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Asun Arabaolaza dirigió la biblioteca Peñas Arriba, en San Román, durante 29 años de forma voluntaria. Durante mucho tiempo lo compaginó con su trabajo de ... maestra y, cuando se jubiló de la docencia, siguió trece años más al frente de estas instalaciones, que rondaban los 900 socios cuando cerró en enero de este año –aunque hubo un mes más de margen para que los más rezagados devolviesen los libros pendientes–. Con la salida de Asun, la biblioteca cerró sus puertas a cal y canto, ya que se trata de un servicio que impulsaron los vecinos y que, aunque se desarrolla en un edificio municipal –las antiguas escuelas–, lo han gestionado siempre ellos. Y ahora quieren reabrirla. Tienen claro que el modelo debe cambiar y la biblioteca debe entrar en la red municipal para que sea el Ayuntamiento quien planifique las actividades y la compra de libros. Y, sobre todo, quien destine a un bibliotecario para que desempeñe el trabajo a cambio de un salario. De todos modos, mientras todo eso se resuelve, están dispuestos a gestionar la biblioteca entre varios voluntarios. José Ruiz, vocal de la asociación San Román en Acción, considera «difícil» encontrar a alguien que, como hacía Asun, pueda dedicarse día a día a atender la biblioteca. «La idea es crear un grupo de voluntarios que vayan rotando. Por ejemplo, ir una tarde cada dos semanas», apunta.
Ya son varias las asociaciones que tratan de salvar la biblioteca de San Román. Tres vecinales (San Román en Acción, Virgen del Mar y Piedras Blancas), una cultural (La Confianza Asociación Cultural) y dos asociaciones de padres y madres (AMPA Manuel Cacicedo y AFA Verdemar). Y han planificado una reunión –abierta a todos los vecinos– para el jueves que viene a las 19.00 horas para concretar sus intenciones sobre la reapertura y gestión de la biblioteca y sobre las peticiones que trasladarán al Ayuntamiento para que colabore.
La biblioteca de San Román está en la segunda planta de las antiguas escuelas y solo puede accederse subiendo unas escaleras, por lo que no es accesible para personas con movilidad reducida. Tampoco es muy grande y muchos libros están acumulados como se ha podido a medida que se iban comprando –Asun estaba muy pendiente de adquirir las novedades editoriales–. La accesibilidad y el espacio son dos razones por las que el Ayuntamiento, según ha trasladado en varias ocasiones a los vecinos, no puede incluir estas instalaciones en la red municipal, ya que no cumple con los requisitos.
Por eso, estas asociaciones piden que se reubique la biblioteca y ellos cederían los libros. Piensan en dos opciones: «O hacer una ampliación en el centro cívico para trasladar allí la biblioteca, o hacer un nuevo edificio en uno de los solares municipales que hay en el barrio», apunta Ruiz. Mientras eso se concreta –y la contratación de un bibliotecario–, ya que entiende que lleva su tiempo, se organizarían entre los vecinos para continuar dando servicio en las antiguas escuelas.
Otra petición que tienen, a la espera de contar con un nuevo edificio, es que el Ayuntamiento les eche una mano –aunque sea económicamente– para planificar actividades y adquirir libros, ya que hasta ahora lo han asumido los vecinos. Para eso sería «fundamental» entrar en la red municipal, que se encarga de preparar actividades y, además, tienen descuentos a la hora de comprar libros por hacerlo en mayor cantidad. «Uno de los problemas más recurrentes era hacer el club de lectura y conseguir varios ejemplares de una misma novela para todos los miembros. Teníamos que tirar de conocidos», recuerda Ruiz. Además del club de lectura y las presentaciones de libros, tenían mucho éxito las actividades infantiles, como los cuentacuentos. Por eso, también hay ampas tratando de recuperar la actividad de la biblioteca.
La biblioteca de San Román, inaugurada en los años 90, suma más de 6.000 libros que Asun iba seleccionando entre las novedades de importantes ferias editoriales, como la de Bolonia y la de Frankfurt. Cuando cerró en enero, contaba con 893 socios, una cifra que ha ido creciendo a medida que lo ha hecho el barrio, que ha ido sumando población durante las últimas décadas.
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