Torrelavega estudia encargar un cuarto informe sobre el agua de La Turbera

El Ayuntamiento de Torrelavega estudia solicitar ayuda técnica y financiera al Gobierno regional para encargar un cuarto informe sobre las filtraciones de agua en el barrio de La Turbera, a fin de determinar de modo fehaciente el origen del problema y a qué entidad hay que reclamar su solución.

En rueda de prensa, el concejal de Medio Ambiente, José Luis Urraca, ha explicado que este nuevo estudio tendrá un coste cercano a los 40.000 euros, ya que el objeto del mismo es servir como "prueba pericial" para el caso de que se tenga que acudir a los tribunales a reclamar la ejecución de las obras necesarias.

Urraca ha reiterado que la voluntad municipal es "buscar una solución al problema" de los filtraciones "dentro de los márgenes legales", para lo cual se necesita un estudio "que sea concluyente" sobre el origen y las soluciones, aunque el Ayuntamiento no puede asumir en solitario el coste económico que ello conlleva.

Sobre el posible origen y las soluciones al problema de las filtraciones se han emitido hasta el momento tres informes durante los últimos cuatro años, uno de la Universidad de Cantabria, otro del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) y otro hace unas semanas por parte de una empresa especializada.

Según el concejal, en ellos se observan "ciertas contradicciones" sobre el origen del problema, ya que mientras unos apuntan al llenado de la antigua explotación a cielo abierto de AZSA otros culpan de las filtraciones al agua de escorrentía procedente de un talud de la cercana Autovía del Cantábrico.

Por su parte y en un encuentro con periodistas, el director de AZSA, José Ramón Fernández, ha asegurado que la inundación de la antigua explotación minera, conocida como 'zanjón', "no tiene influencia ninguna" en los problemas de La Turbera, porque la inundación de esta zona está "controlada en todo momento".

Según ha detallado, el cierre de la explotación "cumple los protocolos" y ha rechazado que se quiera "involucrar" a la empresa en los problemas de filtraciones de agua, a pesar de que los primeros signos comenzaron al poco tiempo de abandonarse la explotación en el 'zanjón', según denunciaron los afectados.

No obstante, José Ramón Fernández ha reconocido que el 'zanjón' almacena del orden de 36 hectómetros cúbicos de agua, por lo que es el segundo embalse más grande de Cantabria tras el pantano del Ebro, una cantidad de líquido que, a su juicio, en el futuro se podría utilizar para el consumo porque "no hace falta depurarla".