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La fachada del cine Capitol con su clásica cartelera anunciando las películas proyectadas en sus salas. Miguel de las Cuevas

Veinte años del adiós del 'Capi'

Cine Capitol ·

La ceremonia de 'ir al cine' vivió una de sus últimas escenificaciones con el cierre, hace hoy dos décadas, de la emblemática e histórica sala santanderina

Guillermo Balbona

Santander

Lunes, 17 de octubre 2022, 20:02

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Decía Ettore Scola que «el cine es un espejo pintado». Durante cuarenta años, la sala de exhibición Capitol, 'el Capi', reflejó ese vínculo del espectador y la pantalla, plasmado en un espacio emblemático. La ciudad y la ceremonia de 'ir al cine' tenían su templo en la calle San Fernando que dio cabida a varias generaciones. Hoy se cumplen dos décadas del cierre del Capitol, un final anunciado por 'ley de mercado' tras las crisis y cambios de modelo que acabaron por hacer casi desaparecer las salas de cine del centro de las ciudades y, sobre todo, extinguir ese rito cargado de simbolismo que suponía acudir a ver una película. En realidad, el adiós de la sala santanderina, en paralelo o seguido por otras clausuras en esos años, representó el final de una época. Las superficies comerciales y los multicines de la periferia tomaron el mando como elemento de ocio. El Coliseum, el Santander, los Bahía... con sus cierres sucesivos dieron paso a otros ciclos y maneras de consumir cine.

Curiosamente este aniversario coincide con el momento más crítico para las salas de exhibición, que no recuperan las cifras de espectadores anteriores a la pandemia y que sufren los efectos de la popularidad de las plataformas. Paradójicamente, tras estas dos décadas desde el cierre del Capitol, Santander es una de las ciudades españolas más atípicas tras los vaivenes e incertidumbres: en el centro sobreviven las salas Groucho (dos) y Los Ángeles, desde su reapertura, a las que se suman la Filmoteca y una variada oferta de proyecciones y ciclos programados por diversas entidades de la capital, además de las tres cadenas de la periferia que suponen cerca de treinta salas.

El 18 de octubre de 2002, la empresa familiar Restegui cerraba el Capitol tras una decisión «dolorosa pero inevitable y necesaria», a la que se vio abocada por «la fuerte competencia y las imposiciones del mercado». 'El Capi alardeaba entonces con fundamento de ser uno de los escasos espacios de exhibición con personalidad y solera, estrechamente vinculado al desarrollo y devenir de la ciudad que lo albergaba. Tres años ante se despedía el Cine/Teatro Coliseum. Además, el Capitol era uno de los últimos cines en España que por sus dimensiones, capacidad, criterios, servicio, oferta y ritmo de exhibición mantenía una singularidad frente a la uniformidad del mercado que se avecinaba. Los últimos tres pases que albergó proyectaron uno de los grandes títulos de la temporada: 'Minority report', de Steven Spielberg. Los estrenos más llamativos, publicitados y demandados por los aficionados, pasaron por el cine Capitol.

1. Vista del patio de butacas de la histórica sala, referencia de la exhibición cinematográfica en Santander desde los años 60. | 2. Última función en el Capitol en 2002. | 3. Angel Cuadrado, 33 años al frente de la cafetería del cine. 1. Se Quintana | 2 y 3. Roberto Ruiz
Imagen principal - 1. Vista del patio de butacas de la histórica sala, referencia de la exhibición cinematográfica en Santander desde los años 60. | 2. Última función en el Capitol en 2002. | 3. Angel Cuadrado, 33 años al frente de la cafetería del cine.
Imagen secundaria 1 - 1. Vista del patio de butacas de la histórica sala, referencia de la exhibición cinematográfica en Santander desde los años 60. | 2. Última función en el Capitol en 2002. | 3. Angel Cuadrado, 33 años al frente de la cafetería del cine.
Imagen secundaria 2 - 1. Vista del patio de butacas de la histórica sala, referencia de la exhibición cinematográfica en Santander desde los años 60. | 2. Última función en el Capitol en 2002. | 3. Angel Cuadrado, 33 años al frente de la cafetería del cine.

Inaugurado con los medios técnicos más modernos de la época, la sala abría sus puertas al público el 31 de enero de 1963 con la proyección de 'El día más largo'. Ubicado en la calle San Fernando, desde su apertura se convirtió en un espacio referente en la vida cotidiana. El 21 de octubre de 1978 la sala sufrió un incendio que lo destruyó totalmente cuando se acababa de proyectar 'Capricornio Uno' y se programaba 'La chica del adiós'. Antes del siniestro, el cine se componía de platea y anfiteatro y tenía un aforo de 1.300 butacas.

Reconstruido de nuevo con los medios más avanzados, se reinauguró, con cerca de 750 butacas, el 1 de marzo de 1980 y la proyección de 'La fuga de Alcatraz'. Restegui lució siempre el prurito de mantener la sala como la más moderna y lujosa de la ciudad.

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