Un albergue sin rumbo
Torrelavega no sabe qué hacer con el centro juvenil de La Montaña, cerrado prácticamente desde el inicio de la legislatura y sin nadie que se haga cargo
Nadie sabe qué hacer con el albergue juvenil de La Montaña. Por ahí no pasa un alma desde agosto de 2019. Desde entonces, el Ayuntamiento ... de Torrelavega ha hablado de él tan pronto para anunciar un centro de acogida orientado a cicloturistas como para ponerlo a disposición de los refugiados ucranianos. Pero nada. Por ahí no ha pasado nadie en cuatro años. Y lo peor de todo es que nadie, tampoco, se hace cargo. Ni la Concejalía de Movilidad y Dinamización, empeñada hace un año en convertir la infraestructura en una suerte de referencia para los visitantes en bicicleta; ni la de Juventud, que reconoce la falta de rumbo y pospone la decisión a un consenso entre los socios de gobierno. En otras palabras: legislatura en blanco para el albergue. Lo que quiera que sea, se decidirá tras las elecciones de mayo. Costó 340.000 euros, cofinanciados por el Gobierno de Cantabria.
Ese no es el único dinero que se ha invertido en estas instalaciones, ubicadas junto a la ermita y el centro cívico de La Montaña. El Ayuntamiento de Torrelavega viene metiendo dinero en sus espacios en los últimos tiempos y para actuaciones que, luego, jamás se han desarrollado. En el último año, la Concejalía de Obras ha adecentado y subsanado humedades en sus 400 metros cuadrados, primero con vistas a un proceso de licitación que nunca llegaría, de cara a su nueva faceta cicloturística, y luego para dar la bienvenida a los ucranianos. El comedor, la cocina, la sala recreativa, la pista polideportiva, los baños, las duchas... Todo está listo para recibir a 40 visitantes, pero hace meses que las concejalías se desentienden y el edificio se dedica únicamente a coger polvo.
Las claves
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De escuela a espacio juvenil El moderno edificio costó 340.000 euros, sufragados entre el Ayuntamiento y el Gobierno de Cantabria
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Antes de la pandemia En un principio, el equipo de gobierno creó el centro para celebrar todo tipo de actividades juveniles
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Legislatura en blanco En los últimos cuatro años, el municipio estudió su uso para atender a cicloturistas y, por último, a refugiados
Han pasado casi cuatro años desde que las antiguas escuelas del barrio de San Blas sirvieron para algo. En agosto de 2019, tras la renuncia de la empresa Brenes XXI a prorrogar el contrato de gestión, el Ayuntamiento se decidió a seguir orientando el inmueble a la educación, la animación y la gestión de proyectos de ocio y tiempo libre. Talleres creativos, campamentos, actividades en colegios, programas de ocio nocturno, jornadas lúdicas, educación ambiental... Esa senda iba a traducirse en una licitación y quedó en nada por la pandemia. La salida de la crisis, la atenuación de restricciones o la oportunidad del turismo verde arrojaron el mismo resultado, dicho sea de paso.

Cabe recordar que el albergue municipal juvenil de La Montaña se encuentra en una zona geográfica inmejorable: no sólo en el corazón de Cantabria sino en un valioso entorno rural cercano tanto al centro urbano de Torrelavega como a un espacio de interés ambiental de la talla de la Sierra del Dobra. De ahí la confianza -y dinero- que depositó en el proyecto la Dirección General de Juventud hace ya 14 años, en años de Eugenia Gómez de Diego -hoy consejera de Empleo y Políticas Sociales- al frente.
Aquellos inicios tampoco fueron fáciles. Por lo pronto porque nadie se interesó por la convocatoria para adjudicar la gestión del alojamiento, su estreno como albergue tras una vida dedicada a la enseñanza -hasta el curso 2005-2006, cuando cerró por falta de alumnos-. Desierto aquel procedimiento, no fue hasta 2011 y tras una inversión municipal complementaria, cuando este espacio juvenil único en la capital del Besaya fue inaugurado de forma definitiva. Aquel día echó a andar una trayectoria que tampoco ha durado demasiado: ocho años, hasta que finalizó el contrato de la segunda adjudicataria y el albergue quedó abonado al golpe de la pandemia, primero, y a la indecisión municipal, después.
El rumbo que lleva el albergue de La Montaña no es una excepción. Y menos dentro de las iniciativas que están expresamente orientadas a los chavales de Torrelavega. Su hermana pequeña en la ciudad, la Casa de la Juventud, terminará en mayo otra legislatura para olvidar después de tres años cerrada a cal y canto. El Ayuntamiento, a través de la Concejalía del área que dirige Patricia Portilla, se ha propuesto sacar el servicio a licitación antes de que termine este mandato. Según traslada, ha sido la «falta de personal técnico» lo que ha enquistado la apertura de este edificio, llamado a ser un punto de encuentro para las próximas generaciones de Torrelavega.
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