La fiesta sin fiesta de La Virgen del mar
Cientos de personas celebran el soleado día de la patrona de Santander con nostalgia de los años en los que esta jornada era una festividad local
Un día auténticamente veraniego ha sido el protagonista del día grande de la Virgen del Mar, ese en el que, como cada año desde hace más de 700, la imagen es trasladada en procesión desde la iglesia de San Román hasta su ermita, situada en lo alto de los acantilados que llevan su nombre.
Cientos de devotos han participado en los actos religiosos, en una jornada marcada otra vez por la polémica suscitada desde que este día no es festivo local. Representantes del Gobierno de Cantabria y del Ayuntamiento de Santander han tenido que responder a numerosas personas que les preguntaban por qué el día de la Virgen del Mar es laborable. Al margen de decisiones que son sobre todo políticas, en la campa había muchas ganas de celebrar una fiesta que goza de una arraigada tradición en Santander.
La fiesta en fotos