El Hidalgo, tradición y servicio en Quijas
El restaurante reabre con una carta de platos del recetario clásico elaborados por Leonor Pérez
JOSÉ LUIS PÉREZ
Viernes, 3 de abril 2015, 12:05
Después de varios años cerrado, este gran edificio ubicado en la subida de Quijas, junto a la antigua y ahora tranquila carretera nacional 634, reabre sus puertas de la mano de la familia Castañeda, concretamente de Rufino, chef que dirige los fogones de la hostería de Quijas, ubicada enfrente y este año centrada en los banquetes en lo que a gastronomía se refiere.
El Hidalgo dispone de unas ambiciosas instalaciones con un corte clásico en su decoración. Un amplio aparcamiento da acceso a la recepción de un hotel con 11 habitaciones y a las zonas comunes como cafetería y salón de estar con televisión. El comedor, con capacidad para más de un centenar de personas, dispone de una amplia galería con terraza, ideal para los días de buen tiempo, desde la que se contempla el jardín y un edificio independiente que funciona cuando hay banquetes a modo de discoteca.
Para esta nueva etapa, Rufino ha situado al frente de la cocina a Leonor Pérez, una profesional con experiencia, no en vano ha colaborado con él en la Hostería durante una década. La carta que se ha diseñado está en una línea de cocina tradicional, 'apta para todos los públicos', con platos bien definidos y claramente identificables, desde las raciones de picoteo entre los entrantes hasta los postres de toda la vida, vaya, una cocina sólida y con una correcta relación calidad-precio.
Gran variedad de entrantes
La propuesta en el capítulo de los entrantes, que se mueven entre los cinco y los 13 euros (jamón de bellota), invita a compartir varios. Además de varias ensaladas e ibéricos, se pueden degustar unas tabas, croquetas, pâtés variados, gambón a la plancha o al ajillo, pimientos rellenos de bacalao o de carne, mejillones tigre, callos, huevos rotos con jamón, anchoas con pimientos o la degustación para dos personas de entremeses fríos y calientes. Quien busque un plato de cuchara típico no dudará en pedir un cocido montañés (seis euros).
Los segundos platos están todos en 11 y 12 euros. En pescados, además de una espléndida merluza montañesa, hay lubina a la plancha, bacalao con tomate y pimientos o dorada a la plancha, así como merluza rebozada o plancha.
Carnes
En carnes, imprescindible y referente de la casa el lechazo, y prueba de esta especialización es el gran horno de leña que preside el comedor principal. Otra opción son las chuletillas de lechazo, el confit de pato, el solomillo al queso, el escalope, el entrecot o los escalopines rellenos al queso.
Finalmente, en postres hay clásicos como el arroz con leche, el flan, la tarta de manzana o el puding de coco, junto a los revival como la mítica tarta contesa o la tarta al whisky. También hay distintos tipos de helados.
La bodega combina referencias bien conocidas y acordes a la línea de la cara, junto a otras con mayor enjundia para quien opte por algo más sofisticado..
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