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Miércoles, 27 de diciembre 2017, 07:24
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Los vecinos de la calle San José que el día de Navidad fueron evacuados por el fuego que se originó en el edificio del bar restaurante La Casuca comenzaron ayer a regresar a sus casas tras certificar los bomberos y los técnicos municipales que la estructura del inmueble no está dañada y que no existe riesgo de derrumbe. Menos suerte ha corrido la cocina del conocido establecimiento hostelero, donde en principio se cree que comenzó el fuego, que ha sido devastada por las llamas, al igual que parte de una de las viviendas situada justo encima del bar y en cuyo piso vive la madre de la propietaria del edificio, que por suerte el día del incendio no durmió en su casa al pasar la Nochebuena en la de su hija.
Técnicos municipales, acompañados por la jefa de Bomberos, Eva Martín, el concejal de Obras y primera teniente de alcalde, Javier López Estrada, y el concejal de Seguridad Ciudadana, Pedro Pérez Noriega, entre otros, visitaron ayer a mediodía el edificio siniestrado en compañía de la dueña del inmueble, Rosa Merino, el propietario del bar La casuca, Nacho Cobo, y algunos de los inquilinos realojados en el Hotel Marqués de Santillana tras el incendio. Tras la visita al inmueble, bomberos y técnicos municipales comunicaron a las familias desalojadas que pueden regresar a sus casas ya que la estructura principal del edificio -de hierro y hormigón- no se ha visto afectada por las llamas. Sin embargo en alguna de las cuatro viviendas el fuego ha provocado que las puertas se ensanchen por lo que habrá que repararlas o sustituirlas de modo que estos inquilinos volverán a sus casas en los próximos días.
Desde primera hora de la mañana tanto la propietaria del edificio, Rosa Merino, como los inquilinos Carlos y Javier, se encontraban a pie de las viviendas a la espera de que el Ayuntamiento o los bomberos les dijera cuán es la situación y si a lo largo del día podrían volver a sus casas. Según Rosa Merino, «una larga espera» porque desde «la mañana de Navidad, cuando se produjo el suceso, hasta ahora no sabemos nada, ni nadie nos ha dicho nada, solo los bomberos que estaba la zona precintada y que no se podía entrar».
Berkys, Vecina del primero
En cuanto a los daños, Rosa Merino explicó que las viviendas no se han visto afectadas, «a excepción del piso en el que vive mi madre, cuyo dormitorio está destrozado ya que es la habitación situada justo encima de la cocina del restaurante». «El resto del edificio, el portal, las escaleras, y las otras viviendas tienen manchas de la humareda, pero no hay daños», señaló.
Antes de que llegaran los técnicos para evaluar el estado del edificio, en la calle esperaban noticias también Carlos y su mujer, Yanet, a los que el incendio les sorprendió durmiendo». «Sonó el despertador a las siete de la mañana y en ese momento me di cuenta del intenso olor a quemado y la humareda. Ya estaban la Policía y los bomberos junto a las casas y nos dijeron que cogiéramos lo principal, cuatro cosas, porque teníamos que abandonar las viviendas», relata Yanet.
Carlos y Jaime, Vecinos del tercero
Jaime, hermano de Carlos, tiene un niño pequeño de 5 años, con el que «salimos pitando en cuanto oímos que había fuego». Hasta ayer a mediodía han permanecido hospedados en el hotel Marqués de Santillana y a pesar del susto -«lo más importante es que estamos todos aquí contando el cuento», dice Carlos- agradecen la atención recibida tanto por parte de la propietaria del edificio como del bar La Casuca, así como la labor de los agentes de la Policía Local que «fueron los que dieron el primer aviso» y de los bomberos. Según Carlos el incendio ha resultado «más aparatoso» de lo que parece ya que las escaleras y el resto de los pisos «están bien», sin embargo lamenta que el suceso les haya privado de pasar la Navidad en casa. «La cena de Nochebuena si la disfrutamos juntos en familia, pero la Navidad nos ha tocado fuera, una pena con la comida que teníamos comprada y que son fechas señaladas que gusta estar tranquilo y disfrutar pero hay que pensar que no ha habido víctimas y que parece que ya podemos volver a casa».
Pedro Pérez Noriega, Concejal de Seguridad Ciudadana
Jaime recuerda que en el momento del suceso «salimos con lo puesto, incluso con el pijama debajo de la ropa, por eso queríamos saber si hoy podíamos entrar en casa, al menos para coger otra ropa, porque además esta nos huele a chamusquina, y hay un vecino enfermo que necesita sus medicamentos». Berkys, otra de las residentes evacuadas indica que su marido, Roberto, no esperó ni a que los bomberos le sacara en la escala. «El mismo se descolgó por el balcón», apunta. Por su parte, el concejal de seguridad Ciudadana, Pedro Pérez Noriega, confirmó que no hay peligro de derrumbe y que se procedería a realizar las labores de desescombro.
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