Santander retira todos los honores al dictador Franco 50 años después de su muerte

En la citada sesión plenaria, y también a instancias del Ministerio Público, se aprobó la modificación del nombre de quince calles vinculadas al régimen franquista. La propuesta fue apoyada por el PP, Vox se opuso y el resto de grupos (PSOE, PRC e IU) optaron por la abstención, una fórmula ideada para censurar al equipo de gobierno por no haber consultado a la ciudadanía sobre la nueva denominación de las vías.

Franco fue nombrado alcalde honorario de la ciudad en 1946, y posteriormente recibió la Medalla de Oro (1952) y la Llave de Oro (1968). Por su parte, Carrero Blanco -primer presidente del Gobierno nombrado por el dictador- fue distinguido con la Medalla de Oro en 1974, pocos meses antes de su asesinato. Aunque en 2015 el Pleno del Ayuntamiento de Santander aprobó una moción para retirar todos estos honores y eliminar el callejero franquista, nunca llegó a ejecutarlos por completo.

La situación dio un giro radical hace apenas dos meses, cuando la Fiscalía de Derechos Humanos y Memoria Democrática de Cantabria emitió un requerimiento formal al Consistorio santanderino, al que acusó de «rebeldía» por no cumplir la Ley de Memoria Democrática. Además, le dio un mes de plazo para retirar todo los nombres de calles con referencias franquistas.

El pasado 24 de abril, el Pleno municipal aprobó finalmente la medida con los votos favorables del Partido Popular. La alcaldesa Igual señaló que la decisión se adoptó «con responsabilidad institucional» y «sin sesgo ideológico», en cumplimiento de la normativa vigente.

Con esta decisión, Santander se suma a otras ciudades españolas que han procedido a retirar símbolos, nombres y reconocimientos vinculados al régimen franquista, en aplicación de la Ley de Memoria Democrática aprobada en 2022.

Antes de la retirada de honores de este miércoles, el Ayuntamiento de Santander fue noticia en diciembre de 2008 al ser el último de toda España en retirar la estatua ecuestre del dictador, un símbolo que durante muchos años estuvo presente en la mayoría de las grandes ciudades del país. Lo hizo 33 años después de su muerte. Al frente del Consistorio estaba Íñigo de la Serna (Partido Popular), que aprovechó las obras de reforma de la plaza del Ayuntamiento y del aparcamiento subterráneo para proceder al traslado de la efigie a los talleres municipales de Cajo. La estatua fue inaugurada el 24 de julio de 1964. Es obra de José Capuz y es réplica de las que existían en Madrid y Valencia. Mide siete metros de alto y está realizada en cobre.