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Sara Torre
Lunes, 27 de febrero 2017, 07:34
Los residentes en el entorno más próximo a la recta de Cudón (Miengo) denuncian la situación de «inseguridad» que se vive en este tramo viario. Manifiestan que existen problemas que ponen en riesgo su integridad física y la de sus hijos y reclaman soluciones al Ayuntamiento.
Entre las deficiencias, destacan la ausencia de una marquesina en el punto donde los niños tienen que coger el autobús que les traslada hasta el colegio. En la actualidad, para resguardarse de las posibles inclemencias meteorológicas, los escolares se sitúan bajo el tejado de una empresa cercana.
«En el Ayuntamiento nos dicen que esto pertenece a Obras Públicas», comenta Jesús Aguilar, un vecino que critica, sin embargo, que «sí es competencia municipal el estado de la marquesina situada en la acera del carril contrario y pasan cinco o seis meses sin que se arreglen los cristales rotos». Mientras lo explica, señala los añicos esparcidos por el suelo. «Los cristales ahí tirados; el banco, suelto. Es una vergüenza cómo está», añade.
Semáforo
Los vecinos de este barrio del municipio de Miengo se quejan también de la velocidad a la que circulan los vehículos por la recta, «muy superior a la permitida». El Ayuntamiento, a petición de los residentes, solicitó a Carreteras la colocación de un semáforo. «El proceso se demoró un año y medio, pero al final se instaló», asegura Aguilar antes de reconocer que el dispositivo «permanece parado durante bastante tiempo». «Nos tienen abandonados, porque no somos ni de Cudón ni de Bárcena de Cudón; estamos en un punto medio, apartados», lamenta Nuria Poo, otra vecina que denuncia que el barrio se ha convertido «en un criadero de gatos, como consecuencia de la basura, que muchas veces no se recoge por haber coches aparcados delante de los contenedores».
Para este problema, los vecinos han propuesto al Ayuntamiento que se instalen unos pivotes que impidan estacionar a los vehículos. El alcalde, Jesús Jara, resume todas estas deficiencias como una cuestión de «falta de civismo», ante lo que asegura «el Ayuntamiento no puede hacer nada». Respecto al problema de la velocidad a la que circulan los vehículos por la recta, el regidor municipal manifiesta que, además del semáforo, «existe un radar que está puesto todo el día» y recalca que es «una carretera autonómica», cuya competencia no es municipal.
Desde el Consistorio de Miengo «se apela al civismo», aunque el propio Jara reconoce que de prolongarse esta situación «habrá que tomar otras medidas», ya que de momento las actuaciones desplegadas desde el Ayuntamiento «no están resultando efectivas», finaliza.
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