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Grandes y pequeños han participado en la Gincana.

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Grandes y pequeños han participado en la Gincana. Luis Palomeque
Torrelavega

Las peñas se ponen a prueba en la Gincana

Torrelavega reúne a 350 equipos para participar

Domingo, 10 de agosto 2025, 07:37

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Torrelavega volvió a vibrar ayer con una de las actividades más esperadas de las fiestas de la Virgen Grande: la Gincana de peñas. Bajo un sol intenso que parecía querer ser protagonista, cientos de vecinos y visitantes se reunieron para disfrutar de una jornada marcada por la diversión, el compañerismo y el espíritu festivo que caracteriza a la capital del Besaya a lo largo de estos días.

El evento, celebrado en el campo de fútbol de Santa Ana, comenzó a las nueve de la mañana y se prolongó hasta las seis de la tarde. Durante todo el día, un total de 350 equipos, compuestos por entre seis y ocho participantes, se enfrentaron a un circuito de obstáculos diseñado para poner a prueba la agilidad, la resistencia y, sobre todo, las ganas de pasarlo bien. Cada equipo representaba a una peña distinta, con camisetas personalizadas, pañuelos verdes y, en muchos casos, banderas y pancartas que agitaban con orgullo desde la grada. Había mucho ambiente.

El recorrido, que tenía una duración aproximada de 15 a 20 minutos, incluía pruebas tan variadas como carreras de sacos, escaleras inflables, ruedas, aros, pasos bajo redes y un tobogán de agua que arrancaba risas a participantes y espectadores por igual. La mecánica era sencilla: el equipo que completara el circuito en el menor tiempo posible se llevaba la victoria. «Cada cinco minutos sale un equipo nuevo a participar, así que estamos aquí todo el día», explicaba Pablo, uno de los organizadores, mientras coordinaba la salida de los participantes.

Una de las pruebas era pasar por dentro de una red. Luis Palomeque

El ambiente era inmejorable. Mientras unos corrían, saltaban o se arrastraban bajo las redes, otros se dedicaban a inmortalizar el momento con fotografías y vídeos. En las gradas y zonas de sombra, familiares, amigos y curiosos aplaudían, reían y animaban sin descanso. No faltó la música, ni tampoco la creatividad: un vecino tocaba el tambor para alentar a su equipo; algunas peñas llevaban mascotas con pañuelos al cuello; y, muchos otros, se acercaban a por agua o refrescos para combatir el calor.

La organización dispuso dos áreas diferenciadas: una para niños y otra para adolescentes y adultos. Esto permitió que todos, sin importar la edad, pudieran participar. Además, un animador con micrófono se encargaba de mantener el orden de salida de los equipos y de arrancar carcajadas entre el público con sus comentarios. Competición, sí, pero siempre con buen ánimo.

No faltaron las típicas carreras de sacos. Luis Palomeque

No fue solo una competición; fue, sobre todo, un espacio de convivencia y tradición. Muchas peñas participan año tras año, convirtiéndolo en una cita imprescindible de las fiestas. «Nosotros venimos cada año. Este es ya nuestro tercer año participando y la verdad que lo disfrutamos mucho siempre que venimos», comentaba María, mientras ella y su equipo recuperaban el aliento después de la carrera de sacos.

Otros, mostraban el mismo entusiasmo. «Esta es la segunda vez que venimos a la Gincana y, aunque hoy hace mucho calor, lo importante es que lo disfruten los niños, que son los verdaderos protagonistas de las fiestas. Nos lo hemos pasado muy bien», señalaba David, recién salido del circuito junto a su grupo, aún con una sonrisa de oreja a oreja.

En definitiva, la Gincana volvió a demostrar que las fiestas de la Virgen Grande son mucho más que música y fuegos artificiales. Son también esfuerzo compartido, trabajo en equipo y la alegría de vivir momentos únicos con familia y amigos. Y, por supuesto, una oportunidad para que las peñas, corazón de las celebraciones, se luzcan y contagien a toda la ciudad de su energía.

Un animador, con micrófono en mano, se encargó de arañar sonrisas y organizar a todos los equipos

Mientras caía la tarde y los últimos equipos recorrían el circuito, el campo de Santa Ana se llenaba de aplausos, abrazos y fotos para el recuerdo. El cansancio acumulado se mezclaba con las sonrisas y las bromas entre compañeros de equipo, creando una atmósfera única. La edición de este año consolidó el espíritu de comunidad que envuelve a las fiestas. Una vez más, estas pruebas se confirmaron como un clásico imprescindible del verano en Torrelavega, un evento que no solo se vive, sino que también se recuerda con cariño.

EL humor estuvo presente durante toda la prueba. Lusi Palomeque

Pequeño retraso en la salida

Con todo y con eso, al inicio de la jornada, se produjo un breve contratiempo técnico por un fallo eléctrico en parte de la instalación, lo que obligó a retrasar ligeramente la salida de varios equipos. La incidencia se resolvió con rapidez gracias a la intervención del equipo organizador, que trabajó para restablecer el suministro y garantizar que la prueba pudiera desarrollarse con normalidad lo antes posible.

Aún así, este ajuste en el horario provocó que algunas peñas, cuyos integrantes tenían compromisos laborales o familiares por la tarde, no pudieran finalmente participar. Aun así, muchas de ellas permanecieron en el recinto animando desde la grada y disfrutando del ambiente festivo, mostrando el espíritu de compañerismo que caracteriza a esta cita anual. Una vez solucionado el problema, la Gincana continuó sin más interrupciones y con la misma energía que la ha convertido en uno de los eventos más esperados de las Fiestas de la Virgen Grande.

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