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Leyendas de Aquí

Rex, un torrelaveguense diferente

El perro que protagonizaba la serie era de Torrelavega. Bueno, en realidad no

Aser Falagán

Santander

Sábado, 16 de julio 2022, 07:56

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Uco es un policía particular. No tiene escritorio en la comisaría de Joaquín Hoyos, sino que patrulla La Inmobiliaria, la Plaza Roja y el Barrio Covadonga con su compañero, el inspector Laro Abascal, al que a la mínima oportunidad le roba los hojaldres de Blanco. Porque Uco es un torrelaveguense diferente, en concreto un perro policía que resuelve todo tipo de casos, capaz de saltar incluso por encima del banco del Bulevar Demetrio Herrera, atravesar cristales y resolver misterios de cualquier clase. Es el policía más querido de la Comisaría de Torrelavega.

Todo suena muy descacharrante, pero no lo es menos la leyenda urbana que nació en la capital del Besaya en torno a una serie que se popularizó en Europa y América a partir de los noventa. La vox populi llegó a decir que uno de los protagonistas, el cuadrúpedo, para más señas, era paisano, aunque por algún extraño motivo; tal vez por intervención de los Masones, los Canteros o porque a nadie le interesaba, no aparecía en los créditos.

Contexto: En los noventa y bien entrada la primera década del siglo una serie austriaca arrasó en media Europa y América. Se titulaba 'Rex, un policía diferente' ('Kommissar Rex'), se estrenó en 1994 y siguió emitiéndose durante años después de su cancelación en 2004. Tuvo una segunda versión producida por la RAI y ambientada en Roma entre 2008 y 2015 y una tercera canadiense estrenada en 2019. Trataba de un inspector de policía y su perro ídem, probablemente el perro más inteligente que nadie se pudiera echar a la cara. No solo seguía pistas, sino que sacaba a su compañero de peligros y tenía un asombroso instinto para detectar a los criminales.

Pero lo que pocos sabían, y aquí entramos en el floklore, es que Rex era un perro recogido o la mascota de alguna familia de Torrelavega –para más precisión, del Barrio Covadonga– que demostró tener una gran inteligencia y después de ser entrenado resultó elegido para dar vida al empático cánido del comisario Richard Moser. En definitiva, que el Rex el fetén, el de la serie original, el que aparecía en la versión austriaca, era, al parecer, torrelaveguense.

La historia; el enunciado, en realidad, tiene lagunas. Rex adoraba los perritos calientes y siempre buscaba la ocasión para robar alguno a sus compañeros de dos piernas, pero sin embargo nunca se le vio comer hojaldre. En realidad, como casi siempre, se trata de una fabulación cuyo origen resulta imposible desentrañar, un bulo más que se difuminó como apareció pero que dejó recuerdo entre un buen puñado de millenials de la capital del Besaya.

Si se indaga un poco más en la historia, resulta sencillo comprobar que Rex ni siquiera fue siempre el mismo perro. A lo largo de la serie se produjo un relevo. El primero de ellos tenía el rimbombante nombre de Santo vom Haus Zieglmayer, aunque en los créditos le mencionan como Reginald Von Ravenhorst, interpretó, si se puede utilizar este verbo, al perro policía desde el inicio de la serie hasta 2000 y murió en 2003. Le tomó el testigo su hijo, Rhett Butler –sí como el personaje que encarnó el laredano Clark Gable en 'Lo que el viento se llevó–, que siguió en la serie hasta su cancelación en 2004 y murió en 2011.

Ambos estaban criados y adiestrados por la californiana Teresa Ann Miller, una reputada entrenadora de animales que ha trabajado para diversas productoras y que en aquella época estaba en Europa, precisamente a la caza de un perro con el que poner en marcha lo que todavía era un proyecto. De hecho, los animales siguieron a su cuidado después de participar en la serie y hasta su muerte.

¿Podía aun así Rex haber nacido o sido adoptado en Torrelavega? De nuevo la realidad se empeña en estropear una bonita historia, porque Santo, que además tenía varios dobles, nació en 1991 en la ciudad alemana de Ingolstadt, en la Alta Baviera, donde había vivido con una familia hasta que Miller dio con él y comenzó a adiestrarle en Viena, donde se ambientaba la historia primigenia.

Después del original y su hijo, que disfrutaron cómodamente de un retiro californiano junto a su entrenadora, llegaron otros muchos Rex; los de las series italiana y canadiense –este último descendiente del Santo original–, pero a ninguno se le conoce ya carta de naturaleza torrelaveguense ni militancia alguna en la Gimnástica o en la Cofradía del Hojaldre. Así que por el momento, y una vez desmentido el rumor, Óscar Freire aún puede presumir de ser el hijo más conocido e internacional del Barrio Covadonga.

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