El racinguismo cala en Cantabria
Con récord de abonados en Segunda y el tercer mejor registro de la historia, el Racing hace gala de fieles en toda la Comunidad Autónoma
El Racing cuenta con 18.274 abonados. El dato se conoce desde el verano, cuando el club se vio obligado a cerrar la captación para propiciar que pudieran quedar algunas localidades libres en su estadio. De ellos, cuenta con los datos exactos de residencia de 17.157 de ellos y la conclusión es clara: cuando se habla del club como representativo de Cantabria, no es en vano, porque más de la mitad de esos abonados no residen en Santander.
El club no solo representa a la ciudad en la que nació y disputa desde hace 112 años sus partidos –que también–, sino que tiene una fuerte implantación en toda la Comunidad Autónoma. Y eso teniendo en cuenta solo abonados, más allá de identificaciones y simpatías personales. Y sin sumar tampoco a las 2.853 personas que no disponen de un carné con derecho a asiento, pero sí el de simpatizante. Por residir fuera de Cantabria, por no poder acudir a los partidos, por motivos económicos...
El caso es que cerca de tres millares de cántabros invierten en mantener su vinculación con el club y por no perder el número de socio, porque a esos efectos el simpatizante tiene condición de abonado. Presenta así una masa social de 21.127 racinguistas. Y sin tener tampoco en cuenta a los peñistas que no son al mismo tiempo abonados del equipo. La tasa de fidelidad de las agrupaciones que componen la APR es enorme, pero también hay verdiblancos, por diferentes circunstancias, sin carné del club. De esos, eso sí, no existen datos de procedencia.
Los datos
93 municipios
de Cantabria, de los 102, cuentan con algún abonado del Racing.
415 abonados
racinguistas residen fuera de Cantabria y aún así mantienen su fidelidad
1.287 abonados
son de Camargo, segundo municipio con mayor número tras Santander
Santander domina la estadística de abonados. Es natural. Es el municipio más poblado de Cantabria, feudo del club y residir en la capital pone mucho más sencillo el desplazamiento a los partidos. Pero los datos de abonados dejan muchas conclusiones y fotografías. Por una parte, que hay mucho racinguista en el exilio. De esos 17.157 abonados de los que se dispone de datos, 16.726 residen en Cantabria, lo que supone el 97,59%, pero también hay un 2,41% en la diáspora.
Repartidos
En concreto, 415 en el resto de España y 16 en el extranjero. Abonados muy fieles, porque salvo en contadas excepciones pagan su asiento sin poder acudir a la mayor parte de los partidos. Y el porcentaje puede ser mayor, porque responden precisamente al perfil en el que probablemente más datos le falten al club; esos poco más de mil racinguistas de carné de los que no se conoce por diversos motivos su lugar actual de residencia (abonos de empresa, algunos peñistas que no hayan actualizado ciertos datos, fallos en el sistema u otras circunstancias). Algo similar ocurre con los simpatizantes: de esos 2.853 con los que cuenta el club existen datos de residencia de 2.121, pero faltan los de 732.
Bezana, un feudo
Tan de Cantabria es el Racing que Santander no es ni siquiera el municipio con más abonados por habitante. Santa Cruz de Bezana ha desbancado a la capital como la población más verdiblanca. No en números absolutos, por la obvia diferencia entre los 174.101 habitantes de Santander y los 13.832 de Bezana (datos de 2024), incluida en el área metropolitana de la capital, pero sí cuando se echa mano de los relativos: el 4,91% de los vecinos de Bezana son abonados del Racing. Santander, por su parte, arroja una ratio del 4,43%, que no alcanza la de su municipio vecino, que puede presumir de un enorme racinguismo. Comenzando por su alcaldesa, Carmen Pérez Tejedor, fiel abonada.
La tasa de penetración global también es muy significativa: el 2,86% de los 584.507 cántabros (de nuevo datos de 2024) son abonados del Racing. No racinguistas, que en su sentido más amplio hay muchísimos más. Ese porcentaje se alcanza teniendo en cuenta solo los abonados con un asiento en los Campos de Sport; sin contar siquiera los simpatizantes ni peñistas que no tengan al mismo tiempo el carné del club.
Geográficamente, todo el arco de la Bahía concentra buena parte de los abonados verdiblancos, de nuevo por obvios motivos de cercanía e identificación (los 1.287 de Camargo, único municipio junto a Santander que supera el millar, los 994 de Piélagos, los 680 de Bezana y los 647 de El Astillero), pero el club tiene también importantes feudos más alejados de los Campos de Sport y La Albericia.
