Las canciones imprescindibles de Joaquín Sabina: ¿cuál es tu favorita?
El cantante actúa en la Campa de la Magdalena el 18 y el 20 de julio dentro de su gira de despedida 'Hola y Adiós'
El grande entre los grandes, Joaquín Sabina, actúa este fin de semana, los días 18 y 20 de julio (viernes y domingo), en la Campa de la Magdalena, en Santander. Si no es un farol, y tristemente no lo parece, el artista se despedirá -profesionalmente- de Cantabria con su gira 'Hola y adiós', con la que está cerrando casi medio siglo de trayectoria musical ante miles de seguidores.
A sus 75 años, el brillante compositor repasará la mayor parte de sus éxitos en las que serán dos noches increíbles de poesía urbana, ironía y mucha emoción. 'Princesa', 'Pongamos que hablo de Madrid', 'Calle Melancolía', 'Y nos dieron las diez'... Es difícil elegir solo una de sus canciones, pero en este juego te proponemos hacer un ejercicio de suma precisión y que te quedes únicamente con una. ¿Capaz o incapaz?
Pongamos que hablo de Madrid - Álbum: Malas compañías (1980)
Una visión descarnada de la capital española, alejada del ideal turístico. Sabina retrata un Madrid sucio, melancólico y contradictorio, lleno de personajes grises y esperanzas rotas. Se convirtió en un himno alternativo de la ciudad. La letra combina ternura y crítica con notable precisión.
Calle Melancolía - Álbum: Malas compañías (1980)
Autorretrato íntimo y doloroso del Sabina de los inicios. Narra una existencia marginal, solitaria, sin rumbo claro, en pisos alquilados y noches de insomnio. La tristeza se convierte en belleza a través de su poesía. Es una de sus canciones más sinceras.
Quién me ha robado el mes de abril - Álbum: El hombre del traje gris (1988)
Una de sus canciones más universales, cargada de melancolía. Utiliza abril como símbolo del amor perdido y el tiempo que no vuelve. Tres historias distintas —una mujer abandonada, un profesor frustrado y un músico sin inspiración— se entrelazan en la misma soledad.
Princesa - Álbum: Joaquín Sabina y Viceversa (1986)
Crónica cruda de una joven que brilló en la noche madrileña y acabó destruida por las drogas. Sabina mezcla compasión y desencanto con frases punzantes y veraces. La música tiene un aire casi rockero, y la letra no deja respiro. Un retrato sin maquillaje.
Así estoy yo sin ti - Álbum: Hotel, dulce hotel (1987)
Canción de desamor llena de ingeniosas metáforas. Sabina recurre a comparaciones absurdas para describir el vacío que deja el otro. Es irónica y tierna al mismo tiempo. Una joya que demuestra cómo se puede hablar de tristeza con humor poético.
Yo me bajo en Atocha / Peces de ciudad (versión original) - Álbum: Enemigos íntimos (1988)
Canción que representa el regreso a la rutina tras haber vivido la libertad. El protagonista, cansado y derrotado, vuelve a Madrid como quien abandona sus sueños. Tiene una segunda vida bajo el título «Peces de ciudad», más pulida y emocional.
Amor se llama el juego - Álbum: Física y química (1992)
Amargo y certero análisis del amor como una especie de guerra emocional. El juego es cruel, adictivo y lleno de trampas. Con un tono irónico y resignado, Sabina desmonta el mito romántico. Una de sus letras más lúcidas y cínicas.
Eva tomando el sol - Álbum: El hombre del traje gris (1988)
Retrato sensual y provocador de una mujer libre, sin culpa. Eva aparece aquí como símbolo de rebeldía frente a la moral tradicional. Sabina celebra el cuerpo, el deseo y la libertad femenina. Es un canto a la vida sin prejuicios.
La del pirata cojo - Álbum: Física y química (1992)
Canción divertida y llena de fantasía, donde Sabina imagina todas las vidas que no ha vivido. Desde torero hasta pirata, pasando por gigoló y boxeador. Cada estrofa es una ventana a otra posibilidad. Una oda a la imaginación y al inconformismo.
Y nos dieron las diez - Álbum: Física y química (1992)
Relato de un romance de verano que termina en abandono. El tono va de la ilusión inicial a la tristeza final con naturalidad narrativa. Es una de las canciones más populares de Sabina. Tiene una estructura casi de cuento.
A la orilla de la chimenea - Álbum: Física y química (1992)
Una de sus canciones más tiernas y amorosas. Habla de entrega absoluta, sin condiciones ni límites. Es íntima, cálida y poética, ideal para momentos de introspección. Muestra el lado más vulnerable de Sabina.
Esta boca es mía - Álbum: Esta boca es mía (1994)
Canción de protesta y afirmación personal. Defiende el derecho a opinar, a disentir, a expresarse sin miedo. Con frases cargadas de contenido político y social, Sabina arremete contra la censura y la hipocresía. Un manifiesto en forma de canción.
Contigo - Álbum: Yo, mí, me, contigo (1996)
Una de las canciones más citadas de Sabina. Habla de un amor tan apasionado como inviable, con frases memorables como «yo no quiero un amor civilizado». La contradicción emocional es el motor del tema. Pura poesía de pareja caótica.
Tan joven y tan viejo - Álbum: Yo, mí, me, contigo (1996)
Autorretrato en forma de canción. Sabina se presenta como un ser lleno de contradicciones: canalla y sensible, viejo y niño, cínico y soñador. Resume su filosofía vital con ironía y afecto. Muy representativa de su estilo.
Besos en la frente - Álbum: El hombre del traje gris (1988)
Despedida dulce y serena de una relación que termina sin rencores. Es madura, elegante y llena de respeto por lo vivido. Ideal para entender el amor como algo que puede acabarse sin dramas. Una joya poco ruidosa pero muy honda.
19 días y 500 noches - Álbum: 19 días y 500 noches (1999)
Cumbre del desamor sabinero. Rabia, dolor y alcohol como formas de supervivencia tras una ruptura brutal. Narrada con crudeza y sin maquillaje emocional. Una de sus letras más celebradas, largas y perfectas.
Nos sobran los motivos - Álbum: 19 días y 500 noches (1999)
Canción melancólica, resignada, sin rencor. Reflexiona sobre el final de una historia donde ambos tienen razones para irse. Es honesta, elegante y profundamente humana. Muy representativa del Sabina más maduro.
Ruido - Álbum: Esta boca es mía (1994)
Describe la relación rota entre dos personas, donde el amor ha sido sustituido por discusiones y silencios incómodos. Todo es interferencia, confusión, desorden emocional. Es una historia de amor que ya no se escucha.
Peces de ciudad - Álbum: Dímelo en la calle (2002)
Versión definitiva de un tema que evoluciona desde «Yo me bajo en Atocha». Reflexión poética sobre el desencanto que provoca crecer y vivir en la gran ciudad. Melancólica, suave y profundamente lírica. Una de sus joyas.
Por el boulevard de los sueños rotos - Álbum: Esta boca es mía (1994)
Homenaje a Chavela Vargas, a los bohemios, a los que pierden por vivir demasiado intensamente. Llena de referencias mexicanas y tono nostálgico. Es un retrato tierno y triste del fracaso con dignidad. Muy emocional.
Pacto entre caballeros: Álbum: Hotel, dulce hotel (1987)
Otra de las canciones icónicas del maestro Sabina. «Pacto entre caballeros» de Joaquín Sabina es «Hotel, dulce hotel», lanzado en 1987. Con este temazo terminamos, aunque su discografía y su arte es infinito.
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