El órgano de Terán, a corazón abierto

La iglesia de Santa Eulalia, en Terán (Cabuérniga), parece una sala de operaciones en cuyo interior se disecciona el cuerpo del órgano barroco que el Arzobispo de Santiago de Cuba, José María de Cos, donó al pueblo en 1891. Los trabajos para restaurar el aparato musical dieron comienzo esta semana y serán financiados por la Consejería de Obras Públicas con un importe de 16.000 euros, según informó el alcalde, Nicolás Toral. Los cientos de tubos del instrumento, que es Bien de Interés Cultural (BIC), cubren estos días el suelo de la parroquia. El silencio sepulcral de la iglesia ha sido sustituido por las maniobras de los técnicos que trabajan sobre el aparato. Hay cierto ajetreo dentro de la iglesia. El de quienes operan a contrarreloj para restaurar el órgano de aquí a dos meses. Si todo sale bien, en Navidad se celebrará un ciclo de conciertos con el instrumento como absoluto protagonista, anuncia Toral.

Será la primera vez que se escuche sonar el famoso órgano de Terán tras doce años de silencio. En 2008 la Consejería de Cultura restauró la parroquia sin tener en cuenta al noble instrumento. «No se tomaron las precauciones oportunas para protegerlo» y hubo consecuencias que hoy se pagan, literalmente. Restaurar el instrumento no es cualquier cosa. «Se trata de una actuación minuciosa y tremenda -explica el alcalde-», que implica desmontar los tubos -tiene 800- y mejorar los que están en mal estado para posteriormente volver a colocarlos. También el teclado sufrió daños y algunas de las piezas aparecen con el marfil estropeado. Hay abundante polvo y suciedad tanto en el exterior como en el interior del órgano.

Desde la Consejería se ha decidido realizar una intervención «de manera que se respete el original lo máximo posible, con un criterio adecuado a las normas de conservación y restauración vigentes para el patrimonio histórico artístico», explicaron a través de una nota de prensa. Los trabajos se llevarán a cabo por fases. Una vez se desmonten todas las piezas -a excepción de la caja-, se efectuarán las labores de limpieza, consolidación y tratamiento de la carcoma, tras lo cual comenzará la restauración de la tubería metálica y los tubos de madera. Éstos serán clasificados y se les aplicará un tratamiento anticarcoma. Con la zona del instrumento conocida como 'secreto' se hará lo propio y también se tratará el teclado, el pedal y la consola. Una vez finalicen estas tareas, siempre según la Consejería de Cultura, se adaptará el motor a la corriente actual, para terminar con la armonización y afinado del instrumento.

Una restauración más exhaustiva que la última que se llevó a cabo en 1999. Entonces fue la empresa Azpiazu e Hijo quien efectuó los trabajos dentro del Plan de Restauración de Órganos que promovía Caja Cantabria. También se desmontó completamente el instrumento y se cambió el motor. Al poco de finalizar las labores de restauración se celebró un concierto y el órgano volvió a escucharse. Pero no duró mucho. Al cabo de casi diez años se efectuaron obras dentro de la iglesia que afectaron de nuevo al aparato musical. El órgano quedó inservible e incluso se llegaron a robar tubos.

«Llevamos muchos años esperando esta intervención», insiste el alcalde, porque el órgano es un bien que los vecinos aprecian y que se estaba dejando morir. Fue el vicepresidente del Gobierno Regional, Pablo Zuloaga, quien anunció que Cultura financiaría la restauración del instrumento. «Fue una de las primeras solicitudes que hicimos desde el actual equipo de gobierno (PSOE y PP)», confirmó el regidor. Por su parte, el párroco del valle, José Miguel Ruiz, recordó que en 2008 «se realizó una restauración enorme de la parroquia, en la que se dañó el órgano por una falta de prudencia». Por eso, «arreglar el instrumento, afinarlo y lograr que suene supone dejar la parroquia en unas condiciones óptimas». El aparato musical se empleará tanto en actos litúrgicos como en conciertos que se organicen en la iglesia. «Tanto los feligreses como yo estaremos encantados de volver a escuchar el sonido del instrumento», aseguró el clérigo

El órgano de Terán fue diseñado «por una familia de organeros de prestigio, continuadores de la tradición barroca del órgano hispano», explicó a este periódico el presidente de la Asociación para la Recuperación de los Órganos de Cantabria, Enrique Campuzano. José María de Cos lo donó a la iglesia y siempre ha sido considerado un valioso regalo. Sin embargo, el paso del tiempo y la falta de atención han ido convirtiendo al órgano del pueblo cabuérnigo en el protagonista olvidado. Hasta ahora, en que el Ejecutivo ha tenido a bien atender la petición del alcalde y sufragar la restauración del aparato. Si todo sale según lo previsto y no se retrasan los trabajos, la voz del instrumento barroco despertará de su letargo.