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Integrantes de la agrupación Come Golayu que lo ha hechu güela tras la recogida. Ana Bringas
Batalla de Flores 2025

Flores y más flores

A pocas horas del desfile, en los campos y talleres se trabaja a contrarreloj

Viernes, 29 de agosto 2025, 07:20

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Quedan pocas horas para la Batalla de Flores y el mar de colores de las huertas laredanas ya empieza a mermar. Desde el lunes, los campos han sido un hervidero de actividad; este miércoles y ayer jueves, las labores de recogida continuaban, pero cada vez quedaba menos trabajo en los surcos y más en las carpas donde se emplazan las monumentales alegorías que desfilarán hoy por las calles más céntricas de Laredo.

Son los últimos coletazos de una tradición centenaria. Flor a flor, los voluntarios llenan cestas: amarillo con amarillo, naranja con naranja, blanco con blanco… Poco a poco, los contenedores se llenan de dalias, margaritas y clavelones, las variedades elegidas de forma mayoritaria para tapizar por completo las carrozas. En la víspera del desfile, esas mismas flores se trasladan a los talleres de cada agrupación para cubrir las estructuras ideadas con gusto impecable por los carrocistas, en un trabajo artesanal ejecutado a contrarreloj.

El reto no es menor: impresionar cada año un poco más. Desde aquella primera edición de 1908, cuando 25 traineras engalanadas con flores y guirnaldas surcaron el puerto pejino simulando una auténtica batalla naval, la Batalla de Flores ha combinado arte y belleza como armas principales. Aquel festejo recibió el reconocimiento necesario para asentar un precedente que ha perdurado más de un siglo y que sigue intentando impresionar a laredanos y visitantes.

Con las manos descubiertas o con guantes, las flores son recogidas una a una.
Dalias ya en cajas para trasladarlas a la sede.
Dos participanes llenan la furgoneta de cajas.

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Más allá de las flores, los grupos participantes cuentan ahora con otras herramientas para sorprender: mecanismos para accionar las figuras, luces, humo, historias emocionantes, trajes y maquillajes de infarto... Es el momento de poner todo en el asador para impresionar al jurado, pero la esencia siguen siendo las flores y su proceso de cosecha y recogida.

Mientras los miembros de las agrupaciones —muchos de ellos siguiendo la tradición familiar— trabajan con esmero, algunos curiosos se asoman a los campos para ver cómo avanza la recogida. Observan, comentan, y continúan su paseo matutino, ajenos al minucioso ritmo del trabajo que se desarrolla ante sus ojos. Algunos trabajan con guantes; otros, quizá más curtidos, lo hacen con las manos descubiertas. Uno a uno van arrancando las flores: coge una, luego otra, colócala en la caja hasta llenarla, súbela a la furgoneta… y vuelta a empezar, una y otra vez, hasta que sean suficientes.

El miércoles las agrupaciones van replegándose de sus huertas. Acaban pero no saben aún si tendrán que regresar. Evalúan si el cálculo de flores recogidas será suficiente para sus creaciones, pues la mayoría de los grupos participantes presenta dos creaciones. Algunas incluso presentan dos alegorías de la categoría A, es decir, aquellas de mayores dimensiones y que, por tanto, exigen una cantidad descomunal de flores: hasta 180.000 por carroza. Por algo el Consistorio bautiza a esta tradición, declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional, como la fiesta del millón y medio de flores.

De hecho, debido al gran volumen y la alta calidad de flor que requiere la Batalla de Flores, Laredo complementa su producción local con importaciones desde el extranjero. En particular, algunas de las flores utilizadas en las carrozas provienen de los Países Bajos, ya que las huertas de Laredo ya no son capaces de abastecer toda la demanda del evento. En este sentido, la villa pejina tiene una conexión con Zundert, en Holanda, donde también se celebra un desfile floral todos los años, en su caso cada primer domingo de septiembre.

Continúan los conciertos

Este fin de semana la programación de Laredo continúa. Hoy viernes, a las 10.30 horas de la mañana, Anchoas Codesa elaborará la lata de anchoas más grande del mundo en la Plaza de la Constitución. A las 17.00 se llevará a cabo el corte de cinta del Carrocista Mayor y Veterano, seguido por el gran desfile de carrozas. A su término, Carlos Moreno El Pulpo ofrecerá un espectáculo en la Alameda Miramar y más tarde será el turno de Café Quijano. Mañana será el turno para la voz de Soraya Arnelas a las 21.30 y a las 23.00 se realizará el Macrodisko Show Onda Futura en el Parque de los Tres Pescadores. El domingo, la jornada se dedicará a actividades para toda la familia como hinchables, fiesta Holly o animación musical.

Regresando a Laredo, este es un trabajo de pocos a pocos. Lento, delicado, artesanal y efímero, pero cuyo esfuerzo vale la pena cuando, finalmente, las imponentes creaciones desfilan por las calles de Laredo, dejando al público boquiabierto ante un mar de colores que solo quedará inmortalizado en fotos y vídeos.

Es precisamente en la víspera del desfile cuando las carpas se abren a un público ávido para apreciar la magia del proceso. Las carrozas, aún en pleno montaje, revelan sus primeros destellos de color y forma, anticipando el espectáculo que está a punto de comenzar. En ese momento, los más curiosos se adentran entre bambalinas para formar parte, aunque solo con su mirada, de las últimas labores. Todo va cogiendo forma pero no cabe duda en este viernes, en el día grande del evento es cuando las alegorías muestran verdaderamente de lo que son capaces.

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