La grada se desangra
Aunque tiene 8.467 abonados, la media de espectadores en los partidos como local del Racing es de apenas 6.039
En lo económico hace tiempo que el Racing fue esquilmado casi hasta el estertor y, aunque sigue delicado, ahora permanece estable. Pero al club verdiblanco ... le ha surgido otro problema. Más silencioso, más inesperado, de más difícil explicación pero igual de peligroso a largo plazo. Una herida abierta en su patrimonio más valioso: la afición. Y es que la grada de los Campos de Sport se desangra y cada vez hay más asientos vacíos en la platea del estadio. En cada partido como local, más de 2.400 abonados verdiblancos se quedan en casa. O se van a dar un paseo. O a tomar una cerveza. Antes que ir al templo del racinguismo. Aunque han pagado su localidad y eso repercute positivamente en las arcas del club, la desoladora imagen de tribunas y preferencias no ayuda. Ni en lo institucional ni en lo deportivo.
Los datos chirrían se miren por donde se miren. De 8.467 abonados, según los datos aportados por el club, la media de espectadores de cada uno de los partidos del Racing en El Sardinero es de 6.039 -siempre según los datos aportados por el propio club-. Y eso porque el choque contra el Deportivo, con 12.120 aficionados en las gradas -unos 1.500 visitantes-, sube un montón la cifra. Porque de los nueve partidos que han disputado los de Guillermo Fernández Romo en casa, sólo en dos se ha pasado de los 6.000 espectadores. Además de la visita coruñesa, el duelo contra el Talavera de la tercera jornada, con 6.484.
Además, para ahondar la preocupación, los dos últimos partidos que los verdiblancos han disputado en Santander son los que menos público han congregado. Pese a que se trataba de dos rivales de la parte media-alta de la clasificación. Contra el Rayo Majadahonda, el 11 de diciembre, se dieron cita 4.403 personas en las gradas en la entrada más pobre de la temporada en el campeonato liguero. Este pasado domingo, contra el San Sebastián de los Reyes fueron 4.784. Poquitos más. El otro partido de Liga que ni siquiera se llegó a los 5.000 espectadores fue el de la primera jornada ante el Tudelano. Vale, ese tuvo la excusa de las vacaciones, pero ya ha quedado demostrado que lo de la baja asistencia no es problema de un día. Sin contar los apenas 3.243 espectadores que presenciaron la debacle en Copa Federación contra el Leioa.
El encuentro frente al Rayo Majadahonda, con apenas 4.403 espectadores, ha sido la entrada más pobre
MARCA NEGATIVA
Una media de 2.400 abonados verdiblancos no acude al estadio los días de partido
LOS AUSENTES
El miedo al contagio y la incomodidad de los protocolos también merman la asistencia
LA PANDEMIA
Con el abono, los aficionados tienen facilidades para contratar las retransmisiones
TELEVISIÓN
El juego del equipo de Guillermo Fernández Romo no enamora ni a los más fieles
POCO QUE OFRECER
De los nueve partidos que ha disputado el Racing en casa, sólo en dos se ha pasado de 6.000 personas
LISTÓN MUY BAJO
El mal estado del estadio y los desacuerdos entre una parte de la afición y la directiva también influyen
OTRAS CAUSAS
Está claro que la pandemia es el hecho que más daño ha hecho en la parroquia verdiblanca. Y en las de todo el mundo. El fallecimiento de abonados mayores; el miedo al contagio; las incomodidades de los protocolos sanitarios; los confinamientos... Todo eso ha rebajado la presencia de aficionados en los estadios y los Campos de Sport no son ajenos.
Desde las oficinas del Racing tienen claro que el virus es la principal causa de la baja asistencia al estadio. «No tenemos la menor duda de que la situación que estamos viviendo con el covid está marcando la asistencia al fútbol y al deporte u otros espectáculos, en general, no sólo al Racing. Y es comprobable en cualquier estadio, desde los más grandes a los más pequeños», afirma el director general verdiblanco, Víctor Alonso, quien insiste que «es importante no olvidar que estamos en una situación pandémica. Pasar por alto los contagios, los confinamientos, los miedos... Es no ser justo con la fidelidad de una afición como la del Racing, siempre muy cerca y pendiente de su equipo».
909aficionados tienen el abono júnior, de seis a 18 años. El que debería ser el futuro de la hinchada verdiblanca
Además, la pandemia ha tenido otro efecto colateral. El fútbol, durante un tiempo parado y en otro momento con las gradas vacías, parece haberse distanciado de unos aficionados que siguen siendo rentables en lo sentimental pero cada vez menos en lo económico. Vale más el seguidor de sofá que el de carné. De ahí que la preocupación entre quienes rigen este deporte sea pequeña. Y es verdad que los Campos de Sport lucen más tristes que en otros períodos. Sólo hace falta echar un vistazo a partidos de esta categoría y de las superiores para ver que el de los asientos vacíos es un mal extendido.
