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Las empresas se quejan de que los recién graduados no cuentan con la formación adecuada para los perfiles que necesitan mientras que los jóvenes que ... salen de la universidad intentan abrirse camino en el mundo laboral. La necesidad de conectar empresas y profesionales movió al Colegio de Ingenieros Industriales y la a Escuela de Ingenieros Industriales y Telecomunicaciones de la Universidad de Cantabria a iniciar el Programa de Orientación Profesional (POP). La primera edición se vivió entre 2018 y 2019. La segunda acaba de comenzar y supone un claro avance con la anterior ya que se ha pasado de 3 proyectos a 7 y ha logrado la implicación de más empresas, lo que amplia las posibilidades de formación y de futuro empleo para los estudiantes que están participando.
El POP va dirigido a los alumnos que acabados los estudios básicos de la ingeniería llegan a la realización del máster en el que se elabora el trabajo final para lograr la titulación. La idea es que un profesional de experiencia tutorice los primeros pasos de uno nuevo que intenta comenzar su vida laboral. Es la bienvenida a la profesión.
2018-2019
3 proyectos desarrollados por 3 alumnos en dos empresas privadas y en un centro de I+D
9 personas implicadas en esta primera edición: 3 alumnos, 6 c0-directores y 3 departamentos
2019-2020
7 proyectos en cuatro empresas públicas y privadas y en un centro de I+D
20 personas implicadas: 7 alumnos y 13 co-directores y 4 departamentos implicados de la UC
Los estudios de ingeniería industrial tienen un buen nivel de empleabilidad. De hecho, la mayoría de los 20-25 que acaban cada año los estudios suelen encontrar trabajo. Sin embargo, a pesar de ello la incorporación a las empresas supone un paso importante, un salto de la teoría a la práctica. Fue eso lo que motivó a Fernando Mantilla, profesor de la Escuela y vocal del Colegio de Ingenieros Industriales y de la Asociación, a plantear esta idea que se ha hecho realidad el curso pasado y que éste continúa.
El POP fue una propuesta en la Junta de Gobierno del Colegio de Ingenieros Industriales de Cantabria aprobada por unanimidad. Desde el primer momento, la colaboración institucional es completamente satisfactoria y la actividad crece con la prudencia de establecer su tamaño adecuado para hacer las cosas bien. El año pasado se desarrollaron tres trabajos y éste serán siete.
El objetivo es acercar el Colegio a los nuevos titulados y a la sociedad en general y contribuir en la conexión universidad-empresa con centro en el ingeniero novel.
En esta segunda edición, Mantilla visitó una selección de empresas industriales de Cantabria y todas compartieron el interés de la iniciativa y la mayor parte han estado interesadas en participar, si bien, por razones operativas de ellas y por limitación de trabajos no todas se han apuntado al final.
El POP es una iniciativa orientada a la formación dual muy arraigada en otros países. No parece razonable saltar directamente del aula al mundo laboral de forma tan súbita, como saltar de forma repentina del aula a la plena competencia profesional (según legislación) y sus responsabilidades de todo orden.
«Los alumnos me comentan el 'vértigo' personal que sienten al enfrentarse al mundo laboral. Han acreditado ya su madurez formativa y son personas responsables y, sin embargo, sienten esa inmerecida sensación, que además es injustamente limitante», explica Mantilla.
El POP va dirigido al ingeniero industrial novel, es una especie de bienvenida a la profesión de la mano de ingenieros con experiencia (personal y profesional) en el marco institucional adecuado del Colegio. «Por arduo que resulte en estos tiempos, debemos confiar en el futuro, contamos con la ventaja y fuerza de la juventud de los protagonistas», afirma el coordinador del programa.
La primera edición contó con 3 proyectos. Uno se llevó a cabo en el Grupo Tirso ('Comprobación de la resistencia a la tracción de diferentes geometrías y uniones de piezas de acero') y lo realizó Pedro Menor de Gaspar Álvarez. Tuvo como director industrial a Ignacio Salá y como director académico a José Alberto Álvarez Laso. El segundo se desarrolló en Solvay ('Modelo de negocio fotovoltaico para autoconsumo de una fábrica del grupo') y el protagonista fue Enrique Cuétara Gama. El co-director industrial, Carlos Aladjen y el académico, Carlos Renedo. El CTC acogió al tercer proyecto ('Determinación de patrones de degradación por corrosión de acero estructural en ambiente marino') de Judith Álvarez Argüeso. El director industrial, Álvaro Rodríguez Ruiz, y el académico, Alberto Coz Fernández.
Pedro Menor de Gaspar y Judith Álvarez, dos de los participantes en esta primera edición, afirman que «la experiencia ha sido muy positiva» y aun que no han permanecido en el centro donde se formaron se consideran «más preparados» para buscar un empleo.
Mantilla considera que «quedan aspectos por mejorar, como diseñar la oferta anual en cuanto a la definición de la oferta. Duración de cada trabajo, periodo de realización o la existencia de retribución económica. No resulta sencillo porque los estudiantes son más diversos de lo que parece y están en una etapa vital poco estable (movilidad geográfica, búsqueda de empleo, carga académica). Pueden ser de promociones distintas, o siendo de la misma tiene situaciones personales diferentes (asignaturas pendientes, trabajos alternativos, etc.). Es deseable que la oferta POP sea diversa y bien definida. Todo esto significa compromisos con las empresas, que no siempre pueden asegurarse anticipadamente. Considero, que solo anticipadamente las actividades resulta bien construidas y lo organizado es sinónimo de calidad».
De otro lado, apunta que si la colaboración universidad-industria es una necesidad, mucho más si está centrada en ingenieros noveles. «Los co-directores académicos me dicen que para ellos es una oportunidad de mostrar sus avances en investigación, y los industriales, una oportunidad de acometer labores de interés práctico pero que el día a día no les deja abordar», afirma.
En la edición de este año son 7 los proyectos que se han puesto en marcha. En SEG Automotive Spain Sau hay dos de ellos que van a ser llevados a cabo por Francisco Cue y Jairo Acebes. El primero trabajará en 'Ensayos dieléctricos en los bobinados para aumentar la garantía de la maquina BRM' y el segundo en 'Estudios de corrosión en la máquina eléctrica BRM'.
El tercer proyecto se realiza en Pladomin por parte de Cristina Diego y aborda la 'Adecuación de máquinas y útiles así como automatismos y mejora de procesos'. El cuarto será en la empresa Global Special Steel Products (planta de Tycsa) y será Martín Álvarez el que lo lleve a cabo y versará sobre la 'Optimización del diseño de hileras para trefilado con alto contenido en carbono'.
Equipos Nucleares (ENSA) acoge dos proyectos. Andrés Pariente González se centrará en el desarrollo de herramientas de corte para desmantelamiento de partes internas de reactor y Óscar Diego en 'Procedimientos de trabajo y desarrollo de equipos especiales para el ensamblaje de una vasija de vacío para reactor de fusión'.
El séptimo proyecto, a cargo de Joaquín López Hornillos, se realiza en el CTC y se trata de 'Industria 4.0-desarrollo de digital twin'.
Hay cuatro departamentos de la UC implicados con 6 co-directores académicos, ya que uno participa en dos proyectos
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