Cantabria recibe el pacto entre Trump y la UE con una caída del 22% en las ventas a EE UU
Las empresas locales que exportan a Estados Unidos bajan un 48% hasta mayo fruto de las dudas arancelarias
La economía del planeta lleva meses en vilo a la espera de cómo encajan las diferentes superpotencias las bravatas comerciales del nuevo presidente de Estados Unidos. Donald Trump, ya antes de acceder por segunda vez a la Casa Blanca, propugnaba la necesaria aplicación de aranceles para compensar, decía, los diferentes déficits que mantenía con diversos socios a lo largo del globo. A expensas de concretar una nueva convivencia con China –el gigante asiático parece no amilanarse con las amenazas estadounidenses– quien sí que ha tenido que ceder en parte de sus pretensiones ha sido la Unión Europea.
El acuerdo trazado entre el propio Trump y la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, fija un arancel general del 15% a las exportaciones del Viejo Continente rumbo al otro lado del Atlántico. Como complemento, compras de Gas Natural Licuado por valor de 750.000 millones en tres años. Sectores como el acero y el aluminio mantienen sus propios recargos ya fijados con anterioridad.
El documento, que viene al menos a traer cierta seguridad en el corto y medio plazo para la operatividad internacional, llega en un momento en que Cantabria ha reducido su actividad rumbo a EE UU. Al menos así lo apuntan las estadísticas de la Dirección Territorial de Comercio y del Instituto de Comercio Exterior (ICEX), que recogen una caída hasta mayo –última actualización disponible– del 22,4% en relación al mismo periodo del año anterior, hasta situarse en los 28 millones, el 2% del mercado exterior regional. Los registros, con todo, son similares a los de 2023.
Hay un sector claramente responsable de la caída de las exportaciones cántabras. Los productos siderúrgicos han perdido más de 30 millones en exportación durante estos años. Sin embargo, otros productos ganan terreno y amortiguan la caída: la maquinaria textil (a excepción de 2025) o los materiales de construcción.
La tendencia general en la última década respecto a las relaciones entre Cantabria y Estados Unidos ha sido claramente descendente. Ni siquiera el cambio de Trump por Joe Biden revirtió dicha situación, lastrada por los recargos comerciales.
La amenaza del retorno de Donald Trump a la Casa Blanca aceleró las exportaciones cántabras a EE UU en 2024. Las ventas aumentaron un 48,1% en relación a 2023, con más de la mitad del incremento concentrado en el último trimestre del ejercicio.
AUX STEP FOR JS
Los cinco principales sectores de exportación de Cantabria a EE UU durante estos primeros meses del año fueron la industria química (+17,8%); la fundición y siderurgia (+17,2%); las materias primas y productos intermedios (-12,8%); los materiales de construcción (+17,4%); y otras industrias agroalimentarias (-31,8%).
Para el director territorial del ICEX en Cantabria, Manuel Blanco Madrazo, «la caída entre 2024 y 2025 no viene explicada por los cinco primero sectores exportadores hasta mayo, sino que la justifican principalmente la maquinaria textil y los componentes de automoción, que desaparecen de ese top cinco».
En su opinión, «el acuerdo supone una vía para eliminar la enorme incertidumbre a la que estaban sujetas las empresas durante los últimos meses. Por otro lado, establece un marco para evitar el escenario de guerra comercial, que sería el más dañino para la actividad comercial. Es un acuerdo que se ha conseguido además respetando firmemente las reglas de la Unión Europea», razona.
Porque las turbulencias ya se dejaban notar entre las empresas, como acreditan las cifras. En 2024 exportaron 276 compañías cántabras al mercado estadounidense, de las cuales 69 venían haciéndolo durante los últimos cuatro años, esto es, de manera regular. Ambos datos mejoraban los de 2023. Sin embargo, entre enero y mayo 143 firmas de la región facturaron en EE UU (un 48,2% menos). De estas, 60 lo hacían de manera continuada, una reducción del 13%.
Las cifras
9,76 millones
estima la Cámara de Comercio cántabra que restará el pacto arancelario.
2% de las exportaciones
cántabras hasta mayo supone el mercado estadounidense.
Enrique Conde, presidente de CEOE-Cepyme Cantabria, entiende que «aunque Cantabria no tiene una exposición directa elevada, sus sectores industriales más dependientes de exportación se enfrentarán a desventajas competitivas y presión sobre márgenes. La respuesta de empresas e instituciones será clave para mitigar efectos mediante diversificación, la ampliación de mercados y la adaptación estratégica».
