Borrar
Begoña Baliño, Miguel Cardoso y Roberto Herranz, durante su participación en la mesa redonda.
Begoña Baliño, Miguel Cardoso y Roberto Herranz, durante su participación en la mesa redonda. Alberto Aja
Encuentro Banca Privada BBVA

Estamos en un momento que permite «invertir con optimismo prudente»

El encuentro 'Decisiones que crean valor. Invertir en un nuevo entorno económico' se desarrolló en el Gran Hotel Sardinero

P. Delgado

Santander

Lunes, 17 de noviembre 2025, 12:39

En un escenario global donde la incertidumbre es una constante y los cambios geopolíticos y económicos redibujan el mapa a gran velocidad, estar informado es la herramienta fundamental para tomar decisiones de inversión acertadas. Con el objetivo de arrojar luz sobre este complejo paradigma y optimizar esas decisiones de inversión, El Diario Montañés, de la mano de BBVA, organizó el encuentro 'Decisiones que crean valor: invertir en un nuevo entorno económico'.

El encuentro, que se celebró en el Gran Hotel Sardinero de Santander, tuvo como eje central una mesa de debate a la que se sentaron Roberto Hernanz, responsable de Estrategias de Inversión de Banca Privada de BBVA en España; Miguel Cardoso, economista jefe para España de BBVA Research; y Begoña Baliño, banquera de patrimonios en BBVA. Junto a ellos, participaron en el evento Nagore Acero, directora de la unidad de Patrimonio Norte de BBVA, y Lorena Martínez-Olivares, directora comercial J. P. Morgan Asset Management.

Una inercia positiva

De sus distintas intervenciones quedó la conclusión de que estamos en un momento que permite «invertir con un optimismo prudente», señaló Hernanz, ya que se observa «que la recuperación continúa y hay un entorno y una inercia positiva», añadió Cardoso. No obstante, el experto no quiso obviar que existen «cuellos de botella» que preocupan y podrían llevar a una desaceleración, como son «la vivienda, la baja rentabilidad de algunos sectores, la falta de consenso o la escasez de mano de obra».

Por todo ello, emprender inversiones con un asesoramiento especializado es clave, explicó Baliño, quien situó al personal cualificado y las herramientas tecnológicas avanzadas como piezas clave para guiar esta toma de decisiones.

Miguel Cardoso, MªTeresa Herrera, Mª Cristina Calleja, Lorena Martinez-Olivares, Nagore Acero, Eva Mª Gónzalez, Amaya Gallarzagoitia, Begoña Baliño, Roberto Herranz y David Torres. Alberto Aja

Un tablero global «heterogéneo»

Hernanz fue el encargado de dibujar el mapa macroeconómico global. Describió un panorama de «enfriamiento suave y ordenado» de la economía, aunque la palabra clave de su exposición fue «heterogéneo». Y es que Estados Unidos y Europa muestran dinámicas muy distintas, al igual que los propios países de la UE van a velocidades diferentes.

Sobre EE.UU., Hernanz habló de una «primera parte del año bastante resiliente», con un mercado laboral que, «aunque es sólido, empieza a flaquear». También es verdad, destacó, «que estamos un poco tuertos de datos, porque el cierre del gobierno federal no nos ha permitido cogerles el pulso como hasta ahora». Respecto a Europa, nos encontramos con países en distintas situaciones. Alemania o Francia «deben afrontar reformas estructurales importantes» y luego estamos otros, como España, «uno de los campeones» de la eurozona.

En este contexto, Cardoso señaló que España ha sido uno de los grandes beneficiados de los cambios en las preferencias de los consumidores europeos, que «están priorizando las experiencias, los viajes, el ocio».

El economista jefe para España de BBVA Research confirmó las «relativamente favorables» perspectivas para España, con un crecimiento previsto del 3% este año y del 2,3% el siguiente. Pero la clave, enfatizó, es que el impulso ya no viene solo del exterior. «Un segundo factor que estamos empezando a ver que contribuye cada vez más es la recuperación de la demanda interna». Y detalló que este fenómeno se irá notando especialmente en 2026 y 2027 gracias a «la mejora que se empieza a producir en el poder adquisitivo de los salarios». La inflación «empieza a estar más alrededor del 2%», mientras los salarios «vienen creciendo entre el 3 y el 4%», una brecha positiva que permite a las familias «poder centrarse en el consumo».

