El minuto antes de que empiece el espectáculo
El circo Quimera vuelve con un homenaje a México
Hay que ir detrás del escenario y abrir unas cortinas. Por ahí, a un lado, fuera, se escucha una conversación y algo de música. Un grupo de mariachis charla y toma el aire. Dicen que es fundamental para soltar los nervios antes de empezar. De cuando en cuando uno se arranca sin forzar demasiado. Preparan canciones que se saben al dedillo. Ellos se relajan al aire libre. Dentro, donde el público no llega, alguien rebusca entre vestidos mientras se maquillan a su lado. «La preparación es siempre así. Un poco de calentamiento, mentalizarse y estar bien atentos a lo que se tiene que hacer. Siempre se corre riesgo y todo debe estar listo», explica Fátima de Barros a la vez que se retoca el maquillaje. Ella es una de las artistas que va a salir en unos minutos a la pista del Circo Quimera, que Raúl Alegría trae cada año a la Semana Grande. El Diario Montañés se cuela en ese instante previo, casi tan mágico como lo que ocurrirá poco después, ya ante las miradas de los espectadores. ¿Mariachis en el circo? Sí. Alegría inventa un espectáculo nuevo cada año. Viaja con la imaginación y esta vez se ha ido hasta México. Tiene sentido. El del vínculo de los cántabros que en su día cruzaron el charco.
«Entre artistas y empleados, somos casi cincuenta personas en esta produccion. Los artistas siempre llegan, como mínimo, una hora y media antes. Hay que hacer calentamientos antes del 'show', preparar todo el vestuario y maquillarse. Los técnicos vienen dos o incluso tres horas antes, para comprobar las luces, el sonido, los efectos especiales... Esa es la rutina de todos los días antes de empezar». Lo que no se ve. Como los nervios de los que se estrenan. «Esta es la primera vez que participamos en un circo extranjero y, por eso, en este momento siempre nos ganan un poco los nervios, pero nos iremos acosumbrando», destaca Raidolito, uno de 'Los chiquitines' al acabar de ajustarse la pelota roja sobre su nariz. Cosas de payasos.
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Hay buen ambiente y uno tiene la sensación de que la alegría no está presente solo en el escenario. Eso es importante. Sentir dentro lo que uno, en el fondo, quiere transmitir fuera.
Con dos años de antelación
Es eso y un trabajo creativo muy fuerte detrás. En el caso del Circo Quimera, las ideas se suelen pensar con dos años de antelación, de modo que haya tiempo suficiente para poder encontrar a los artistas que se quieren para cada producción. «El reto para mí –explica Alegría– es la creatividad que tiene cada espectáculo que creamos. Porque digo: 'hemos hecho algo que está gustando y a ver qué pasa el año que viene con la siguiente idea nueva». Es una presión.
'Viva México' es el título para este 2025. La propuesta se basa en el vínculo que se guarda con los cántabros que se vieron en la necesidad de emigrar a México en busqueda de un futuro más próspero. «Esa es la historia de mi abuelo, que fue uno de aquellos indianos que logró hacer su fortuna y, en su caso, lo hizo gracias al circo», cuenta Alegría. El espectáculo contiene diferentes referencias al país, como el día de muertos o las populares catrinas (esas calaveras decoradas). Está todo cuidadosamente pensado para crear un ambiente colorido y vivo, como se le atribuye a la cultura mexicana.
Renovación
«Con esta temática no solo queremos dar a conocer el vínculo entre México y Cantabria. También dar a conocer historias reales de inmigrantes cántabros». Todo, más allá de ideas renovadas, también con artistas nunca antes vistos en la pista del circo. «Nosotros tenemos la suerte de que hay muchas familias que saben que cada año montamos algo completamente nuevo. Por eso vienen y repiten cada año, porque saben que es un circo de calidad». Para la edición de este año, el espectáculo incluye diferentes técnicas circenses. Acrobacias, percha aérea, técnicas de juegos icarios, malabares con los pies... Uno de los actos estrella del circo de este año es un ejercicio de escapismo en un barril lleno de tequila –es México, claro– en el que el propio Alegría se hunde encadenado con el deber de liberarse en tiempo límite. «Es un escapismo muy agobiante porque duro casi cuatro minutos sin respirar y me tengo que liberar de los candados con una ganzúa», explica su protagonista. Angustia sólo con escucharlo.
La vertiente principal son los artistas internacionales que vienen de todas partes del mundo. De Italia, de Cuba o, por supuesto, de México. De allí vienen 'Los chiquitines', el dúo de payasos de padre e hijo que se estrenan por primera vez fuera de su país. Y más. 'Los Toñi Brothers', Ceyda (que es campeona de Europa de bicicleta acrobática), Dart Espectáculos, los mariachis, el plantel de bailarinas...
Es un clásico de la Semana Grande santanderina desde hace varios años. Pero, por si aún no lo sabe, el circo Quimera se encuentra con su carpa en el Parque de Mesones y ofrece funciones prácticamente todos los días a las 20.00 horas hasta el próximo 10 de agosto (consulte la programación). Va más allá de las fechas de la Semana Grande. Las entradas tienen un precio que va desde los 14 hasta los 35 euros.
Ya saben: ¡Qué Viva México!
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