El nuevo modelo de la PAU desploma la nota media: de un 7,4 a un 6,4 este año
Los criterios aumentan la exigencia y el resultado en Cantabria responde a «lo esperado», según la Universidad, para retomar la «normalidad» previa a la pandemia
Los nervios y la incertidumbre que vivieron los alumnos de 2º de Bachillerato al empezar el curso por el cambio anunciado en el modelo de ... la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) estaban más que justificados. Y más a la vista de los resultados. La nota media en Cantabria ha caído de un 7,4 en 2024 al 6,4 obtenido entre los más de 3.000 alumnos examinados la primera semana de junio. Un desplome del 10% que, por otro lado, responde a «la línea de lo esperado» por la Universidad de Cantabria (UC). No solo la calificación media, sino también el porcentaje de aprobados, que en esta edición de 2025 ha sido del 94,61%, tres puntos porcentuales por debajo de la prueba del año pasado.
Tal y como asegura el vicerrector de Estudiantes, Empleabilidad y Emprendimiento, Íñigo Casafont, la PAU se adapta a la «coordinación con Educación», pero también a las «demandas de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), que venían notando cómo los alumnos presentaban carencias durante los primeros años de universidad que debíamos subsanar». Para ello, la exigencia aumentó con un mínimo de un 70% de la prueba competencial, con respuestas semiconstruidas –de redacción–, menos optatividad (evitando el descarte de temas) y la coherencia, cohesión, corrección gramatical, léxica y ortográfica de los textos contando, al menos, el 10% de la calificación.
Los datos
10% ha descendido
la nota media en Cantabria con respecto a la anterior convocatoria de 2024.
94,6% de exámenes
aprobados, 3 puntos porcentuales menos que la prueba anterior.
«La idea es volver al modelo anterior a la pandemia», indica el director general de Calidad y Equidad Educativa del Gobierno de Cantabria, José Luis Blanco. A su juicio, el sistema se simplificó, se «redujo el nivel de exigencia dado que el alumnado a partir del año 2020 no pudo recibir el curso absolutamente presencial» debido a la irrupción de la pandemia de covid. Ahora el objetivo es retomar la dificultad de la prueba anterior.
¿Va a perjudicar a los alumnos? La Universidad de Cantabria, la Consejería de Educación e, incluso, varios directores de institutos consideran que no. Creen que de esta forma, «descenderán las notas de corte de todos los grados», ya que la caída no solo se da en nuestra comunidad. «El descenso en las notas es generalizado», certifica Norberto García, director del IES Montesclaros de Reinosa. Y, como recuerda Ángel Merodio, director del IES Santa Clara de Santander, «todos los alumnos juegan a lo mismo». Es decir, se preparan para una prueba idéntica.
La CRUE busca retomar la exigencia previa a la pandemia, subsanando carencias en los alumnos
El descenso de aprobados es general en las regiones que ya han publicado datos preliminares
Todos excepto quienes traten de acceder a la universidad con una prueba anterior (como la EBAU). Las notas medias fueron mayores y, por lo tanto, sería más sencillo que accediesen a los grados con mayor exigencia en una segunda oportunidad. Sin embargo, para Casafont, «van a ser casos mínimos y las notas de corte van a bajar».
Los cambios en la prueba no pillaron por sorpresa a los centros educativos. Se anunciaron ya comenzado el curso, en octubre de 2024, y como explica García, «los alumnos tenían más miedo de lo que ha resultado». De hecho, relata que al salir de la prueba «las sensaciones eran buenas, estaban familiarizados con el modelo porque era igual que el que habían trabajado en clase». Pero los datos arrojaron que las intenciones de endurecer los exámenes de acceso a la Universidad se cumplieron. Sobre todo en Matemáticas II (la opción de Ciencias) y Física, las materias más complicadas a juicio de los bachilleres. Al fin y al cabo, apunta Merodio, «el cambio en el examen es un mal o un bien general» que afecta a todos los alumnos de todos los centros por igual.
Unificación de criterios
Precisamente, la igualdad de condiciones entre los estudiantes de todas las comunidades autónomas es uno de los objetivos de la CRUE. «Trabajamos en la línea de igualar las pruebas», detalla Casafont. De hecho, el cambio en los criterios surge de la coordinación del organismo de rectores, pero también del trabajo conjunto con la Consejería de Educación.
«Cada coordinador de materia –Matemáticas, Lengua, Historia, etc– se ha puesto en contacto con los coordinadores de otras universidades». Algo que pretende garantizar la unidad en los criterios y contenidos. Pero, como novedad, en esta ocasión, catorce de los 31 exámenes que han realizado los alumnos en la PAU de Cantabria fueron supervisados por profesores de la Consejería de Educación. «Ha habido un consenso importante en esta ocasión e intentaremos que en el futuro sean más», sentenció.
Los datos preliminares que arrojó la prueba en Cantabria siguen la tendencia nacional. En términos generales, el cambio de modelo de la PAU se ha traducido en un descenso tanto del porcentaje de aprobados como de las notas medias en el resto de las autonomías. Así, el objetivo es aumentar la exigencia para retomar la «normalidad previa a la pandemia» y evitar la tendencia «de relajación en los alumnos, que tenían debilidades, y solventar las carencias con las que nos encontramos durante los primeros años de la carrera universitaria», concluye Casafont.
Un total de 138 exámenes adaptados en la convocatoria
La PAU contó con más de 300 personas trabajando para su desarrollo en Cantabria. Coordinadores, vocales, correctores... hicieron un esfuerzo extra en la convocatoria de 2025 para adaptar la prueba a las distintas necesidades educativas de 138 alumnos. Personas con déficit de atención o dislexia pudieron enfrentarse al examen con cambios en la forma, pero no en el contenido. Por ejemplo, un mayor interlineado en los enunciados o un tamaño de letra más grande. Pero con la misma exigencia en términos de competencias. De hecho, esta convocatoria es la primera que cuenta con la adaptación de la prueba en el Aula Hospitalaria de Valdecilla. Tres alumnas se enfrentaron –con éxito– al examen de acceso a la universidad desde el hospital. Para el vicerrector de Estudiantes, «es imprescindible destacar el trabajo de la comisión organizadora y de todos los que han trabajado en el desarrollo de la prueba». Especialmente, «para adaptar los exámenes y permitir así que quienes lo tienen más difícil puedan enfrentarse a la PAU». Sin la prueba en el Aula Hospitalaria, «no se hubieran presentado», aseguró, «y ya que han preparado la prueba desde el mismo aula, creíamos importante que pudieran realizarla sin desplazarse».
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