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Domingo, 12 de diciembre 2021, 07:55
Fundada en el año 2002 por el cirujano Juan Ramón Sanz, la Clínica Sanz & Ayala (con el número de registro sanitario 06/2006/00228) cuenta con dos centros especializados, en Santander y Valladolid, donde aplican las técnicas más avanzadas de conocimiento y preparación para tratar cada caso de manera eficaz y satisfactoria, cualquiera que sea su dificultad en cirugía plástica y reparadora, cirugía estética, cirugía mamaria, cirugía de la muñeca, microcirugía, cirugía de mano y nervios periféricos.
Integrada por los doctores Juan Ramón Sanz e Higinio Ayala, ambos profesionales colaboran juntos con absoluta dedicación, excelencia en la práctica y alta cualificación. Sus trayectorias profesionales y la experiencia en el ámbito sanitario público y privado avalan la excelencia de los resultados en tratamientos como blefaroplastia, liposucción, rinoplastia o cirugía mamaria entre otros.
Juan Ramón Sanz (colegiado 39/3605313), actual jefe de Servicio de Cirugía Plástica del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (HMUV), es doctor por la Universidad de Salamanca y profesor asociado de cirugía plástica en la Facultad de Medicina de la Universidad de Cantabria. Dirige la Unidad de Cirugía y Medicina Estética de la Clínica Sanz & Ayala, especializada en cirugía plástica, estética y reconstructiva que codirige junto a Higinio Ayala (colegiado 39/3310458), especialista en cirugía plástica y reparadora, cirugía de mano y microcirugía reconstructiva, beca en cirugía de la mano y microcirugía en CM Kleinert Institute (EEUU). Facultativo del área de Cirugía Plástica y Reparadora de la Clínica Sanz & Ayala, es miembro de la Unidad Multidisciplinar de Cirugía de la Mano y Muñeca del HUMV y también profesor colaborador de Cirugía Plástica en la Facultad de Medicina de la UC.
· Según la Sociedad Española de Cirugía Oral y Maxilofacial de Cabeza y Cuello (SECOM CyC), en los últimos años se han incrementado las intervenciones de estética facial en nuestro país. Una tendencia que se mantiene al alza pese a la crisis económica y sanitaria, con un especial repunte de cirugías como la rinoplastia.
· El teletrabajo y las reuniones a través de videollamadas han favorecido que muchas personas, enfrentadas habitualmente a la cámara, hayan decidido cambiar el tamaño y la forma de su nariz en estos tiempos.
Más pendientes de nuestro aspecto físico que de la propia conversación. Así nos mostramos últimamente el 48% de los españoles mientras mantenemos una videollamada, según se desprende del estudio social realizado por el proveedor de videoconferencias Highfive.
La 'nueva normalidad' impuesta por la pandemia a la hora de trabajar y relacionarnos ha provocado que seamos más conscientes de nuestra apariencia. Y muy especialmente, de nuestro rostro. Un fenómeno que algunos ya denominan el 'efecto videollamada' y que se ha traducido en un aluvión de solicitudes de citas de cirugía estética a lo largo de estos últimos meses.
Sin duda, la nariz es el rasgo principal de nuestro rostro. Su tamaño, curvatura, grosor y proporción suman o restan puntos a la percepción de belleza que los demás tienen de nosotros mismos. Muy especialmente en estos tiempos marcados por las reuniones de trabajo online donde mostramos, básicamente, nuestra cara.
Los avances en cirugía estética -con técnicas cada vez más rápidas y menos invasivas-, además del parapeto de la mascarilla, han servido como acicate a muchos españoles para lanzarse a retocar su nariz en plena pandemia.
Si bien la rinoplastia era, hasta poco, una de las intervenciones estéticas más difíciles desde el punto de vista técnico, los nuevos abordajes han añadido precisión y tasa de éxito a esta cirugía. Y lo que antes se hacía con cincel, lima y martillo, hoy se realiza con novedosos instrumentos quirúrgicos como el piezotomo, que evita posibles fracturas del tabique nasal y aporta al cirujano una precisión extraordinaria a la hora de «esculpir» la nueva nariz.
El nuevo paradigma de la rinoplastia: máxima precisión, mínima inflamación y una recuperación rápida.
Gracias a la rinoplastia ultrasónica es posible remodelar los huesos nasales sin el riesgo de romperlos. Además, frente a la rinoplastia convencional, esta técnica reduce el edema y los hematomas postoperatorios y aporta mayor confort y analgesia al paciente. De otro lado, la rinoplastia ultrasónica no daña el tejido blando ni los vasos sanguíneos que recubren la nariz y permite la remodelación del dorso, la base y la punta de la misma. También, el estrechamiento y simetrización de las paredes laterales nasales.
Al ser una cirugía mucho más precisa y menos traumática, los pacientes pueden incorporarse a la vida normal y retomar sus actividades tras, aproximadamente, una semana.
Clínica Sanz y Ayala | Santander
https://www.plasticadrsanz.com/ | 942 037 404
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