Es el caso de Torrelavega, que sigue en la lista a estos cinco ayuntamientos para colocarse como el sexto con más abonados: 572, de nuevo con ese millar del que no se dispone de información y que invita a deducir que la cifra real rondará los 600. Laredo y Castro Urdiales, donde pese a la proximidad con Vizcaya y la obvia influencia de la comunidad vecina los datos evidencian que el Racing, además en plena expansión social, también tiene implantación.
En total, de los 102 municipios que integran Cantabria, solo nueve no tienen ningún abonado racinguista entre esos 17.157 de los que se dispone de información precisa. De nuevo en una evidencia matemática, coinciden con aquellos de menos población y/o más alejados de Santander.
Los simpatizantes
La fotografía se reproduce, a grandes rasgos, de modo similar en lo que a simpatizantes se refiere, aunque en este caso Torrelavega progresa un puesto y se coloca por delante de El Astillero. En el cómputo global, de los 2.121 que residen en Cantabria –la cifra global se aproxima a los 3.000, y en este caso no se ha cerrado el plazo de captación, sino que se admiten nuevas altas durante toda le temporada–. Santander cuenta con 1.024; Camargo, con 118; Piélagos, con 110; Santa Cruz de Bezana, con 85 y Torrelavega, con 74.
De nuevo Bezana, eterna candidata a acoger en algún momento al club –más de una vez, en el siglo XX y en el XXI, se ofreció o sondeó su Ayuntamiento ofrecer al Racing terrenos para una ciudad deportiva– puede presumir de identificación verdiblanca. A sus 680 abonados confirmados se unen otros 85 simpatizantes. Y la segunda ciudad en tamaño de Cantabria, Torrelavega, también hace gala de tal condición al sumar otros 74 simpatizantes (más el margen de error al alza, mayor que el que se registra en el caso de los abonados). Otro signo evidente del crecimiento social verdiblanco, topado en cierto modo por la capacidad de su estadio en un momento históricamente muy significado de identificación y número de abonos.
El registro actual constituye la tercera mejor cifra de abonados en toda la historia del club, récord absoluto en Segunda –como se alcanzó también el curso pasado, pero ahora superado– y solo por detrás de dos temporadas especialmente significadas en la historia del Racing, ambas en Primera División: la de la clasificación para la Copa de la UEFA –semifinales de Copa incluidas– y la siguiente, en la que los verdiblancos disputaron por última vez competición europea y superaron ligeramente el listón de los 19.000 abonados.
Por último, el Racing cuenta con 687 simpatizantes con carné fuera de Cantabria. Constituyen casi la cuarta parte del total, al tratarse de seguidores que no pueden asistir al estadio, pero que desean mantener su vinculación. Destacan especialmente los 340 de Madrid, mientras que en México hay siete carnés —los de la peña racinguista allí radicada– y en Estados Unidos, otros cuatro. En total, 45 simpatizantes fuera de España al día de sus cuotas. Y siempre con la expectativa y el objetivo de seguir creciendo. En todos los sentidos. También en un aspecto social en el que los verdiblancos se sienten en los últimos tiempos especialmente cómodos.
Las lanzaderas, una solución de futuro dependiente del aforo
Fruto del cada vez mayor calado social del Racing no solo en Santander, sino en toda Cantabria, el club ha llegado a sopesar la posibilidad de habilitar lanzaderas para facilitar que desde las zonas más alejadas de la autonomía sea posible acudir al estadio. En concreto, mediante la habilitación de autobuses para abonados. Esta iniciativa ya se puso en marcha en la primera década del siglo, entonces también en un momento de crecimiento social –aunque sin alcanzar en absoluto las cifras actuales– y destinada a captar nuevos socios.
El motivo fundamental de que no se haya llevado a la práctica es el tope que el club ha tenido que establecer en el número de abonados, y de ahí lo imperioso que el Racing estima la ampliación del estadio que el club ha propuesto, dado que el actual aforo no satisface la demanda existente.
Estima que, de haber dispuesto de más capacidad en su grada, en este mismo curso hubiera superado los 20.000 abonados –simpatizantes aparte– y que son necesarios algunos miles más de localidades para adecuar el aforo a la demanda. Sin una capacidad excesiva que convierta a los Campos de Sport en un estadio imposible de llenar, pero dejando margen para nuevos abonados y a la posibilidad de tener un buen ingreso por taquilla en los partidos especialmente significativos por la entidad del rival (en caso de ascenso a Primera, FC Barcelona y Real Madrid como ejemplos paradigmáticos) y por la masa social que pueda desplazar el equipo visitante.
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