Los Leones rugirán ante los mejores equipos del mundo

«Yo empecé con esto a los 24 años. Jugando con cuatro amigos, para ir al tercer tiempo... ¿Llegar a un Mundial? Nunca lo pensé». La imaginación de Manu Mora (Santander, 1985), con 37 años cumplidos la pasada semana, vuela ya hacia el cielo del rugby. Si todo va como debe ir, el segunda línea santanderino estará en la selección española que juegue el Mundial de Francia 2023. Porque ayer, España selló ante Portugal (33-28) en el Central de la Complutense de Madrid el billete para el segundo Mundial de su historia, después de jugar el de Gales en 1999. Lo hizo tras un partido memorable. Soberbio. Intenso a más no poder que puso a prueba los corazones de los 6.000 fieles que abarrotaban el Central. Muchos de ellos saltaron al campo tras el partido para unirse al rugido del XV del León. Bien alto. Que se entere todo el mundo. «¡Sí, sí, sí, nos vamos a París!».

Leones contra Lobos. España contra Portugal. Los españoles, si ganaban, al Mundial directos. Y los lusos, a pelear el tercer puesto que da opción a la repesca. Se auguraba una pelea sin límites en el Central y desde el primer segundo eso fue lo que ocurrió. Los lusos, con mucho peligro en ataque. Y España, cimentando sus opciones con una defensa más que férrea. Los portugueses llegaron a estar por delante por 5-10, pero antes de los 20 minutos España ya dio la vuelta al partido (12-10) para no soltar ya más el mando. En los Leones, Manu Mora brillaba en defensa a la hora de placar y también en la ofensiva al percutir una y otra vez contra la zaga lusa. Un ensayo de Pinto, al filo del descanso, puso el 24-17 con el que el señor Trainini mandó a todo el mundo a los vestuarios y al público a tomar algo. Para redondear un día perfecto, hacía un cielo de postal en Madrid.

La segunda parte volvió a ser un tratado de intensidad. Marques y Ordás intercambiaban golpes de castigo para llegar al tramo final con 33-23 favorable a España con 25 minutos por delante. El ejercicio de defensa numantino del XV del León fue de época. Aguantando larguísimas jugadas que desembocaban en rucks justo encima de la línea de ensayo. Los lusos solo acertaron a superar la línea de marca a un minuto del final (33-28). Faltaba defender la última jugada, pero un golpe de castigo por retenido a los lusos llevó el delirio a todo el Central.

Mora tiene pensado retirarse tras un Mundial que se jugará en el país en el que ha desarrollado buena parte de su carrera. Donde también juegan muchos compañeros de selección. «Es un premio a todos estos años de trabajo», relata el segunda línea santanderino, que se estrenó como León el 14 de junio de 2014 ante Georgia. El 9 de septiembre de 2023, en Burdeos, Manu Mora podrá cumplir ese sueño suyo y el de todos los aficionados al rugby en España, con el primer partido del Mundial ante Irlanda. Con casi toda seguridad, se perderá. Y por bastante. Pero ayer, los Leones demostraron que por orgullo, carácter y esfuerzo, no va a ser. La imagen que dará España en el segundo Mundial de la historia será mucho más que digna.

• Temas
• Rugby