«Te engancha la sensación de volar»

La organización corre a cargo de FPV QGames, un grupo de pilotos y entusiastas del sector de los drones y las nuevas tecnologías, que ofrece eventos que van desde carreras y exhibiciones a charlas, talleres y tomas de contacto con público no iniciado utilizando minidrones y simuladores de vuelo. Gracias a la tecnología FPV (First Person Wiew), un sistema de vídeo con gafas con apariencia futurista, los pilotos experimentan la sensación de volar dentro de los drones.

En la jornada de ayer se disputaron las rondas clasificatorias y hoy por la mañana serán las finales. El circuito del Mercado Nacional de Ganados es uno de los pocos habilitados en un recinto cerrado y está conformado por obstáculos hinchables (puertas) a dos alturas, capaces de resistir choques a más de 100 kilómetros por hora. El objetivo es potenciar al máximo la espectacularidad del circuito, permitiendo a los pilotos recuperar sus aeronaves en caso de impacto. También se señaliza la carrera con una vistosa iluminación led, dando un toque futurista que intenta satisfacer tanto a pilotos como a espectadores.

La 'Drone Race Torrelavega' incluye actividades complementarias, que se celebran en la sala de ordeño del Ferial. Son charlas y talleres en los que se desarrollan diversos temas, como la introducción a esta tecnología, técnicas de vuelo, fotografía y vídeo, montaje y configuración de drones de carreras... También hay furgonetas con comida (las ya famosas food truck) para que nadie pase hambre.

El 'culpable' de que ocurra todo esto en Torrelavega es Marcos Fuentevilla, que quería celebrar el primer aniversario de su tienda en Nueva Ciudad con una comida con clientes cercanos, pero al contactar con el equipo de FPV QGames «todo cambió y una cosa ha llevado a la otra». Dice que las carreras de drones son una «pequeña revolución», aunque reconoce que todavía el 80% del «trabajo profesional» relacionado con esta tecnología se centra en el campo audiovisual.

Fuentevilla exhibe una plataforma diseñada por él y su compañero en la tienda, capaz de adaptarse a la utilización de cámaras, depósitos de fumigación... «Nos adaptamos a las necesidades del cliente», afirma. Respecto a las carreras, deja claro ya se organizan en distintos puntos del país, pero «todavía no se ha creado una competición nacional».

Entre los participantes en la prueba de Torrelavega está David Lougedo 'Lou', un joven de La Coruña que se dedica al mundo de los drones de forma profesional. «Solemos hacer trabajo audiovisual –explica–, dirigido a películas, series..., o inspección industrial, como revisión de aerogeneradores, líneas eléctricas, fachadas, la fumigación... Hay mucho futuro en esto». Después está la competición, que para él sólo es «pasarlo bien». No obstante, a David, que se inició en el aeromodelismo en 2011, lo que más le gusta es «grabar vídeos en lugares únicos, viajar y explorar sitios nuevos».

Junto a él, otro piloto de La Coruña, Miguel Ángel Seoane 'Fres', pero con una historia diferente. «Sólo lleva un año volando y es súperbueno en las carreras», apunta David. Y Miguel Ángel explica por qué: «Yo vengo del mundo virtual, de la simulación de carreras de coches y cosas así, y me pasé a los drones para correr en la realidad. En el mundo de la simulación ves la mejor trazada en niveles bastante exigentes, en campeonatos del mundo y cosas así, y eso te facilita un poco llegar aquí, no empiezas de cero, sabes la línea a seguir».

A estos pilotos gallegos les encanta el circuito, dicen que el Ferial está muy bien, es muy espacioso, y todo está «bastante bien organizado». Su temor, como el de muchos participantes, luego disipado, era el sistema de vídeo, porque «hay veces que la señal que se transmite desde los drones no es buena y nos impide volar con seguridad».

David Collantes 'CanarioFPV' es un principiante llegado de un pueblo de Valladolid, aunque natural de Las Palmas de Gran Canaria. A él participar en esta prueba le parece «alucinante, otro nivel». Y es que está acostumbrado a entrenar mucho, sí, pero «plantando una puerta en alguna tierra que vemos despejada». A David le «enganchó» a este mundo un amigo de otro pueblo al que le compró un dron y le encanta la «sensación de volar», aunque reconoce que «es un poco caro». «Es bonito –señala– comprar los componentes, armarlo todo, saber si va bien o no, configurarlo y que vaya fino, pero entre las gafas, el chasis, los motores, la cámara, la placa... no te sale por menos de 150 euros».

Asier Esquinas 'Yoel fpv' es de Bilbao y participa con sus amigos, todos de la asociación Euskadi Dron Racing. «Esto te engancha, te pones las gafas y a volar, como si fuese la Guerra de las Galaxias. Lo hacemos por afición, para pasar un buen fin de semana», concluye.