El capitán, Íñigo Sainz-Maza, saluda al superior del convento.
Víctor Diego, Arsenio Llamazares, Íñigo Sainz-Maza y José Alberto conversan en el exterior del santuario.
Sebastián Ceria, en primer término, el máximo accionista del Racing.
Sainz-Maza, José Alberto, Enrique Palacio, Sebastián Ceria y Víctor Diego atienden las explicaciones de Arsenio Llamazares.
José Alberto, el técnico del Racing, baja del autobús al llegar al santuario de la Bien Aparecida.
Los jugadores, antes de entrar al templo.
Arsenio Llamazares charla con Manolo Higuera y Sebastián Ceria.
La expedición racinguista, ya en el interior del santuario de la Bien Aparecida.
El capitán, Íñigo Sainz-Maza, porta el ramo de flores del Racing como ofrenda a la Bien Aparecida.
De izquierda a derecha, Íñigo Sainz-Maza, Mikel Martija, Sebastián Ceria, Manolo Higuera, Arsenio Llamazares y José Alberto.
Sebastián Ceria, Roberto González, Víctor Diego y Juanjo Uriel escuchan la alocución que dedicó Arsenio Llamazares a la expedición racinguista.
Manolo Higuera, José Alberto, Mikel Martija e Íñigo Sainz-Maza, en primera fila en el santuario.
Sebastián Ceria, ante la imagen de la patrona de Cantabria.
Jugadores y aficionados salen del santuario tras el acto.
Peque, junto al autobús que llevó al Racing al santuario de la Bien Aparecida.
Jorge Pombo, en primer término, aguarda junto a varios compañeros para entrar al templo.
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