La estrategia de inversión

Con este análisis sobre la mesa, la conversación se centró en cómo trasladar la situación a las carteras. El público asistente, que participó activamente en la sesión mediante un juego de votaciones interactivas, mostró aquí su clara preferencia por la renta variable y, puestos a elegir, se decantó por la bolsa estadounidense frente a la europea.

Hernanz matizó estas apuestas. Coincidió en que «hay todavía en el horizonte capacidad de que las bolsas sigan subiendo», sin embargo, advirtió que tras las «subidas muy verticales» lideradas por «muy poquitas compañías», sería «lógico» ver una «digestión o consolidación a corto plazo».

Sobre el dilema EE.UU. vs. Europa, el responsable de Estrategias de Inversión de Banca Privada de BBVA en España ofreció un análisis táctico clave. A largo plazo, «la bolsa norteamericana es la líder» por su indiscutible liderazgo en innovación.

No obstante, «a corto plazo, Europa probablemente tenga un poquito más que decir». La razón es que el mercado europeo está más ligado al ciclo económico, que ahora da señales de mejora.

En clave gastronómica

El colofón al evento vino de la mano de Lorena Martínez-Olivares, directora comercial de J.P. Morgan Asset Management, quien subió al escenario para ofrecer una perspectiva global de los mercados bajo una singular analogía: la gastronomía.

Así, comenzó su intervención advirtiendo de que, si bien el entorno económico y geopolítico actual parece «un poco picante», la clave del éxito para los inversores reside en no reaccionar a los fogonazos del momento, «sino en aplicar recetas de éxito contrastado, que hay muchas y van de la mano de los principios de inversión a largo plazo».

Una diversidad de 'recetas' que, en términos financieros, explicó, se traduce en «apostar por la diversificación», ya que los datos muestran que las carteras equilibradas «son vencedoras, nunca están en el primer lugar de la tabla, pero tampoco entre los últimos puestos».

El gran obstáculo para aplicar este modelo, argumentó Martínez-Olivares, es «el ruido que tenemos a nuestro alrededor», el cual «viene generado por la incertidumbre», la cual «genera volatilidad» y, finalmente, «trae emocionalidad». En este punto, dejó una advertencia clara: «las emociones son las grandes enemigas de la toma de decisiones de inversión». Por ello, su primer consejo fue «tratar de apartar un poco ese ruido y centrarse en los fundamentales».

Así, alineada con la visión «moderadamente optimista» que quedó recogida durante el coloquio central de la jornada, Martínez-Olivares defendió que el escenario actual de crecimiento positivo, inflación contenida y políticas monetarias expansivas «es positivo para los activos de riesgo».

A continuación, ofreció a los asistentes su 'menú' para una inversión de éxito, consistente en la ya citada diversificación, en mantenerse invertido, ser global, ser activo, mantener la renta fija o apostar por activos alternativos.

«Estar informado y acompañado», claves para optimizar la toma de decisiones

Nagore Acero

directora de la unidad de patrimonio norte de BBVA

Nagore Acero, directora de la unidad de patrimonio norte de BBVA Alberto Aja

Nagore Acero, directora de la unidad de patrimonio norte de BBVA, fue la encargada de inaugurar el encuentro y puso de relieve la importancia de «estar informado para poder optimizar la estrategia de inversión en un contexto que está en constante cambio».

Un proceso de análisis del entorno que es complejo, por lo que necesita del acompañamiento de expertos en la materia que guíen la toma de decisiones. «Tenemos muy claro que nuestro rol es estar presentes en cada paso, en cada momento clave de la vida de nuestros clientes, escucharles y saber anticiparnos para ofrecer las mejores soluciones».

Y para ello, reafirmó, la banca privada tiene un papel crucial. Es «un área estratégica y uno de los pilares fundamentales de BBVA en España, por la que nosotros seguimos apostando con mucha fuerza». Una apuesta que se materializa en un equipo «altamente especializado» que se combina con «las mejores capacidades digitales».

