«Tengo la necesidad de demostrar al entrenador que soy el mejor»

-¿Cómo es el ambiente que se respira en el vestuario ahora que el equipo está a solo cuatro puntos del descenso?

-Estamos bien, pero sí, por supuesto que esperábamos más puntos de estos últimos partidos. Tampoco es que hayamos jugado mal, así que no estamos insatisfechos con nosotros mismos, pero no quiero decir que el ambiente sea de desánimo. Pero por supuesto que estamos insatisfechos con los resultados e intentaremos mejorar este próximo partido y hacernos con los tres puntos, por supuesto.

-El partido ante el Burgos ha sido declarado de Alto Riesgo y casi se podría decir que sobre el césped también. Sumar los tres puntos es fundamental para no jugar con fuego, ¿no?

-Sí, pero creo que cada partido aquí, en esta Liga, es muy difícil. Todos los equipos son muy similares entre sí, y los partidos suelen terminar con un 1-0, 0-0, 0-1. Por lo tanto, debemos concentrarnos y tener actitud para ir a Burgos y ganar ese partido. No tenemos miedo. Sabemos a los que vamos y estamos muy concienciados.

-¿Qué pasa en el Racing que los delanteros apenas marcan goles?

-Ya sabes, a veces esto son rachas, las rachas que se tienen en el fútbol. El equipo está jugando bien, pero algunas ocasiones no acaban en gol, otras veces el equipo rival defiende muy bien y no tienes opciones, o muy pocas, de acercarte a la portería, pero así son las cosas y tenemos que intentar cambiar esto para que los delanteros y los extremos también hagan más goles.

-Usted ha hecho uno, ante el Leganés en el primer partido que disputó en Santander. ¿Qué sintió cuando marcó ese primer gol en Los Campos de Sport?

-¡Buah!, estaba muy feliz, por supuesto que lo estaba. Por el gol y también porque la afición me aceptó muy bien y me sentía fenomenal, como en casa. Entonces eso significó muchísimo para mí y realmente espero marcar algunos goles más para sentir eso de nuevo. Ya sabes, sentir ese ambiente y ese orgullo dentro de mí por haber hecho feliz a la gente, porque el fútbol va de eso, al menos para mí.

-¿Incluso le cantaron una canción?

-Sí, sí, sí, y eso fue algo súper especial, por supuesto que sí.

-De momento es usted el preferido de José Alberto como delantero titular. Desde que llegó solo ha sido suplente ante la Ponferradina.

-Sí, ese fue mi primer partido y claro, es normal que fuera suplente. Yo estoy muy agradecido con el entrenador por darme la oportunidad de jugar. Por eso cada día en los entrenamientos y en cada partido tengo la necesidad de demostrarle que soy el mejor, que soy la mejor opción y tratar de seguir siendo la mejor opción a sus ojos, por supuesto.

-Lo que sí es cierto es que sus movimientos, con los que fija defensas y se desmarca arrastrando a los centrales, han propiciado dos goles de sus compañeros. ¿Es eso lo que le ha pedido José Alberto?

-Sí, sí, claro. Tenemos nuestros sistemas de cómo salir del portero, cómo jugar en algunas situaciones y, por supuesto estoy tratando de hacer lo que el entrenador me pide que haga y de hacerlo lo mejor que puedo. Intento plasmar sus ideas en el campo, porque al final se trata de eso, de que en los partidos se vea la mano del entrenador en lo que se hace en el césped.

-Si se logra la permanencia ¿Se ve usted jugando en el Racing la próxima temporada?

-Sí, por supuesto que me quedaría y además eso me haría muy feliz. Si me quedo aquí en Santander sería genial, porque a mí el equipo me ha aceptado muy bien, se vive muy bien, el clima es bueno... Entonces para mí este es un muy buen lugar para quedarse. Santander es una ciudad muy agradable y el Racing es un gran club.

-¿Cómo siente la acogida de la afición racinguista?

-La verdad es que genial. Es una sensación increíble cuando estás caminando por la ciudad y los racinguistas te reconocen, los niños te pregunta si se pueden tomar una fotografía contigo, que les firmes algo... Todo esto que estoy viviendo es algo especial y me siento muy honrado. Y ahora solo necesito seguir probando y demostrando a toda la afición que me merezco recibir todo este cariño y también devolvérselo, porque, como ya dije antes, el fútbol se trata de esto, de los aficionados y de hacer feliz a la gente jugando bien.

-¿Cómo se encuentra en Santander? ¿Se ha adaptado rápido?

-Creo que sí. A ver, siempre existe esta pequeña barrera del idioma, pero también estoy tratando de eliminarla poco a poco. Además cuando tienes el mar, el océano, cerca, para mí es casi como estar en casa, por eso me estoy adaptando muy rápidamente. Es que mi ciudad natal, Split, también tiene mar, y para mí eso es fundamental, me siento casi casi como en casa.

-¿Ya sabe alguna palabra de castellano?

-Muy poco (dice mientras ríe). Por ahora solo sé algunas palabras básicas para desenvolverme cuando voy a comprar (risas de nuevo) y poco más. La verdad es que aunque estoy aprendiendo por ahora hablo mitad en inglés y no mitad en castellano porque no sé tanto, pero chapurreo y lo intento. ¡Aprenderé!

-¿Cómo fueron sus inicios en el fútbol? ¿Cuando supo que quería ser futbolista?

-Lo sé desde que era casi un crío porque mi padre también era futbolista -su padre es Mate Baturina, un centrocampista ofensivo que incluso llegó a jugar con la selección de Croacia, aunque solo una partido, en la Copa de Corea en 1999 contra Egipto- y como profesional ha jugado en Croacia, Suiza, Israel... Y siempre estábamos mudándonos y viajando con él a donde quiera que fuera a jugar. Así que no sé, para mí y para mi hermano eso era lo único que sabíamos en el mundo: jugar al fútbol. Y siempre pensábamos en fútbol, fútbol, fútbol y sólo fútbol. Así que desde muy temprana edad sé que quiero dedicar mi vida a esto.

-Le viene de familia. Además su hermano Martin también es profesional. ¿Cuál ha sido el consejo más valioso que le ha dado?

-Es que además él juega en una posición similar a la mía, de '9' o de '10', así que después de los partidos siempre los vemos y estamos analizando todo lo que hemos hecho e intercambiamos impresiones. Me muestra algunos movimientos en los que tal vez podría hacerlo mejor, también me dice los que hago bien... Siempre hablamos, y en estas conversaciones me suele guiar, me dice lo que está bien, lo que no está tan bien, qué hacer en una determinada situación, qué no hacer... Así que creo que no puedo quedarme con una sola cosa que me haya dicho porque está haciéndolo constantemente -ríe-. Incluso ahora sigue haciéndolo porque está analizando estos partidos con el Racing.

-¿Con quién se lleva mejor del equipo? ¿Quién le hace de traductor en el vestuario?

-Me llevo muy bien con todo el mundo, pero quizá porque Aritz Aldasoro, Marco Sangalli y Pombo hablan inglés un poco mejor que los demás, quizá podría decir que me llevo mejor con ellos. También me llevo muy bien con Fausto, es un buen tío. En realidad todos lo son, no puedo decir una mala palabra de ninguno. Son geniales.