El Palacio se suma a Santander desde el cielo
Una terraza y los dos miradores de las torres que flanquean la fachada de Gamazo abrirán sus espacios al público en septiembre
El cielo sobre Santander cada vez es más accesible. La ciudad crece en alturas propiciadas por los nuevos equipamientos culturales o espacios públicos generados por estas. Ello, poco a poco, se traduce en lugares, hasta fechas recientes insólitos, desde los que asomarse. El último de ellos será una realidad desde el próximo mes de septiembre cuando queden inauguradas las nuevas instalaciones del Palacio de Festivales: una terraza diáfana de 150 metros cuadrados ubicada sobre el trapecio de la fachada de Gamazo que mira a la bahía; y las dos torres con sus otros tantos nuevos miradores en voladizo, que permiten una espectacular visión 360º sobre la ciudad. El proyecto, que surgió tras la celebración del 30 aniversario del edificio de Francisco Javier Sáenz de Oiza, ha supuesto una compleja intervención estructural y destaca por la integración en la arquitectura, materiales y espacios originales de la histórica construcción que se inició en los 80. A falta de algunos detalles, la terraza y el doble mirador ya están ultimados tras unas obras abordadas en los dos últimos años. En septiembre, según la fecha estimada oficialmente, quedarán abiertas al público. Los nuevos espacios en altura se suman a la terraza del pachinko en la cubierta del Centro Botín; la ultima planta mirador que corona Faro Santander, que abrirá el edificio del Paseo de Pereda dentro de un año, y la terraza que generará el proyecto de sede asociada del Reina Sofía-Archivo Lafuente sobre el nuevo inmueble que albergó el Banco de España.
El proyecto del Palacio de Festivales, afrontado por el estudio GFA2 de los arquitectos Eduardo y Gabriel Fernández-Abascal, ha acondicionado la terraza (a 30 metros de altura) y ha creado los dos nuevos miradores, diseñando vestíbulos y recorridos que permiten acceder a estos espacios. Los vestíbulos de nueva creación en la cota de la terraza se conectan con los miradores a través de unas escaleras que discurren por el interior de las torres. Tras una reciente visita al Palacio, la presidenta del Gobierno cántabro, María José Sáenz de Buruaga, destacó que la nueva intervención en el Palacio de Festivales, «nos abre una nueva perspectiva desconocida para mucha gente, de este edificio singular que ya ha cumplido más de 30 años. Se habilitan nuevos espacios que ofrecen visiones desconocidas tanto del edificio como de su entorno privilegiado como es la bahía de Santander».
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La obra permite el acceso a lugares que suponen «un nuevo aliciente para visitar o revisitar el Palacio de Festivales, con un recorrido diferente». La nueva terraza y los miradores en las torres orientadas hacia la bahía, otorgan «una vista sorprendente sobre el perfil de la ciudad que se asoma al mar, y el paisaje recortado de Peña Cabarga, Somo y Pedreña», apuntó Buruaga. La nueva terraza se postula como un espacio polivalente, donde se podrán realizar actuaciones adecuadas al mismo.
El acceso a la terraza será gratuito y a los miradores se estudia una fórmula de pago combinado con la hostelería del Palacio.
La integración en la edificación original ha requerido de una «cuidada elección de los materiales, texturas y colores, inspirados en proyectos del propio Oiza y el diseño de los nuevos elementos intenta afectar lo menos posible, a la percepción del edificio, especialmente su imagen urbana», según resaltaron los arquitectos. El proceso de obra inicial se centró en trabajos previos de retirada de las instalaciones de protección contra incendios, climatización y electricidad. Se demolió la sala de maniobras del lado oeste y se desmontaron y trasladaron a vertedero los dos ascensores internos originales. La obra ha supuesto la adaptación de las instalaciones de protección contra incendios, ventilación, electricidad y fontanería propias del Palacio, así como de su estructura interior en la zona de vestíbulos. Y se han incorporado nuevos ascensores en el sector occidental para facilitar el acceso tanto al nuevo vestíbulo como a la terraza. El vestíbulo principal (35m2) ubicado en el nivel de terraza de la zona occidental, dispone de sanitarios con cinco cabinas y área de lavabos. Y facilita el acceso tanto a la escalera de la torre oeste como a la terraza, que suma puertas fabricadas en latón tratado. La ejecución de este espacio ha requerido «la demolición de un forjado superior y la posterior construcción de uno nuevo alineado con el nivel de la terraza; y destacan «los pavimentos de terrazo y el revestimiento de los paramentos verticales mediante teselas de mármol Macael».
Asimismo, se habilitó un vestíbulo secundario (25 m2) en la zona oriental, que dispone de un área de hostelería destinada a prestar servicio al conjunto, además de proporcionar acceso al mirador de la torre este, el cual ofrece vistas panorámicas del litoral. Las paredes de ambos vestíbulos «mantienen las cenefas de mosaico embebido» que son propias del Palacio y los falsos techos cuentan con una gran fosa circular en su centro con iluminación en su perímetro.
La superficie de los miradores es de 4,40 por 4,70 metros cada uno y la de la terraza es de 31 por 4,80 metros. Esta tiene una superficie de 150 m², suelo de vidrio y un toldo de protección solar. Los suelos y barandillas se revistieron con vidrio, manteniendo la coherencia con el diseño de los miradores existentes.
Los nuevos miradores en voladizo ubicados en la parte superior de la torre, a más de 45 metros de altura, ofrecen exclusivas vistas de 360º. El pavimento de vidrio genera una sensación de levedad. En el interior de las torres se procedió a retirar las escaleras metálicas existentes, y se han instalado las nuevas de acceso a los miradores, «utilizando losas prefabricadas de hormigón y barandillas de acero», fruto de un complejo montaje. El proyecto fue concebido por el anterior Ejecutivo a finales de la pasada legislatura. La Sociedad Regional de Cultura licitó las obras en 2022. La firma SIEC ha ejecutado los trabajos, tras un contrato firmado en febrero de 2023 y el plazo ha sido de 20 meses, doce iniciales más siete de ampliaciones. El coste final de las obras se cifra en cerca de 1.600.000 euros.
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