Pero el Racing tiene una situación particular que también afecta a este desencanto con el equipo. Se va a cumplir una década fuera de Primera División. Diez años de los que siete se han vivido en la tercera categoría del fútbol español -la última de ellas, la peor de la historia, un esperpento-. Se llame Segunda División B o Primera RFEF. Aunque el barro se vista de seda... Los continuos sinsabores y disgustos han minado la voluntad de los racinguistas menos acérrimos y ha habido muchos que han decidido abandonar el barco, al menos temporalmente, incluso habiendo obtenido su carné de abonado. Así que, con el sentimiento bajo mínimos, es más fácil encontrar planes mejores que pasar la tarde en los Campos de Sport viendo a un equipo que, pese a que en lo clasificatorio no va mal, tampoco enamora en lo futbolístico.
10años lleva el Racing fuera de Primera División. Siete de ellos los ha pasado en la tercera categoría. Eso también merma el interés
Y bueno, que sí, que a una afición que ha visto a Real Madrid, Barcelona o Manchester City en El Sardinero, algunos de los rivales le pueden dar pereza, pero en otras temporadas en Segunda División B, una categoría a priori más débil que esta Primera RFEF, los 8.000 aficionados en las gradas del estadio santanderino eran la regularidad. En esta campaña, eso sería un entradón.
Por otro lado, la política social del club tampoco está ayudando. Al menos, algunas de las medidas están siendo bastante discutidas, como el euro de gestión por realizar algunas operaciones de reserva de entradas a través de la web o el cobrado por la consigna de los paraguas en la puerta del estadio en las jornadas lluviosas. Además, la platea más ruidosa del estadio, La Gradona de los Malditos, ha tenido algunos encontronazos con la directiva que han reducido los ánimos y la asistencia también en Preferencia Norte. Sin olvidar, y esa responsabilidad es a pachas con el Ayuntamiento de Santander, el estado del estadio, que tampoco invita a acudir.
También hay que tener en cuenta que, con la adquisición del carné de abonado, los aficionados han tenido facilidades para contratar los servicios de Footters, encargada de retransmitir todos los partidos, lo que permite a los seguidores verdiblancos seguir el partido a través de la pantalla -si no da problemas la emisión- si no les apetece acudir al estadio.
9partidos ha disputado el Racing como local en lo que va de temporada
Y aunque el baile de horarios es considerable en esta nueva categoría debido a los designios de la televisión responsable, está claro que el problema de la baja asistencia va mucho más allá, porque el Racing ha jugado como local esta temporada tanto el viernes por la tarde, como el sábado como el domingo y salvo el partido del Deportivo -un domingo a mediodía-, los asientos a la vista han sido inmensa mayoría.
Asimismo, entre esos más de 2.400 abonados que no asisten a los partidos se encuentran los carnés aportados por el club a patrocinadores o para los futbolistas o miembros de la entidad, que a veces se usarán, pero otras, no, y los asientos quedarán vacíos. En otros momentos, quizá se podría compensar esas ausencias con venta de entradas a aficionados en general, pero en las circunstancias actuales es complicado encontrar espectadores que pasen por taquilla para un partido de forma esporádica.
Ni siquiera las invitaciones a los componentes de los clubes convenidos con el Racing, a colegios de la comunidad autónoma o a colectivos del entorno, costumbre que se ha recuperado esta temporada, han logrado mitigar la sangría de aficionados.
Un perjuicio que van a tener esta temporada los abonados es que, aunque el Racing haga los deberes mínimos exigidos y se meta en el play off de ascenso a Segunda División, no podrán presenciarlo en los Campos de Sport. Ni con su carné ni pagando un suplemento, como en temporadas anteriores. La Federación Española, en otra medida que daña al aficionado, ha instaurado ya como permanente la disputa de la fase decisiva de la competición en una sede neutral.
Los abonados
Por desglosar un poco los datos de los abonados verdiblancos, de los 8.467 aficionados con carné que tiene el club, 110 tienen la categoría Oro, que distingue a aquellos que tienen más de 50 años de antigüedad en el Racing. Por su parte, 1.253 ya ostentan la categoría Plata, correspondiente a quienes acumulan 25 años o más con el carné verdiblanco en la cartera. Por otro lado, los abonados Júnior, para seguidores de 6 a 18 años, son 909. El futuro del racinguismo, a día de hoy, tiene una base muy pequeña. A estos hay que añadir a las 794 personas que poseen el Carné Racinguista, que tiene un precio de veinte euros y que permite a los poseedores adquirir una entrada para un partido de la temporada.
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