El turismo y la demanda interna, motores de la economía cántabra

Durante el coloquio, Miguel Cardoso se detuvo unos minutos a analizar la situación económica de Cantabria y sus perspectivas de crecimiento. Su principal conclusión fue que la región avanza a un ritmo notable y lo hace –como el resto del país– al compás del turismo y la demanda interna, aunque su estructura productiva es menos dependiente del turismo que otras comunidades españolas y eso explica su ligero diferencial con respecto al conjunto nacional.

En datos, desgranó Cardoso, Cantabria espera un crecimiento del 2,5% para este año y del 2,2% para 2026, mientras que en España estos porcentajes se sitúan en el 3% y el 2,3% respectivamente.

En cualquier caso, explicó, el turismo cántabro muestra un gran dinamismo y «está ganando en competitvidad», como refleja el hecho de que el gasto de los visitantes extranjeros sigue aumentando a un ritmo interanual del 10% y está atrayendo a turistas españoles que evitan destinos mediterráneos con precios más elevados.

El reto está, apuntó, en «dejar de crecer en cantidades» para «empezar a crecer más en margen», fidelizando al turista de alto valor. En esta materia, alabó también cómo la desestacionalización está permitiendo «aprovechar la capacidad» de la región fuera de la temporada alta.

En paralelo, Cardoso también destacó la recuperación de la demanda interna, de la misma manera que está ocurriendo en el resto de España. Finalmente, dejó algunas claves para mejorar la productividad general de la región: la necesidad de invertir en «capital físico» y «capital humano», así como en el «incremento del tamaño de las empresas».

BBVA tiene un «ambicioso» plan estratégico para mantenerse «a la cabeza» de la banca europea

Begoña Baliño, banquera de patrimonios en BBVA Alberto Aja

BBVA afronta el futuro inmediato «con gran confianza y entusiasmo». Así lo expuso Begoña Baliño, quien se encargó de hablar a la sala de la estrategia del banco para los próximos años. «Estamos en un gran momento», afirmó, apoyándose en la fortaleza de un «equipo altamente comprometido» y una «hoja de ruta clara que apuesta por seguir creciendo de forma sostenible, impulsando la innovación y acompañando a nuestros clientes en sus proyectos de vida y negocio».

Dicha confianza se fundamenta en los resultados obtenidos, con un beneficio que ha pasado «de 4.600 millones en 2021 a más de 10.000 millones en el cierre del 2024».

Sobre esta base, el banco ha diseñado su plan estratégico 2025-2028, cuyos objetivos «son muy ambiciosos» y tienen como meta «mantenernos a la cabeza de la banca europea tanto en crecimiento como en rentabilidad».

Para lograrlo, la entidad se ha fijado hitos financieros concretos. «Esperamos un beneficio atribuido acumulado de unos 48.000 millones de euros hasta 2028, con una rentabilidad media cercana al 22% y una eficiencia en torno al 35%», detalló Baliño. También, avanzó, «esperamos distribuir a nuestros accionistas, de aquí a ese horizonte de 2028, 36.000 millones». Esta política de retribución ya se ha materializado este año con medidas concretas, como la «recompra de acciones por 1.000 millones de euros» y el reparto del «dividendo récord de la historia» de la entidad, que alcanzó los «32 céntimos brutos por acción», lo que supone «más de 1.800 millones de euros».

La confianza como motor de crecimiento

Toda esta fortaleza, añadió Baliño, refuerza el compromiso del banco «con la atención y el servicio al cliente» a través de una propuesta de valor diferencial, «con soluciones de inversión amplias y personalizadas» que han permitido a la entidad encadenar estas cifras récord.

Y en su opinión, esta confianza se debe a una «combinación de varios factores». El principal, subrayó, es el humano. «Contamos con 707 profesionales altamente especializados en 218 ubicaciones en toda España, 142 de ellas localizadas en la Dirección Territorial Norte». Otro gran pilar, concluyó, es la tecnología. «El modelo de BBVA trata de complementar el servicio del banquero con la tecnología», aportando agilidad y canales remotos, pero «sin olvidar ese trato personal y cercano». Y, de hecho, la Dirección Territorial Norte de BBVA cuenta con 33.300 clientes de banca privada.

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

eldiariomontanes Estamos en un momento que permite «invertir con optimismo prudente»