Herrero

Talavera de la Reina

Domingo, 6 de marzo 2022, 11:31

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El liderato del Racing no es cosa menor. Dicho de otra manera: es cosa mayor. Algo así dijo Mariano Rajoy sobre la cerámica de Talavera, en uno de sus tradicionales resbalones dialécticos. Es tan importante lo que está en juego que es necesario no dejarse llevar por la euforia. Tras hacer hincar la rodilla a otros gallos de la categoría, el equipo cántabro no pasó este domingo del empate en el campo de un rival, el Talavera, en puestos de descenso. Un resultado para rebajar cualquier atisbo de autocomplacencia. Lo de abrir brecha en cabeza tendrá que esperar. Quizá no mucho. Tal vez hasta el miércoles. De momento, entre Racing y Deportivo todo sigue igual. Pero si alguien pensaba que iba a ser fácil, estaba equivocado.

El estadio de El Prado se debe llamar así por el espectacular aspecto de su césped. En algunas zonas era complicado saber si era sintético o natural. Allí, en el once de Guillermo Fernández Romo, las principales novedades fueron la vuelta de Unai Medina al lateral derecho; con Mantilla repitiendo como central en detrimento de Bobadilla y la entrada de Marco Camus en la banda izquierda.

El choque arrancó al ritmo del bombo de Antonio, el de la Peña Los Amigos de Talavera. Intenso, entretenido y con algún que otro golpe de regalo para para los racinguistas por parte de un rival descarado. Los cántabros lograron superar línea en una combinación entre Pablo Torre y Marco Camus que terminó con un tiro defectuoso del extremo. Con la pierna mala.

Talavera

Edu Sousa, Choco, Góngora, Javi Domínguez, Dani Pichín, Jordi Ortega, Vicente, Bourdal, Ceberio, Toño Calvo (Jordi Martín, min. 65) y Rodrigo (Edmilson, min. 90).

1

-

1

Racing

Parera, Unai Medina, Satrústegui, Mantilla, Pol Moreno, Íñigo Sainz-Maza, Fausto Tienza (Yeray, min. 78), Soko (Arturo Molina, min. 62), Marco Camus (Álvaro Bustos, min. 78), Pablo Torre (Borja Domínguez, min. 68) y Cedric (Manu Justo, min. 68).

  • Equipo arbitral: Ávalos Martos, del Comité Catalán. Asistido en las bandas por Bondia López (Catalán) y Ganaza Tur (Andaluz).

  • Goles: 0-1, min. 36: Pablo Torre. 1-1, min. 71: Rodrigo.

  • Amonestaciones: Amarilla a los locales Choco y Vicente y a los visitantes Mantilla, Pablo Torre, Íñigo Sainz-Maza, Fausto Tienza y Soko.

  • Incidencias: El Prado. Césped en perfecto estado, en una mañana soleada y fría.

Entró la charanga en uno de los fondos del estadio y al Talavera empezó a sonarle mejor la melodía. Un horrible saque de falta de Unai Medina en la medular propició un ataque de los blanquiazules, con disparo de Dani Pichín buscando la cepa del poste, al que respondió bien Parera. Poco después, el colegiado anuló un tanto toledano por fuera de juego. La zaga racinguista, que desafina, y el ataque, que ha dejado de sonar. Una contra otra vez con Pablo Torre y Marco Camus como protagonistas le sirvió al Racing para sacar la nariz del agua cuando más estaba sufriendo. Los dos chavales se quedaron con ganas de más. Y en vista de lo que había, fabricaron el gol con el apoyo de su colega Íñigo. Un centro de Camus lo cabeceó –por tercera semana consecutiva– el mediapunta tras ejecutar ese desmarque dentro del área ya marca de la casa.

Los de la peña Vindio-Sotileza se quitaron el sombrero verde fosforito ante el goleador. El crack se lo ajustó en la cabeza. Mucha clase. Que nadie dude. Pablo es verdiblanco desde que se levanta por las mañanas y así hasta el final de temporada. En Barcelona, que se esperen. Disfruten. Decía Rajoy que «cuanto más sepáis de todo, mejor. Por saber muchísimo no os va a pasar nada malo, luego ya veremos. Si uno es ingeniero o futbolista, se le abren todas las puertas del mundo». El canterano tiene la situación controlada. Ha encontrado la llave del Camp Nou, pero antes se ha hecho con la admiración de los racinguistas.

Con la dinámica positiva que terminó el primer tiempo, Romo mantuvo el once inamovible tras el descanso. «A veces la mejor decisión es no tomar ninguna decisión, que también es tomar una decisión», que dijo el expresidente del Gobierno. El Talavera avisó con un disparo lejanísimo de Vicente que se marchó por alto. Y Pablo Torre respondió con un tiro que buscaba la escuadra del palo largo.

El partido entró en una etapa en que sólo se jugaba entre encontronazo y tarascada de Góngora y Soko y viceversa. Eso y una fantástica maniobra de Pablo Torre para salvarse de una entrada criminal de Jordi Ortega. El Talavera andaba muy encendido, algo que podía terminar en que empatase en uno de sus arreones de ira o que se les fuese de las manos con una contra del Racing o algún caramelito de limón con regusto a fresa. Los locales eran más protagonistas, pero es verdad que sin generar una ocasión. Sí, Romo llamó a Arturo Molina para retirar al extremo camerunés, perdido en su batalla personal.

Con Pablo Torre ya cansado, el entrenador verdiblanco aprovechó para meter a Borja Domínguez en la mediapunta, quizá con el ánimo de quitarle algo de posesión al Talavera. Precisamente el gallego tuvo una ocasión en su segunda intervención. Su tiro, flojo y centrado, lo atrapó Edu Sousa. También retiró a Cedric por Manu Justo. Hombre por hombre.

Pero fuese cual fuese el plan que tuviese el míster, se le vino abajo un par de minutos después. Un disparo desde la frontal de Rodrigo hizo un extraño y Parera lo siguió con la mirada. La cosa se puso fea. Y gracias, porque casi acto seguido Dani Pichín tuvo la ocasión de su vida. Medio estadio cantó el gol. La pelota se marchó fuera por un hilillo de plastilina.

Con apenas un cuarto de hora por delante, Guillermo Fernández Romo emborronó la pizarra. Lo anterior ya no valía. Había que buscar algo nuevo. Yeray y Álvaro Bustos, a El Prado. Nunca mejor dicho. Fausto Tienza y Marco Camus, al banquillo. El chaval se fue a la banda derecha, Arturo Molina ocupó la mediapunta y Borja Domínguez retrasó al doble pivote.

Al Racing le entraron las prisas –algunas, no muchas– y al Talavera empezó a saberle bien el empate, pero los toledanos guardaron fuerzas para las contras. Como esa en la que Jordi Martín hizo trabajar a Parera para evitar que el disgusto verdiblanco fuese aún mayor. No pasó nada más hasta el tiempo añadido, cuando Álvaro Mantilla estuvo a punto de liarla parda. En su intento por sacar el balón jugado desde atrás, perdió el balón ante Dani Pichín, pero al delantero le faltó arranque para alcanzar el área y Unai Medina llegó a tiempo para solucionar el entuerto.

La intensidad del Talavera se impuso al Racing lo suficiente como para obligar al líder a conformarse con un empate. No hay rival pequeño, que decía aquel. Queda una semana menos para el desenlace y las opciones están intactas. De lo pasado, como lo de este domingo, a aprender. Queda mucho camino por recorrer.

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