Las siete vidas de los libros de Sarón

Los libros tienen más vidas que un gato, tantas como personajes guardan y como veces pueden ser leídas sus páginas hasta desgastarse. Con esa premisa, la Biblioteca Municipal Jerónimo Arozamena de Cayón, lleva más de una década organizando anualmente su Feria del Libro Usado Solidaria. Tradicionalmente, tiene lugar en abril, pero esta edición –debido a la pandemia– no ha podido sacarse adelante hasta este mes, haciéndola coincidir con la cercanía a lacelebración del Día de la Biblioteca (24 de octubre). Lo recaudado con la venta de ejemplares va destinado a causas benéficas.

En la Biblioteca Jerónimo Arozamena hay una sala poco visitada, algo así como la trastienda. Ahí se almacenan la mayoría de los ejemplares que son donados por los vecinos porque ya no los quieren en sus estanterías. «Es imposible llevar la cuenta de cuántos recibimos a lo largo del año porque todos los meses traen cajas y bolsas llenas», explica la bibliotecaria María Díez. Algunos de ellos, sobre todo los infantiles que de tanto uso se estropean antes, sirven para dar relevo a los que se encuentran en mal estado en las estanterías de consulta y préstamo, donde también van a parar los que no estaban en el catálogo.

El resto, los repetidos, se guardan en esa trastienda. Ahí se van apilando y de vez en cuando se clasifican según género. Una labor que hacen tanto las trabajadoras de la biblioteca como voluntarias que colaboran. Una de estas últimas es Mónica Romero, que ha echado una mano estos meses por primera vez y está encantada. «A mi me apasiona estar en medio de tantos libros», reconoce la joven, que al mismo tiempo detalla cómo ha sido la experiencia, que no ha estado exenta de poco trabajo. «Cuando la gente trae los libros no los revisa antes, y te encuentras dentro de todo», y se acuerda de que recientemente «en uno de los tomos nos topamos con una carta de amor que era muy curiosa, porque era al mismo tiempo una especie de declaración política», también entre las páginas encuentran fotografías, dibujos, recortes... «Es mágico cuando localizas algo de eso», dice Romero.

Todo ese trabajo de clasificación y orden tiene un único fin:la Feria del Libro Usado solidaria. «Los usuarios de la Biblioteca suelen buscar novedades, pero creo que tenemos que cumplir con un servicio público al recoger todos aquellos libros que la gente ya no quiere tener en su casa», dice Díez. Ante el gran volumen de donaciones que reciben, hace más de una década optaron por organizar una vez al año un punto de venta y dar así una segunda vida a los libros, que encuentran un nuevo hogar con un precio simbólico de en torno a los 2 euros.

Este año la Feria tuvo lugar el viernes 16, haciéndolo coincidir con el día de la semana que hay mercado, cuando hay más ambiente en el pueblo. Poco a poco la afluencia al puesto de libros (colocado en la plaza de la Estación) se fue animando. De lo primero en venderse fue gran parte de las obras de la saga de 'Harry Potter', que una madre adquirió en vistas a ponérselos debajo del árbol a su hijo esta Navidad. Tampoco duró mucho en la mesa una colección completa de las obras de Agatha Christie, que un joven del pueblo se llevó a su casa.

Libro a libro y venta a venta, se consiguieron recaudar esta vez cerca de 300 euros. Una cantidad muy similar a la de ediciones anteriores, y que irá destinada de igual modo a alguna ONG local como Cáritas. De esta forma, la Feria del Libro Usado se convierte en una iniciativa que sirve para aprovechar lo que se tiene al alcance de la mano para generar segundas oportunidades de distinto modo.

La Feria (que se celebró con las medidas pertinentes frente a la pandemia) forma parte del programa de actos organizados por la Biblioteca y el Ayuntamiento, a través de la Concejalía de Cultura, por el Día de la Biblioteca. El pasado viernes 16 también tuvo lugar un concierto de Folk Filandera en el Aula de la tercera edad de Santa María de Cayón y para esta semana (viernes 23) estaba programado un cuentacuentos con Alberto Sebastián bajo el título de 'La vuelta al mundo'.

La Feria del Libro Usado Solidaria es un evento que todos los años tiene lugar en abril, pero este año, dado que estábamos todavía confinados, no pudo realizarse a tiempo. Una de las seis voluntarias que se encarga de la organización de los títulos donados y de su posterior venta en el puesto, Marisa, explica cómo fue para ella el estar en casa todo aquel tiempo, y como en un primer momento, a pesar de haber sido toda su vida una gran lectora, no encontró la concentración suficiente para coger un libro.

Sin embargo, cuando pasaron las semanas sí que consiguió leer, y lo hizo además en formato digital, algo que nunca le había terminado de convencer. El aislamiento le empujó a darle una oportunidad a la pantalla, y a través de ella devoró 20 libros en su tiempo en casa. «Ha sido para mí un descubrimiento la aplicación 'eBiblio'», reconoce.

Por otra parte, en el tiempo en cuarentena, se mantuvo el Club de lectura de la Biblioteca, del que es usuaria Marisa, con reuniones telemáticas. Entonces, lo que la coordinadora, Díez, hizo fue proponer una serie de materiales cortos, como relatos o cuentos, que fueran accesibles para las participantes a través de internet.

Poco a poco, la Biblioteca de Sarón va recuperando parte de su actividad. Lo hace, eso sí, con muchas medidas. La responsable, Díez, detalla que actualmente «todas las actividades se han reducido», y a la par incide en que «la gente no tienen acceso directo a las estanterías», sino que son las bibliotecarias las encargadas de acercar a los usuarios cualquier ejemplar que requieran. Asimismo, en cuanto al servicio de préstamo, una vez que son devueltos a las instalaciones los libros «tienen que cumplir una cuarentena» y son apartados siete días». Es la 'nueva normalidad' de la Biblioteca.