En busca de los primeros berridos del monte
Una ruta de lo más cómoda entre Barcenillas y Ucieda, en el municipio de Ruente, permite adentrarse en la naturaleza para escuchar e intentar ver a los venados que ya han iniciado la berrea
Marco G. Vidart
Barcenillas
Viernes, 12 de septiembre 2025, 18:59
Es un paseo de lo más agradable en cualquier día del año. Una ruta de lo más sencilla para hacer ejercicio y estar en plena naturaleza pocos metros después de dejar el coche. Entre Barcenillas y Ucieda, en el municipio de Ruente, una pista lleva al caminante por un paraje que ofrece unas vistas de lo más amplias. Pero en estos primeros días de septiembre, el paseo tiene un añadido especial. Los venados de las zonas más bajas ya han empezado su particular canto. Es tiempo de berrea.
No hay demasiado problema en dejar el coche en Barcenillas. Y la ruta comienza a los pocos metros, justo al lado de la iglesia de San Sebastián. Desde el inicio, el camino no va a engañar. Siempre hacia arriba. Pero nunca con desniveles imposibles. Se parte de los 210 metros de altitud y se llega al punto más alto a los 549. Además, no hay que desviarse para nada. Es imposible perderse.
La ruta
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Localización: Ruente.
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Duración total: 3.40 horas.
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Longitud total: 12,6 kilómetros.
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Nivel: Fácil.
Amanece sobre el valle y, aunque a lo lejos, hay suerte. Ese 'mugido' más agudo y sostenido que el de una vaca es inconfundible. Algún venado berra, aunque no parece estar cerca. La pista es la típica que se encuentra en muchos montes de Cantabria, de buen firme y piedra suelta. Está en un estado magnífico.
Según se va ganando en altura, la pista se convierte en un lugar casi perfecto para ver a los venados reclamando su cuota de protagonismo anual. Laderas muy amplias, sin apenas árboles y solo con hierba alta. Hay una visibilidad extraordinaria, que con unos prismáticos –los mejores amigos de un amante de la naturaleza– hacen multiplicar las opciones. La imaginación vuela cuando un talud de tierra, en el lado derecho de la pista según se sube, serviría de parapeto. Si sale un 'venao', sería el lugar perfecto para ver sin ser visto.
Un pequeño cartel, en una curva de la que parte también un camino de monte, indica que se va en la dirección correcta. 'Ucieda'. Los berridos, monótonos y espaciados, hacen concebir esperanzas. Porque un lance de berrea surge donde menos se espera. Si no van pegando gritos, los venados suelen ser bastante sigilosos y pueden aparecer cerca para el próximo berrido. Por ello, la máxima para ir de berrea siempre es la misma. Con sigilo y en silencio. Y en caso de ver un venado, esos consejos son de obligado cumplimiento. No moverse y no hablar en alto es la mejor garantía. Porque de lo contrario... Aunque estén en esa sinfonía para atraer hembras y disuadir a otros competidores, tampoco tienen la guardia tan baja como se pueda pensar. Basta un ruido para que fijen la mirada en su procedencia y, si no les gusta lo que ven, se callen y se marchen al trote.
Consulta la ruta en Wikiloc:
Las recta entre Ruente y Barcenillas, todo el valle de Cabuérniga... Las vistas son de cuento, con el sol aún sin verse porque lo tapa la ladera por la que se sube y la luz intentando colarse por alguna parte. Pero un invitado se suma al intento de día de berrea. Y no es precisamente bienvenido. Un molesto viento sur comienza a soplar. Mal asunto.
La pendiente ya suaviza al llegar al punto más alto del recorrido, en el que hay un cercado. Hay una bifurcación, de la que sale un camino hacia la derecha. Pero en esta ruta siempre hay que seguir de frente. A los pocos metros, se observa otro paraje, con algunas casas ya de Ucieda a la vista. La decoración en cuanto a la vegetación también es un poco distinta a la de la ladera anterior, con helechos, escajos... Pero tampoco demasiados árboles. De nuevo, la visibilidad es muy alta.
La ruta entre Barcenillas y Ucieda, en imágenesVer 11 fotos
Va aumentando el calor y las posibilidades se reducen. El suave descenso acerca al caminante a Ucieda. Tras franquear un paso canadiense, un tramo de cemento rayado conduce hasta la carretera. Ala izquierda está Ucieda. Hacia la derecha, se va hacia la famosa Casa del Monte, un área recreativa de lo más popular en la zona. Desde ahí, se desanda lo andado de vuelta a Barcenillas, y ya el viento sur arrecia para convertirse en fuerte. Esta vez, no ha habido suerte. Pero la ruta es un escenario casi ideal para, si la hay, pasar un rato de berrea en estos primeros días de septiembre. Laderas despejadas y una gran visibilidad para intentar contemplar uno de los espectáculos de la naturaleza.
1. El inicio.
En Barcenillas hay bastante espacio para dejar el coche. Marco G. Vidart
2. Junto a la iglesia.
La pista arranca a la derecha de la iglesia de San Sebastián.
3. Visibilidad.
Laderas muy despejadas y con pocos árboles permiten tener una gran visibilidad en caso de que haya suerte y aparezca un venado.
4. Más vegetación.
En la ladera que da a Ucieda la vegetación cambia, con más helechos y escajos, pero la visibilidad sigue siendo altísima.
5. El intermedio.
La pista termina en la carretera junto a Ucieda, que marca la mitad de la ruta.1 /
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