Cinco hoteles en el horizonte de Santander

Cinco proyectos hoteleros verán la luz en Santander, algunos de ellos próximamente, con lo que se ampliará la oferta de alojamiento turístico en la ciudad, que actualmente cuenta con 5.137 camas de establecimientos de entre una y cinco estrellas, sin contar a los campings.

La primera apertura está anunciada para este verano y se trata del hotel ubicado en la céntrica calle del Sol, cuyas obras comenzaron en mayo de 2019 para rehabilitar y unificar dos palacetes contiguos del siglo XIX, obra del arquitecto Emilio de la Torriente.

Los dos edificios singulares llamados 'Villa Carmina' y 'Villa Rosa María' fueron adquiridos por las familias Gutiérrez Sámano y Gutiérrez del Río, empresarios mexicanos descendientes de Riva de Ruesga y Villacarriedo. El presupuesto de la reforma de este hotel boutique de cuatro estrellas asciende a 1,2 millones de euros y contará con 19 habitaciones, una de ellas como suite que ocupará un dúplex en uno de los torreones. La renovación del tejado ya está terminada y «a vista de dron no se aprecia separación alguna entre ambos edificios», explicaron fuentes de la constructora. Las obras finalizarán «previsiblemente, después de Semana Santa».

La complicación de los trabajos reside en «la antigüedad de los edificios», ya que « uno de ellos se encontraba muy deteriorado». «Se ha tenido que hacer nuevo parte del tejado y una de las torres». En concreto, el palacete que linda con la calle Francisco Palazuelos albergó la academia Macaya. Su interior nada conserva de la primitiva decoración, pues fue reconvertido en aulas. El otro fue propiedad de Enrique Cantera, utilizado como vivienda.

Los actuales propietarios explicaron que han querido dar una personalidad propia a cada habitación «con elementos que evocan una atmósfera cuidada al detalle, con piezas singulares de gran protagonismo».

Propiedad de la familia de Ángel Cuevas, presidente de la Asociación de Hostelería de Cantabria, este hotel «de carácter urbano» situado en la calle Magallanes, 11, en la esquina con La Florida, está inmerso en la rehabilitación integral del edificio, «de arriba a abajo», desde el pasado diciembre, que obtuvo la licencia de obra.

La previsión es que el hotel (todavía sin nombre) se inaugure en 2021 y dispondrá de 30 habitaciones. Se sitúa en un barrio estratégico, junto al museo de Bellas Artes y la Biblioteca Municipal e irá hacia arriba con la construcción de una gran biblioteca y un museo mucho mayor, al incorporar a este conjunto cultural el edificio de la cerrada biblioteca del Estado.

El grupo Cuevas tiene dos hoteles de cinco estrellas en propiedad (Cuevas, en Suances, y la Casa del Marqués, en Santillana del Mar) y uno en alquiler.

Respecto al Hotel del Club de Regatas, las obras de rehabilitación comenzarán «en un plazo de dos semanas» y se extenderán «durante 18 o 20 meses», por lo que la inauguración de este hotel de cinco estrellas, de 50 habitaciones, que gestionará NH Collection, tendrá lugar después del verano de 2021.

El presupuesto de la reforma integral del edificio -que al ser protegido exige la conservación de la fachada y otros elementos-, supera los siete millones, según informó el presidente del Club de Regatas, Alejandro Miyares.

Los trabajos son de gran envergadura, ya que supondrán la renovación total. De entrada, picar la fachada, revocar, pintar y cambiar el forjado de las ventanas y sustituirlo por uno idéntico, manteniendo su estado original.

Los propietarios del edificio que en su día albergó los Talleres Nansa, en Santander, obtuvieron en enero de 2019 el permiso municipal para transformar el inmueble en hotel. Sin embargo, se encuentra paralizado, sin movimiento alguno que indique el inicio de los trabajos.

El proyecto prevé una inversión de 430.000 euros para rehabilitarlo totalmente la fachada y el interior. El edificio ubicado en la calle Castilla, 42 contará con 33 habitaciones distribuidas entre tres plantas y un ático.

El proyecto está promovido por la empresa Serincopsa S.L., propiedad de José Bustillo Peña y Diego Ruiz García. La firma se dedica, según su objeto social, a obras de conservación en vías de ferrocarril y carreteras y otras obras lineales, entre otras.

La reapertura del Hotel Central, situado en la calle de Ataúlfo Argenta se encuentra tan paralizado como en el anterior caso. El hotel (que tenía tres estrellas y 20 habitaciones) cerró en enero de 2015 y los propietarios del edificio, la familia Cubría Falla, lo puso a la venta en 5,5 millones de euros. Entonces, el empresario Ramiro Díaz adquirió el inmueble y sus bajos comerciales, a la espera de que una cadena hotelera muestre interés en su alquiler y gestión.

El edificio requiere de una completa transformación y la mejora de la estructura. La obra alcanzará a los bajos comerciales vacíos que serían incorporados a la recepción del hotel y a otros servicios del establecimiento. Su fachada histórica se salvó del incendio de 1941 y será restaurada manteniendo su esencia.