Según Conde, «las empresas españolas –y también algunas de Cantabria– buscan diversificar mercados (Asia, Oriente Medio, América Latina), a través del Tratado con Mercosur o nuevos acuerdos con países asiáticos. De esta forma se busca mejorar el valor añadido y explorar estrategias de evasión arancelaria mediante cambios en origen o productos alternativos. Algunas iniciativas del Gobierno regional (misiones comerciales, visitas institucionales, etc.) van en esta dirección».
La Cámara de Comercio de Cantabria, basándose en un estudio de Cámara España, asegura que «según esta aproximación, un escenario de un aumento de los aranceles del 15% tendría un impacto aproximado de 9,76 millones de euros en la economía regional».
Según su presidente, Tomás Dasgoas, «este impacto sería especialmente fuerte en los productos derivados del hierro y del acero, cuya caída ya se registró en 2024, y que absorberían en torno al 20% del total de la bajada».
Puerto y automoción
La Autoridad Portuaria de Santander (APS) también es una voz legitimada para analizar el nuevo contexto vista su función de 'termómetro' de la actividad autonómica. César Díaz, presidente de la organización, cree que «a nuestra escala y dentro de nuestro área de influencia estaremos muy atentos a las reacciones de nuestros principales clientes y si pudieran producirse afecciones indirectas que terminen incidiendo en sus acuerdos comerciales y, por lo tanto, a que se produzcan cambios en sus cadenas logísticas».
A su juicio, «también hay que verlo como una oportunidad de captar nuevos tráficos de mercancías que, como consecuencia de este acuerdo arancelario, se canalicen hacia otros mercados en los que el puerto de Santander, gracias a sus conexiones marítimas regulares, sobre todo con Reino Unido y Norte de Europa, juegue un papel determinante como nodo logístico».
Las frases
Dirección Territorial de Comercio
Manuel Blanco
«El descenso de 2025 se explica por la caída de sectores como la maquinaria textil y los componentes de automoción»
CEOE-Cepyme Cantabria
Enrique Conde
«Aunque Cantabria no tiene una exposición directa elevada, sus sectores industriales dependientes sufrirán desventajas»
Cámara de Comercio
Tomás Dasgoas
«El impacto del acuerdo será especialmente fuerte en Cantabria en los productos derivados del hierro y el acero»
Puerto de Santander
César Díaz
«Hay que verlo como una oportunidad de captar nuevos tráficos que puedan canalizarse hacia otros mercados»
Clúster de Automoción
Celia Monsalve
«Si los fabricantes deciden deslocalizar producciones a EE UU lógicamente comprarán componentes a otros proveedores»
Industria siderúrgica
Reinosa Forgings & Castings
«Podrían abrirse nuevas oportunidades comerciales en México y Canadá en función del tratamiento que se les dé»
Si hay un sector que sí ve con temor las nuevas políticas, ese es el de la industria del automóvil. Celia Monsalve, gerente del Grupo de Iniciativas Regionales de Automoción (GIRA), clúster que aglutina a 41 socios y acumula el 30% del Producto Interior Bruto (PIB) industrial de Cantabria, afirma que «aunque el arancel del 15% es un mal menor, sigue siendo mucho más alto que lo que se pagaba hasta ahora, por lo que aumentarán los costes», razona.
En su opinión, «estamos en un entorno de incertidumbre normativa que lastra al sector. El impacto directo en Cantabria será mínimo, pero no sabemos a largo plazo cómo afectará a una cadena de suministro tan compleja como la del automóvil. Si los fabricantes deciden deslocalizar producciones hacia Estados Unidos lógicamente comprarán componentes a otros proveedores», detalla la portavoz.
Desde el punto de vista de las empresas concretas, la mayoría trata de buscar nuevos negocios. Desde la Dirección de Reinosa Forgings & Castings precisan que EE UU ahora no es un mercado prioritario. Con todo, «aún estamos a la espera de conocer en detalle la letra pequeña y las posibles excepciones que puedan aplicarse. En lo que respecta a nuestro negocio de piezas, el impacto es limitado, ya que los aranceles específicos del 15% ya estaban vigentes anteriormente. En cuanto al acero, aún es pronto para determinar el alcance real de las medidas, especialmente en función del tratamiento que se dé a países como México o Canadá, donde podrían incluso abrirse nuevas oportunidades comerciales».
Un tablero global que el presidente de EE UU sacude sin cesar
Cuando parecía que la tranquilidad retornaba a la actividad comercial global con el pacto entre Estados Unidos y Europa, así como con otras condiciones ya fijadas previamente con otros países, el presidente Donald Trump decidió esta semana sacudir una vez más el tablero de juego.
El mandatario anunció el jueves por sorpresa que elevaba los aranceles anunciados con anterioridad a 70 países, con recargos que en algunos productos alcanzan el 41%.
No obstante, el acuerdo fijado con la Comisión Europea se mantiene y aleja la amenaza de tarifas arancelarias del 30% para la UE.
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